Hace unas semanas, el Ministerio de Economía informó una disminución generalizada de los aranceles sobre productos textiles, ropa y calzado, con el fin de fomentar la competencia y reducir los precios en el mercado local.
El ministro Luis Caputo dio a conocer una disminución en los aranceles de importación de indumentaria, aunque el decreto aún no ha sido publicado. Qué predicen las estimaciones privadas al respecto.
Hace unas semanas, el Ministerio de Economía informó una disminución generalizada de los aranceles sobre productos textiles, ropa y calzado, con el fin de fomentar la competencia y reducir los precios en el mercado local.
De acuerdo con el plan presentado por Luis Caputo, los aranceles de importación se reducirán del 35% al 20% para la indumentaria y el calzado, del 26% al 18% para los tejidos, y entre el 12% y el 16% para los hilados, como una medida para hacer frente a los altos costos en el sector. Sin embargo, esta medida aún no ha sido oficializada.
Por otro lado, economistas y representantes del sector advierten que el efecto sobre los precios será limitado y que el impacto principal se verá en el empleo y la capacidad industrial del país.
El economista Gustavo Ludmer, experto en el sector textil y de indumentaria, llevó a cabo un análisis técnico que compartió en sus redes sociales, en el cual calculó el impacto de la reducción arancelaria sobre los precios de la indumentaria y, por ende, sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en general.
Ludmer descompone el mercado de la indumentaria en tres segmentos:
Con esta división, Ludmer calcula cuatro efectos específicos:
Según sus estimaciones, el impacto conjunto en el precio promedio de la ropa resultaría en una disminución del 3,6%.
El sector de "Prendas de vestir y calzado" representa alrededor del 5,7% del IPC del Indec, por lo que una reducción del 3,6% en este rubro resultaría en una disminución total de 0,2 puntos porcentuales en el índice general.
Ludmer explicó que esta baja es marginal, incluso en el mejor de los escenarios. Señaló que el impacto se dará principalmente en los sectores de ingresos medios y altos, quienes tienen acceso a productos importados o de calidad media/alta. En cuanto al consumo popular, que se realiza en canales informales como La Salada o ferias barriales, el efecto será prácticamente nulo.
Además, el economista alertó que la mayor presión competitiva afectará a los segmentos formales de la industria, donde los costos laborales, fiscales y regulatorios son más elevados, lo que coloca a estas empresas en desventaja frente a los productos importados.