Luego de la “explosión” de ventas de piletas en 2020, las empresas mendocinas que se dedican a la fabricación e instalación incrementaron su producción, para evitar que los clientes deban esperar dos o tres meses para tener una en sus hogares, como sucedió el año pasado. No obstante, dudan que se mantenga el nivel de ventas del año pasado y algunas anticipan que probablemente se vuelva al que existía en 2019, antes de la pandemia.
En la temporada pasada, cuando la primavera empezó a sentirse y la incertidumbre sobre lo que iba a suceder en el verano con las restricciones sanitarias, muchas familias decidieron que era el momento de contar con una piscina en casa. Es que, además, quienes no tuvieron una reducción en sus ingresos pudieron ahorrar, debido a que sus gastos en salidas y viajes se achicaron. Así, las mejoras en el hogar fueron una de las opciones más elegidas para resguardar el capital.
Esto provocó que las empresas que se dedican a la fabricación de piletas tuvieran un incremento exponencial de la demanda y, o no pudieran responder o tuvieran demoras considerables en las entregas. La situación favoreció incluso a que aparecieran varias marcas más en el mercado y hasta que ocurrieran estafas por parte de firmas que cobraron, pero no instalaron el producto.
Javier Nieto, gerente comercial de IPC Pools para Argentina, comentó que este año duplicaron la producción con respecto a 2019, para que los 70 concesionarios en todo el país pudieran contar con stock. Es que habitualmente en esta época del año la fábrica trabaja a un 50% de la capacidad con la que opera en temporada alta. Sin embargo, después de que el año pasado algunos clientes tuvieran que esperar hasta dos meses para contar con su pileta, decidieron anticiparse para que en 2021/2022 accedan rápido al producto.
Por lo pronto, están recibiendo muchas consultas, pero son pocos los que toman la decisión de compra. Es que, como sucede con otros artículos estacionales, las personas tienden a concretar la operación cuando llega el calor. De todas formas, desde la empresa dudan de que el nivel de ventas vaya a ser similar al de 2020, cuando tuvieron un 40% de crecimiento y, además, hubo demanda a la que no pudieron responder. Pese a eso, el número de averiguaciones los lleva a entender que tampoco se volverá a la actividad de 2019, sino que sería superior.
En cuanto a los valores, Nieto detalló que el precio de partida de una piscina, con instalación incluida, y con promoción de 15% de descuento con pago contado, es de $ 450 mil. También comentó que se sumaron al plan Ahora 24 e IPC ofrece financiación propia, de 18 cuotas sin interés sobre el precio de lista.
Por otra parte, comentó que tienen 50 piscinas incluidas en el “piletazo solidario”. Se trata de una iniciativa que implementaron en 2020 y por la que un porcentaje de la venta de esas unidades se destina a colaborar con Fundavita. El año pasado, la entidad utilizó el dinero para comprar un microscopio de alta complejidad para realizar estudios de pacientes oncológicos en la provincia.
Ian Fernández Lozano, uno de los dueños de Coral Piscinas, señaló que este año no están teniendo una demanda tan extendida como el pasado, cuando la empresa vendió el triple de lo que comercializa un año normal. Pero estimó que 2021 probablemente sea similar a 2019 y 2018. Además, recordó que en la temporada pasada, por el incremento del interés por las piletas, llegaron a la provincia marcas de otras partes del país, por lo que es probable que las operaciones se repartan entre un número mayor de colegas.
Por otra parte, Fernández Lozano señaló que en 2020 también hubo mucha gente que construyó una vivienda y que, por lo general, cuando terminan la construcción, empiezan a pensar en la piscina.
Con más de 20 años en la provincia, Coral se dedica a la fabricación de piletas de fibra de vidrio y hace casi una década comenzó a instalar las “de playa”, que tienen arena compactada en el borde y entorno, una inclinación que va conduciendo a la zona más profunda de modo gradual y un fondo de color claro, que permite que el agua produzca un efecto espejo, similar al del mar.
El dueño de la emprsa comentó que una pileta familiar de fibra de vidrio, de tres metros por seis, con sistema de filtrado, vereda térmica e iluminación, tiene un precio de $ 390 mil, con instalación incluida y garantía de 15 años. Sobre las piscinas de playa, agregó que son para un sector más exclusivo y que se ubica, en lo que a precios se refiere, en la línea de las de hormigón.
Las opciones de los supermercados y tiendas también tienen piletas de lona para quienes optan por un sistema desmontable, de menor valor y que parten de tamaños más pequeños. En el portal web de Coto hay cinco modelos -además de las inflables inflables infantiles-, que parten de una forma rectangular de 400 litros por $ 2.399 hasta una circular de 16 mil litros por $ 59.999.
En la página de Jumbo, las opciones disponibles también son cinco y, en este caso, van desde una de mil litros por un valor de $ 8.915 a otra de 8 mil litros por $ 37.795. En tanto, en Easy hay una pileta de lona de 500 litros en $ 6.190 y, en el otro extremo, una de 8 mil litros en $ 35.990, con otros siete productos más, entre ambos tamaños y precios. En el hipermercado Libertad hay piletas estructurales desde los $ 18.999 hasta los $ 70.999 (esta última, con bomba y escalera) e inflables (circulares) desde los $ 7.199 a los $ 31.999.