Seminario Pymes: ¿Cuáles son las claves para emprender con éxito en Mendoza?

Se suele hablar mucho de las dificultades que tienen los emprendedores y empresarios para desarrollar sus proyectos, pero Graciela Funes, comerciante fundadora de Audaz; Nicolás Giorlando, codirector de Solhé, energía solar; y Francisca Costanzo, fundadora y codirectora de Bröd Bakery, contaron, con la moderación de Alejandra Vargas, editora de Los Andes y Vía Mendoza, qué les permitió no sólo iniciarlos, sino también sostenerlos en el tiempo y crecer.

Coincidieron en que, en la Argentina, no existe un momento oportuno para emprender, sino que se debe tomar la decisión, aplicar una buena dosis de creatividad y perseverancia, escuchar a los clientes y compartir la idea con otros; asesorarse y asociarse con personas que tengan diferentes conocimientos. También, buscar lo que se quiere hacer, un proyecto con sentido para uno mismo y empezar con pequeñas pruebas, para ir creciendo de a poco. “Siempre se puede”, plantearon y resaltaron el rol de la convicción.

Graciela contó que era profesora de educación especial y, en los talleres productivos que implementó, pudo apreciar sus capacidades creativas. A partir de eso, tomó la decisión de dejar la enseñanza y dedicarse a la actividad privada, para generar puestos de trabajo. Comenzó con la venta directa de perfumes, después creó su propia marca de indumentaria y abrió su primer comercio, al que le siguieron otros y la incursión en diferentes rubros.

Hoy, detalla, tiene un negocio de buen tamaño en San Martín, de indumentaria, marroquinería y perfumería, pero confiesa que lo que más le costó de tomar la decisión fue dejar el sueldo fijo y pensar que otras personas dependían de ella. Pese a eso, pudo dar rienda suelta a su creatividad, para ir buscando nuevas posibilidades.

Es una de las impulsoras del centro comercial a cielo abierto del departamento y vicepresidente de la Cámara de Comercio, Industria de San Martín y Agricultura. Además, fue elegida como Mujer Empresaria 2021 por la Federación Económica de Mendoza.

Nicolás detalla que estudió Administración de Empresas y, para su tesis, decidió buscar algo que no le sirviera sólo para terminar la carrera, sino que resultara útil. Así, diseñó una terminal solar para cargar dispositivos móviles en espacios públicos, con la que después se presentó a un concurso y ganó.

En el trayecto, relata, tuvo la oportunidad de viajar y trabajar para empresas del rubro en España. Pero llegó un momento en el que descubrió que necesitaba dejar de trabajar para otros y emprender el algo propio. Y añade que se trató de un proceso, de definir lo que quería. Cuando regresó al país, retomó su actividad de ofrecer soluciones de energía solar e ideó el primer festival de bandas alimentado por este recurso, que logró mucha difusión. Aunque la pandemia les truncó la segunda edición, siguen firmes con la idea de retomarlo en cuanto sea posible.

Francisca cuenta que Bröd Bakery nació de una idea, pero que nunca pensaron llegar a la situación actual. Cuando les preguntan cuál era su modelo de negocios y de escalabilidad, se ven obligados a confesar que no imaginaron esto. Su socio –originalmente eran tres, pero quedaron dos- es panadero y vivió un tiempo fuera del país, por lo que quería hacer algo distinto. Ella, en cambio, se dedicaba al turismo y la pastelería era su hobbie.

La joven reconoce que hoy pueden decir que fue una buena idea, pero que se lanzaron sin conocimientos de administración, sólo ganas de hacer algo. Después sí comenzaron a capacitarse. Para ella, la clave fue hacer todo “con corazón”.

Aunque sus historias pueden catalogarse de exitosas, no son ajenas a los vaivenes económicos. Graciela señala que hay que ser cautos y tomar medidas para prever determinadas situaciones, pero que la realidad nacional hace que todo sea relativo y que cuando se produce un cambio de gobierno se generen expectativas, que pueden cumplirse o dar lugar a una realidad contraria a lo esperado.

Y siempre queda margen para lo totalmente imprevisto: el 12 de marzo de 2020 le llegó la colección completa de dos marcas y el 19 tuvo que cerrar. ¿Qué hizo? “Remar”, responde. “Es la capacidad que hemos desarrollado los argentinos. Vamos para adelante”, lanza y añade que empezó a llamar a sus clientes y a armar la página web para poder abrir su negocio online.

Nicolás, por su parte, planteó que es importante tener equipos de trabajo que se adapten a las nuevas condiciones, como fue tener que empezar, de un día para el otro, a trabajar desde casa. Y sumó que las empresas del sector se ayudan unas a otras e incluso desarrollan proyectos en común.

En cuanto a los factores que les permitieron crecer, Graciela asegura que fue no quedarse e ir viendo a cada momento posibilidades de innovación. También, asociarse a cámaras que permiten aumentar las ventas en forma conjunta con otros comercios.

Para Francisca, el fuerte de su emprendimiento fue su producto -una cafetería y pastelería en la que el consumidor podía llevarse algo para su casa (cuando no era común)-, y la calidad, ya que usan harinas orgánicas, sin aditivos, y un proceso de fermentación lenta. Pero también les costó instalar el concepto del pan por pieza (no por kilo), aunque los turistas celebraron tener una opción para un brunch en pleno centro mendocino. Además, cree que la competencia los llevó a ser más creativos.

En tanto para Nicolás fue fundamental asociarse con personas que tuvieran conocimientos complementarios a los de él, que estudió Administración de Empresas y no conocía de energía solar. Y después, buscó socios que les permitieran aumentar el volumen de negocios y llegar a nuevos canales. También recurrió a asesores y financiamiento. “Hay personas dispuestas a invertir en buenas ideas”, afirmó.

La segunda edición –virtual- del Foro de Pymes Mendoza, fue organizada por Los Andes y El Cronista, “La resiliencia de las pymes en Mendoza. Tu oportunidad de aprender para emprender”.