Con sólo salir a la calle se puede comprobar que en Mendoza hay mucho movimiento, similar al que se observa en un fin de año normal. Sin embargo, hay dos cosas que recuerdan que el 2020 no tiene nada de común: una es el uso de los barbijos y la otra, es que las compras de fin de año son muy escuetas. Si bien los comerciantes reconocen un aumento en la cantidad de transacciones, afirman que los montos de facturación son extremadamente bajos.
Lo cierto es que la temporada en su totalidad ha sido complicada para los comerciantes. El cierre casi total de la economía durante el aislamiento preventivo, social obligatorio limitó las compras a los productos esenciales y golpeó con dureza a la gran mayoría de los comercios de la provincia y del resto del país.
Las esperanzas de recuperación de los empresarios están puestas en estas semanas, pero el escenario económico no es demasiado alentador. De acuerdo a informes privados, el poder adquisitivo de los argentinos cayó 5% durante la pandemia y según advierten diferentes cámaras consultadas, las ventas logradas son insuficientes para revertir la crisis.
Detrás de la caja
Aunque el tránsito peatonal y vehicular es notorio, “detrás de la caja” de los comercios se ve otra realidad. Federico Pagano, presidente del Consejo Empresario Mendocino (CEM), explicó que el nivel de ventas alcanzado en los últimos días no es comparable ni con los meses pre pandemia ni con un fin de año normal. “La gente está haciendo sus compras navideñas, pero se están dando una situación similar a la que se observó en el Día de la Madre. La gente está comprando, pero está gastando poco. El que antes compraba una cartera, ahora compra una billetera”, comentó el empresario.
“Es cierto que hay mucha circulación, pero los montos de facturación son iguales o menores a los del año pasado en términos nominales (sin tener en cuenta el efecto de la inflación). Sólo el sector retail y los comercios que venden bienes durables, como electrodomésticos o materiales de construcción, están andando bien”, agregó el presidente del CEM.
Se mostró de acuerdo Daniel Ariosto, presidente de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM). “Las Fiestas han generado entusiasmo en el consumo, pero esto no se ve reflejado en los niveles de facturación. La gente viene a sacarse el compromiso de encima, para llevarle algo a los chicos, pero no se vende nada caro”, afirmó.
“El mendocino en general está cuidando el peso. Trata de cumplir con sus nietos o con sus hijos con regalos pequeños. Hasta lo más barato se percibe como caro”, lamentó Ariosto.
En síntesis, el presidente de UCIM remarcó que hay más movimiento, pero con menor facturación. “El comercio no está haciendo rentabilidad, está haciendo movimiento de caja”, insistió.
De todas formas, coincidió con Pagano respecto de que hay algunos sector puntuales que sí han logrado un repunte de ventas considerable luego del aislamiento. A modo de ejemplo, mencionó a los negocios que venden materiales de construcción y los dedicados al rubro alimenticio. En el otro extremo, aseguran los empresarios, se encuentra la indumentaria,
También compartió su opinión Adolfo Brennan, representante de la Federación Económica de Mendoza_(FEM). Coincidiendo con CEM y UCIM, confirmó que se está gastando mucho menos que en un año normal. “Los gastos están volcados hoy a las experiencias, a hacer algo en familia y no tanto a cuestiones materiales más costosas. Es una tendencia que se ve desde el Día de la Madre. Hay volumen de ventas, pero baja facturación”, apuntó.
Por otro lado, Brennan indicó que las ventas de electrodomésticos y electrónica se están viendo afectadas por problemas de oferta. Sin embargo, los referentes consultados coincidieron en que los dos sectores más afectados son los de indumentaria y zapatería, donde se concentra la mayor parte de los negocios.
En vistas a futuro, los representantes de CEM, FEM y UCIM se mostraron cautos y advirtieron que hay pocas variables económicas que hagan pensar en una posible recuperación. A grandes rasgos reconocieron dos situaciones que deben converger para que el consumo vuelva a crecer. Una es que exista un acceso real a una vacuna efectiva y la otra, es que se fije un rumbo económico claro por parte del Gobierno Nacional.
Hasta setiembre el comercio cayó 46,4%
El fin de año no es el mejor para el sector comercial de Mendoza, pero el menos representa una mejora respecto de los meses más duros de pandemia. Según la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE), las ventas de los centros de compra de la provincia cayeron 46,6% en los primeros nueve meses del 2020, en comparación con igual período del 2019.
El sector al que peor le fue es el de “diversión y esparcimiento”, que sufrió una estrepitosa caída de 80%. La segunda peor caída fue para los “patios de comida, alimentos, bebidas y kioscos”, que vendieron 56,7% menos que entre enero y setiembre del año pasado. Completaron el podio negativo los negocios de indumentaria y calzado, con una baja de facturación de 50,7% en términos reales.
Los demás sectores no cayeron tanto, pero igualmente tuvieron números para el olvido. La DEIE midió bajas interanuales en “ropa deportiva”_(-42,1%), “librerías y papelerías”_(-41%), “electrónicos y electrodomésticos”_(-39,9%), el rubro “otros”_(-39%), “jugueterías” (-38,9%), “amoblamientos y decoración para el hogar” (-35,5%) y “farmacias, perfumerías, ópticas y fotografía”, cuyas ventas cayeron 25,1%.