Los trabajadores de Casas Particulares lograron hace algunas semanas un incremento salarial del 42% que se pagará en cuatro tramos hasta marzo del próximo año, y al mismo tiempo, cumplir con una vieja demanda del sector, que implica el pago de un adicional de un 1% por cada año de antigüedad, en sintonía con lo que se abona en otros rubros. Pero al mismo tiempo, la situación de informalidad se agravó durante la crisis, y solo en Mendoza se perdieron 400 empleos registrados en “casas particulares”.
De acuerdo con datos de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo, en abril de 2020 había un total de 627.463 trabajadores de casas particulares cubiertos por ART a nivel nacional, es decir que contaban con un trabajo en blanco. Este año el número descendió a 627.463 (22.479 trabajadores menos), con datos también al cuarto mes del año. En la provincia, el total de empleados y empleadas cubiertos era de 22.900 hace un año, y pasó a 22.487 en abril de 2021 (-413).
No obstante, el problema real de este sector es la alta informalidad que existe. La Organización Internacional del Trabajo estima que el sector ocupa a 1,4 millones de trabajadores y contempla al 22% de las mujeres asalariadas del país. Se calcula que al menos 3 de 4 trabajadoras no están registradas, y por lo tanto no acceden a los derechos laborales y a la protección salarial mencionada.
El salario del servicio doméstico
La Comisión Nacional de Trabajo para el Personal de Casas particulares fijó un incremento del 42% para los trabajadores del servicio doméstico, a pagar en cuatro tramos: 13% en junio, 12% en septiembre, 5% en diciembre y 12% en marzo del año próximo. De esta manera, el sector alcanzó una de las recomposiciones más altas, superando el 35% de techo que buscaba consolidar el Gobierno Nacional.
Así, una supervisora, la categoría más alta dentro del rubro, quien se encarga de controlar y coordinar todas las funciones de un grupo de trabajo a cargo de tareas de limpieza o cuidado de personas debe cobrar por hora, con retiro, $ 252,56 y $ 276,29, sin retiro. El pago mensual asciende a $ 31.558,64 con retiro, y a $ 35.152,61 sin retiro.
En tanto que la cuarta categoría, “asistencia y cuidado de personas” (niñeras, personas a cargo de jubilados o personas mayores), debe cobrar $ 225,40 por hora con retiro, y $ 252,56, sin retiro. Por mes, el salario pasó en junio a $ 28.605,95 y a $ 31.878,43 respectivamente, para lo que habitualmente se conoce como “cama adentro”.
Finalmente, para la quinta categoría, es decir, quienes realizan tareas de limpieza del hogar, planchado, cocción de comidas; y en general, el sector que más personal ocupa, el salario desde junio pasó a $209,05 por hora con retiro, y a $225,44 sin retiro. Por mes se debe pagar $ 25.725,02 y $ 28.695,95 según el caso. A partir de septiembre se deberá calcular sobre estos montos un 12% más para calcular el salario.
Además del reconocimiento de la antigüedad, se estableció que se pagará un adicional por zona desfavorable del 2%, que se suma al 28% que ya se abonaba, llevando así el adicional al 30%.
AUH más servicio doméstico
Un mito extendido afirma que las trabajadoras prefieren no ser puestas en blanco para no perder beneficios sociales. Sin embargo, la Asignación Universal por Hijo es compatible con el servicio doméstico, y “estar en los libros” no es un impedimento para cobrarla.
De manera que a las trabajadoras con hijos (la cobra uno solo de los padres priorizando a la mamá), accede al cobro de $ 4.504 por mes por cada uno de ellos, aunque en realidad se le depositan $ 3.603,20, y el 20% de la asignación, es decir $ 900,80, se reservan hasta la presentación de la Libreta Sanitaria de los menores, luego de lo cual se cobra el acumulado.
“Sheseccion”: la recesión que afecta a las mujeres
La crisis económica que profundizó la pandemia amplió las desigualdades entre varones y mujeres en el ámbito laboral, y aunque en los primeros tres meses de este año se consolidó un proceso de recuperación del empleo a niveles previos de la crisis sanitaria, este también mostró desigualdades si se tiene en cuenta el género.
De esta manera, si se tiene en cuenta un informe del Instituto de Capacitación y Estudios sobre Trabajo y Desarrollo (Cetyd-Idaes) de la Universidad Nacional de San Martín, se observa que durante los primeros meses del 2021 hubo 390.000 varones ocupados más que en el mismo período del año pasado, y 360.000 mujeres ocupadas menos en el mismo lapso de tiempo.
Este fenómeno fue bautizado en Estados Unidos como “shecession”, a partir de la combinación de las palabras “she” (ella) y “recession” (recesión), debido a que la mayor intensidad en que la pandemia afectó la situación económica y laboral de las mujeres se convirtió en un fenómeno mundial, en parte, debido a que las actividades más golpeadas tienen una alta participación de empleo femenino (recreación, hoteles y restaurante y educación entre otras).
En este marco, el mismo informe da cuenta de que el trabajo en casas particulares, altamente feminizado, fue el sector que más empleos perdió desde comienzos de la crisis sanitaria, con 430.000 puestos menos que el año pasado, y fue el rubro que menos empleos recuperó luego de eso, con sólo 18%.
Le siguen el turismo y la gastronomía, con 241.000 ocupados menos que en 2020 en todo el país, y se estima que regresó al trabajo apenas el 30% de los más de 300.000 empleados perdidos. “Se trata de actividades que tienen una fuerte presencia de mujeres trabajadoras”, aclara el informe.
Destrucción del empleo doméstico
Los investigadores del Instituto de Capacitación y Estudios sobre Trabajo y Desarrollo (Cetyd-Idaes), señalaron que la magnitud de la destrucción del empleo doméstico se explica por el alto nivel de vulnerabilidad del sector (calculan la informalidad en el 75%), y por la “precariedad preexistente”, es decir, por las mayores dificultades que tuvieron los empleadores para sostener el pago de salarios.
Además, mencionaron una tercera causa relacionada con que se trata de una actividad con cierta exposición al riesgo de contagio, “lo que pudo haber incentivado a muchos empleadores a prescindir de las trabajadoras”.