Los bonos argentinos iniciaron una nueva semana con fuertes retrocesos. Los inversores no ven confianza en el corto plazo y aceleran las ventas de los activos locales, por lo que se observan bajas de hasta 6% para los bonos locales con legislación internacional.
Todos los tramos de la curva argentina mostraron caídas importantes el lunes debido al deterioro de las condiciones financieras y económicas del país.
La regulación cambiaria y el impacto en la deuda corporativa se encuentra arrastrando a los bonos, sumado a la caída del nivel de actividad y a la salida de grandes empresas del país, sumando al pesimismo en el mercado y en la city.
La parte corta de la curva evidenció pérdidas superiores al 5%. El Global 2029 cayó 5,38%, el Global 2030 se hundió 6,09% y el Global 2035 retrocedió 5,46%. Similar comportamiento ofreció el tramo más largo, con el Global 2038 perdiendo 5,57%, el Global 2041 cayendo 4,99% y el Global 2046 dejando una baja de 5,53%.
La tendencia se replicó también para los bonos en dólares emitidos bajo ley local. Allí las bajas llegaron hasta 7.75% y estuvieron lideradas por el AL29.
En línea con la baja de los bonos, el riesgo país volvió a subir y se ubica en 1338 puntos, avanzando casi un 24% desde el mínimo de 1080 unidades, apenas se concreto el canje de deuda.
El pesimismo rodea al mercado y el impacto de las medidas cambiarias fue letal para los bonos que, con la caída actual ya acumulan pérdidas del 20% desde que salieron a cotizar los nuevos bonos resultantes de la reestructuración de la deuda. Todo este escenario de fuerte negativismo se da en un contexto en el que el Gobierno logró hace menos de un mes, canjear deuda por u$s 100.000 millones. A su vez, la curva ya opera con pendiente negativa, el reflejo de incertidumbre sobre la deuda y con tasas de interés del 13% al 14% y con paridades nuevamente en niveles de 43%.
Los analistas de Portfolio Personal Inversiones advirtieron que se necesitan señales que permitan proyectar un escenario despejado más allá del muy corto plazo, y, en este sentido, no se vislumbra que puedan ser muchos los catalizadores posibles.
“Entre lo más concreto, se podría pensar en avances en un acuerdo con el FMI. De todos modos, habrá que esperar, para ver si eso ocurre. Los ajustes que desde el organismo puedan llegar a exigir ayudarían a trazar un proyecto económico que eventualmente permita recuperar el sendero alcista. Por el momento, el FMI informó que ya comenzó a analizar el proyecto de Presupuesto 2021 y las nuevas medidas cambiarias del BCRA. Mientras tanto, la agenda económica de la semana nos traerá los datos de desempleo y el PBI correspondiente al segundo trimestre. Recordemos que la economía local ya venía muy golpeada incluso antes de la pandemia, con una tasa de desempleo cercana al 10% y un PBI retrocediendo 4.8% en los primeros tres meses del año”, advirtieron.
Desde Grupo SBS creen que con las últimas medidas cambiarias, el Gobierno compro tiempo a un precio muy alto: “A pesar de que se trató de algo esperable a la luz de la dinámica cambiaria reciente, no deja de ser un golpe fuerte que dañó el sentimiento favorable que había dejado la exitosa reestructuración de la deuda. El Gobierno logró comprar algo más de tiempo a un precio alto, será clave aprovecharlo para corregir los desequilibrios de fondo”.
La curva, sin confianza
Los arbitrajes a favor de la ley extranjera, junto con la inversión de la curva es un el reflejo de la incertidumbre con la que está operando el mercado. Inicialmente se esperaba que la deuda local inicie un proceso de compresión de spreads hacia lo que estaban rindiendo los países de mercados emergentes o similares a la Argentina, sin embargo, nada de ello está ocurriendo y la deuda sigue deteriorándose.
Alejandro Kowalczuk, head de asset management de Argenfunds explicó que no se puede esperar una compresión de tasas adicional, si a la incertidumbre generada por la falta de un programa económico consistente de largo plazo, le sumamos limitaciones de acceso al mercado de cambios para el pago de deuda por parte de empresas, que las coloca en riesgo de default y les cierra posibilidades de obtención de nuevo financiamiento y a su vez se ponen más restricciones a la operatoria de contado con liquidación.
“Esto por un lado se traduce en menos inversiones, crecimiento e ingresos fiscales necesarios para hacer sostenible el pago de deuda, pero también hace pensar que podrían aplicarse mayores restricciones, por ejemplo, que en algún momento los títulos no puedan transferirse a entidades depositarias del exterior. Todo esto aumenta el riesgo de exposición en Argentina y lleva a que se bajen posiciones en activos locales, tanto deuda como equity. Sin un plan que permita vislumbrar una convergencia de las variables clave en lo que respecta a equilibrio fiscal, externo y monetario, o aparezca algún driver positivo (por ejemplo acuerdo con el FMI, resultado elecciones legislativas 2021),será difícil que la tasas vayan a buscar el 10% que se mencionaba como exit yield durante la renegociación de la deuda”, sostuvo.
Lo que se observó fue un fuerte desplazamiento al alza de la curva soberana, combinada con una inversión de la misma. Hoy la parte corta de la curva rinde por encima del 14% mientras que la parte más larga muestra retornos del 13,5%.
Los analistas de BAVSA remarcaron que si bien algún tipo de “endurecimiento” del cepo cambiario era algo esperado por el mercado, ya que el ritmo de ventas de divisas por parte del BCRA había tomado una dinámica insostenible en el tiempo (entre el 1 de septiembre y el 15 de septiembre la autoridad monetaria se había desprendido de u$s 1.028 millones en el mercado cambiario), lo que no era esperado era la “invitación” a que las empresas reestructuren sus pasivos en moneda extranjera.
“Entendemos que este tipo de medidas no amigables con el mercado llevan su tiempo para ser digeridas. Y luego del “shock” inicial, entendemos que el mercado podría estabilizarse de darse los resultados esperados, destacando la estabilización en las reservas internacionales del BCRA y una intervención positiva por parte de la autoridad monetaria, la estabilización y baja de la brecha cambiaria y la resolución positiva en la refinanciación de la deuda de las empresas con vencimientos de capital en moneda extranjera en la fecha establecida por el BCRA”, sostuvieron.
Además, desde BAVSA creen que el mercado observará más que nada los resultados de las medidas, ya que sobre las expectativas es difícil trabajar debido a la baja credibilidad que tiene la actual administración.