La batalla por las retenciones 0 a la industria vitivinícola pasó por el primer filtro, el secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, y ahora se viene la segunda etapa y la más dura, pelear la eliminación durante la discusión de la Ley Omnibus que envió el presidente Javier Milei al Congreso.
Por más de una hora los integrantes del directorio de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) con Mario González como cabeza de la comitiva, más los ministros de la Producción de Mendoza (Rodolfo Vargas Arizu) y de San Juan (Gustavo Fernández), estuvieron reunidos con Vilella.
También participaron José Alberto Zuccardi (vicepresidente de Coviar), los directores José Molina (Presidente de la Cámara de Productores Vitícolas de San Juan) y Fernando Morales (Presidente de la Cámara de Mosto) y Carlos Fiochetta, gerente de la entidad.
Según confiaron, el saldo final fue positivo porque hubo una buena recepción a los argumentos que esgrimieron desde el sector vitícola para oponerse al 8% de retenciones, e incluso hasta los comparten.
Sin embargo, como la cartera económica que comanda Luis Caputo incluyó los derechos de exportación a la vitivinicultura en el megaproyecto de Ley que envió el Poder Ejecutivo al Parlamento, ahora es ahí donde deben enfocar las gestiones para revertir totalmente la medida, o en una hipótesis de mínima, aminorar la carga de lo que se insistieron en que es “un impuesto distorsivo”.
“Fue una reunión muy positiva primero porque bueno pudimos explicarle lo que somos como institución, que ejecutamos un plan estratégico y si bien no somos una entidad gremial empresaria, si trabajamos con estrategias a largo plazo y que dentro de esas estrategias tenemos distintos objetivos y uno de ellos es el mercado externo. Ahí fue justo el momento para plantear esta situación de las retenciones que lo vemos como un impuesto totalmente distorsivo”, explicó Mario González.
De acuerdo al titular de Coviar en la Secretaría de Bioeconomía “también lo entienden de esa manera” porque “llevamos un estudio bien didáctico y con los números reales de los que representa y el porqué de la retención cero a la actividad vitivinícola. Lo tomaron, lo vieron y coincidieron” y también se habló que “es algo temporal” pero como la solicitud para reactivar y elevar el tributo por derechos de exportación “ya está en la Cámara de Diputados, hay que seguir la negociación ahí con los legisladores y los gobiernos de las provincias vitivinícolas involucradas”.
“Todavía estamos a tiempo de poder torcer esta situación”, se esperanzó González.
En la Coviar sostienen que esa buena predisposición que encontraron en Vilella al reclamo vitivinícola no es nueva.
“Hay que acordarse que primero las retenciones iban a ser del 15% y ellos lograron bajarla a cero, pero en algunas otras economías regionales, y al 8% en la vitivinicultura. La predisposición está, pero el resorte no es de él sino que está en Economía y ahora en el Congreso con la discusión de la ley”, dijo una fuente de la Corporación Vitivinícola.
Pero además, la toman como una pata importante donde apoyar la avanzada para lograr la quita del tributo porque “al tener la posibilidad de volver a explicar todos los números y volver a explicar cuál es la situación del sector es importante porque, lo que antes era la secretaría de Agricultura, es un órgano técnico y si son un órganos de consulta (en el Congreso) es importante que puedan tener todo en claro y compartir los datos nuestros”, comentó González.
Por su parte, Fernando Vilella se mostró abierto y empático a seguir profundizando el trabajo con la vitivinicultura y defendió la necesidad de contar con una visión de futuro como es el Plan Estratégico Vitivinícola al 2030 en todas las economías regionales.
“Nosotros vinimos a trabajar por esto (en referencia al Plan Estratégico) … para el largo plazo con el objetivo de duplicar las exportaciones”, destacó la Coviar en su página web.
Recaudar para equilibrar las cuentas
Desde que el presidente Milei anunció que irán durante el 2024 al déficit cero en las cuentas públicas, se volvió prácticamente una obligación el recaudar y sumar dólares a las alicaídas arcas del Estado.
Dentro de ese contexto es que las retenciones al vino, que se habían eliminado en septiembre del año pasado, volvieron a estar en primer plano.
Aunque no lo dijo abiertamente, Rodolfo Vargas Arizu, ministro de la Producción de Mendoza, lo dejó traslucir. “Toda la agricultura está con retenciones a la exportaciones, la minería, pero es un trance hasta equilibrar las cuentas. El Gobierno Nacional está enfocado absolutamente en eliminar el déficit fiscal, así que en eso vamos a acompañar, lo entendemos”, sostuvo y acto seguido agregó: “Compartimos que los derechos de exportaciones son una agresión a la actividad privada y eso se va a eliminar en cuanto se pueda”.
Asimismo Vargas Arizu insistió en que “estamos en consonancia perfectamente con que las retenciones son un impuesto distorsivo. Atendiendo al problema que hay en Argentina hoy, de mucha falta de fondos, de un cambio de estructuras y de mentalidad, la provincia, la vitivinicultura, va a poner el hombro de alguna manera”.
“Ahora es un trabajo fuerte que tenemos que hacer de parte de diputados y seguramente los gobernadores y nosotros los ministros. Pero lo importante es que estamos en consonancia en el criterio central, que es menos intervención del Estado y más responsabilidad de los privados”, concluyó.