7 de febrero de 2025 - 15:22

Standars & Poors subió la calificación a Mendoza: qué implica tener mejor nota

La calificadora mundial de riesgos Standars & Poors le subió la nota al país y a muchas provincias argentinas entre las que está Mendoza. Cómo se traduce esto en hechos.

La calificadora mundial de riesgo Standard & Poor's (S&P) le subió la nota a la Argentina y a Mendoza, entre otras provincias. Esta agencia de calificación de riesgo publica informes sobre la solvencia de acciones y bonos de los distintos países del mundo. Pese a que es una noticia gestada lejos de la realidad cotidiana de los mendocinos, lo cierto es que se trata de un dato que mira el mundo. Es decir que es una información que a la que los inversores del mundo prestan atención y que podría mejorar las posibilidades locales de endeudamiento al tiempo que traducirse en crecimiento y desarrollo para Mendoza. Así, la Argentina pasó de tener una calificación CCC a una B, lo que implica una mejora aunque no la coloca en el podio de los países más cumplidores.

El economista del Ieral de la Fundación Mediterránea, Gustavo Reyes, explicó que este tipo de informes son muy técnicos por lo que la nota resume la situación de, en este caso, cómo el país es evaluado y lo que al final miran los inversores. Bajo el sistema de notas de Estados Unidos, la más alta es la AAA lo que implica cero riesgo de caer en default y 100% de chances de cumplimiento. Mientras la C (que teníamos) está más cerca del aplazo, la B es una distinción que mejora la posición y podría traducirse como un 98% de posibilidades de cumplir. “Esto quiere decir que, de a poco, nos transformamos en un país más confiable para los privados”, sintetizó Reyes.

El valor de esta nota no es solo una mejora en la “libreta” para subir el promedio sino, como explicó el economista Federico Pagano, su importancia radica en que viene de afuera. “No es como nos vemos nosotros sino cómo nos ve el mundo por lo que es un indicador clave”, subrayó el profesional. En este marco, agregó que si bien la calificación es para Argentina y otras provincias como Mendoza, aquí se han cumplido a rajatabla las obligaciones contraídas lo que nos destaca por sobre otras regiones. Ambos economistas explicaron que si bien la mejora depende mucho del contexto macroeconómico nacional, la provincia también posee mérito propio. “Los últimos datos publicados son de septiembre del año pasado y muestran que las cuestas fiscales de Mendoza mejoraron”, subrayó Reyes.

En este sentido, el ministro de Hacienda de la provincia, Víctor Fayad, destacó que la provincia viene haciendo bien los deberes de consolidación fiscal desde el 2016. Agregó: “Eso es condición necesaria, pero no suficiente para mejorar la calificación crediticia y –por tanto- el acceso al crédito y las mejores condiciones financieras”. No obstante, el funcionario admitió que ahora que la macro nacional se ha comenzado a ordenar, las provincias que como Mendoza están ordenadas se verán beneficiadas con estas mejoras en la calificación de riesgo.

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Pagano sumó que la importancia de este indicador es que no es solo financiero sino que también es una señal de que el país está más previsible, menos riesgoso y con mayor atracción para las inversiones. En este sentido, José Vargas, economista de la consultora Evaluecon, explicó que al elevar la nota de la provincia y el país crecen las posibilidades de colocar deuda internacional tanto en dólares como en pesos. Aunque esto es leído como una buena noticia en el sentido de que más inversores tendrán a Mendoza como buena candidata para apostar, también se puede ver como algo no tan bueno. “Podría crecer el endeudamiento provincial y no todos los sectores están a favor de esto”, expresó Vargas.

Limitaciones y perspectivas

De este modo, la mejora de la nota comienza a colocar al país en el mapa económico global. Y aunque esto es celebrado desde todos los ámbitos, todavía hay un par de detalles que deberían mejorar para obtener un 10 o, lo que es lo mismo, tres A. La primera es la permanencia del cepo cambiario que es probable que continúe durante todo 2025 con el freno que esto todavía implica para algunas inversiones. Es que el achicamiento de la brecha, el ingreso de algunos dólares y la promesa de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario no eliminan la imposibilidad de que las empresas se lleven sus ganancias si lo desean. “En un mundo sin cepo esa noticia le mejoraría fuerte a Mendoza al acceso al crédito y la tasa a la que puede acceder”, puntualizó el economista del Ieral.

De este modo, el mercado cambiario todavía controlado del país limita o le pone un cerco a la posibilidad. “La Argentina pasó de ser el descarriado al alumno perfecto de la clase”, sintetizó Pagano y agregó que se han aplicado medidas de ortodoxia económica y que cuando se utiliza una receta obvia las cosas funcionan. En coincidencia con el freno que implica el cepo todavía vigente, Pagano advirtió que esta regulación se ha alivianado y muchas cosas se han liberado (los consumos con tarjetas en el exterior fueron récord desde 2019). No obstante, la imposibilidad de repatriar las ganancias todavía es un límite para muchas inversiones. “Por eso el RIGI funciona ya que garantiza esto y ha atraído grandes inversiones”, ejemplificó.

Otro punto que debería profundizarse este año es evaluar si verdaderamente el ajuste terminó. Esto es porque si bien Mendoza ha disminuido una parte de la carga impositiva, todavía falta para mejorar los niveles de competitividad. A modo de metáfora, Gustavo Reyes explicó que es como si alguien pesara 230 kilos y bajara a 150. “Es un montón, pero lo ideal sería llegar a 90”, precisó. Así, es clave bajar todavía más el gasto para aliviar una carga impositiva que en un contexto de baja inflación queda desfasada.

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