Cuando aún la incertidumbre sembrada por el coronavirus reina en el escenario global, el Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo las expectativas de crecimiento económico para Argentina en 2021, pasando de 4,9% a 4,5%, tras una recesión estimada de 10,4% en 2020. Una excepción a lo que estima el organismo para la región según el informe de perspectivas globales de enero, donde marcó un alza en las previsiones de la actividad económica para América Latina en este año.
Para el organismo internacional, la recuperación de los niveles previos a la pandemia tardará varios años en Argentina, ya que espera que para 2023 solo se haya recuperado dos tercios de lo perdido en 2020. Al 4,5% de crecimiento de este año se le suma un rebote de 2,7% en 2022.
La recuperación nacional está lejos del 5,5% que el FMI estima a nivel global en 2021, algo que eliminará la pérdida del 3,5% del año pasado. En el caso de las economías más avanzadas, el crecimiento será 4,3% durante este año y de 3,1% en 2022, lo que los dejará un 2,2% encima de los niveles prepandemia.
El FMI subió las previsiones de crecimiento de América Latina en 2021 al 4,1%, cinco décimas más que lo pronosticado en octubre, a medida que se acelera el proceso de distribución de las vacunas.
Las previsiones del organismo con sede en Washington requeriría un crecimiento de 4% en 2023 para alcanzar los niveles de fines de 2019. Según ha publicado El Cronista, también engrosaron la brecha con las previsiones del Gobierno en el Presupuesto 2021. El equipo económico supone un rebote del 5,5% para 2021, 4,5% en 2022 y otro de 3,5% para 2023, llegando así al último año de mandato de Fernández con el mismo nivel económico del inicio de la gestión.