El 31% de los trabajadores argentinos tiene la intención de cambiar de empleo, mientras que un 11% ya ha cambiado de empleador en el último semestre, según el informe Randstad Employer Brand Research 2024. Este estudio, realizado por Randstad, una empresa líder en talento a nivel global, se basa en la opinión de más de 173.000 participantes en 32 mercados de todo el mundo.
El análisis de Randstad revela que el comportamiento de los trabajadores argentinos en cuanto al cambio de empleo se ha mantenido relativamente estable en los últimos cuatro años, exceptuando el período de 2020 y 2021, cuando la pandemia impactó significativamente la movilidad laboral.
Factores como la incertidumbre, la inflación y otros componentes de la macroeconomía en los últimos tres años han llevado a los trabajadores a adoptar una postura más conservadora, mostrando menor intención de cambio y aversión al riesgo en un contexto donde la demanda laboral no es sólida.
El estudio también destaca diferencias generacionales en la disposición a cambiar de empleo. La generación Z y los Millennials son más propensos a considerar un cambio laboral, con un 14% en promedio, en comparación con la generación X y los Baby Boomers, que promedian un 4%. Además, el 38% de la generación Z planea cambiar de empleo en un futuro cercano, lo que indica una tendencia al cambio entre los trabajadores más jóvenes.
Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay, explicó: “Es natural que los más jóvenes muestren mayor inclinación al cambio laboral porque, además de ser menos influenciados por la macroeconomía, tienen menos ataduras y compromisos, lo que les da más libertad para asumir el riesgo que implica un cambio laboral”.
El informe también analiza las razones que impulsan a los trabajadores argentinos a considerar un cambio de empleo. La principal motivación es la búsqueda de un mejor equilibrio entre la vida familiar y profesional, citada por el 49% de los encuestados. La baja remuneración es el segundo factor más importante, mencionada por el 48%, y su relevancia ha aumentado debido al contexto económico del país.
Otras razones que motivan el cambio de empleo incluyen: recibir una oferta irresistible (29%), falta de oportunidades de crecimiento profesional (25%), pérdida de interés en el trabajo o falta de desafíos (18%), falta de beneficios adecuados (14%), inestabilidad laboral (13%), liderazgo deficiente (13%), falta de flexibilidad (11%), largos tiempos de desplazamiento (9%), mala relación con el jefe (9%), desigualdad en la compensación (6%) y desalineación con los valores de inclusión y diversidad (6%).
Ávila añadió: “La búsqueda de flexibilidad y un mayor equilibrio entre vida y trabajo se han consolidado como demandas centrales entre los trabajadores de todo el mundo, determinando muchas decisiones de carrera. Esta búsqueda, junto con la baja remuneración en contextos de inflación, se destacan como las principales razones que inciden en la intención de cambio y la movilidad laboral”.