Algunos pequeños y medianos contribuyentes están vinculados al monotributo para poder realizar su actividad de venta de bienes o prestación de un servicio. Sin embargo, fuera cual fuese el motivo, suelen pasar algunos meses sin facturar.
Creado en 1998 a través de la Ley 24.977, el monotributo se instauró como un régimen simplificado que concentra los componentes del Impuesto al Valor Agregado (IVA), la del Impuesto a las Ganancias, los aportes a la jubilación y a la obra social en un único pago mensual. Obligación que el contribuyente debe cumplir ante la AFIP.
Bajo esta modalidad, millones de trabajadores independientes realizan sus actividades comerciales o profesionales. Si bien, el monotributo fue concebido para personas que tienen ingresos mes a mes, puede existir el caso donde algunos contribuyentes no emitan facturas mensualmente.
Qué le pasa la persona que no factura por varios meses
Se debe saber que no existe un límite de tiempo en el que un contribuyente enrolado en el monotributo pueda estar sin facturar. Sin embargo, si un contribuyente no factura durante un período de tiempo determinado puede provocar que la AFIP le solicite que justifique las razones.
Si la persona normaliza su facturación y pone al día la deuda contraída ante la AFIP, podrá continuar con su actividad dentro del régimen simplificado. Caso contrario, si la falta de facturación persiste, es decir que el contribuyente va contra las obligaciones, el ente recaudador puede tomar una serie de medidas: excluirlo, inhabilitarlo y hasta aplicarle una multa.
En ciertos casos, los contribuyentes están inscriptos en el monotributo y durante una determinada cantidad de tiempo pueden no tener ingresos. Ante la falta de ingresos tampoco se podrá hacer frente a las obligaciones que el mismo régimen impone.
Si la falta de ingresos no se extiende por demasiado tiempo, la situación puede subsanarse una vez que el monotributista retome la facturación. En cambio, si la situación se prolonga las medidas pueden ser más drásticas.