El Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSeS, que administra u$s 38.000 millones, ya tiene su cúpula con sus tres timoneles.
Lisandro Cleri, ex titular de la Unidad de Gestión de la Sostenibilidad de la Deuda Pública Externa y nuevo director ejecutivo, nombró a Eduardo Setti como director de Operaciones (hijo del peronista histórico, venía de Auditoría de la ANSeS, antes había sido director de Inversiones del FGS y había trabajado con Cleri) y a Pablo Carrera como director de Inversiones.
Carrera, ex coordinador de Cippec y profesor de la maestría de Finanzas de la UBA y en la especialización de Mercado de Capitales con Byma, venía trabajando en el Ministerio de Economía con Cleri e iba a ser director de línea en la Unidad de Deuda Externa, pero no salió la estructura por el Covid.
Carrera trabajó en el Mecon entre 2009 y 2012 y volvió al Palacio de Hacienda con la llegada de Cleri, pero no llegó a tener cargo ahora porque no terminó de salir la estructura.
Hoy la cúpula del FGS espera en primer lugar que se resuelva la deuda, porque son conscientes de que no hay forma de contener si no. De todas formas, están viendo el tema de la reparación histórica y cómo son los números.
Prometen que va a dar mucho que hablar los flujos futuros, pero por ahora sigue vigente el decreto 668 que establece que la liquidez pasa a Economía si la necesita, y lo ven razonable en este marco de inestabilidad macroeconómica.
“Hasta que no se solucione la deuda externa y demás variables va a estar difícil cambiar el rumbo”, confiesan puertas adentro.
Sin embargo, saliendo de eso van a cumplir con las finalidades del fondo: hoy está el inciso l por debajo de lo debido, que es el de proyectos productivos , donde se encuentran por debajo del mínimo establecido. La idea que tienen es tratar de fomentar más este inciso activando el círculo virtuoso con ANSeS.
Además de su rol directo en el financiamiento de eventuales insuficiencias del régimen previsional público, el FGS cumple un rol indirecto de para el financiamiento a largo plazo de la ANSeS y todas sus prestaciones.
Este mecanismo indirecto consiste en destinar los recursos del fondo a proyectos vinculados a la economía real que fomenten un crecimiento sostenible, contribuyan al desarrollo económico y generen empleos de calidad.
El FGS puede destinar buena parte de su cartera (actualmente hasta el 50%) a proyectos que incentiven y favorezcan el círculo virtuoso entre el crecimiento económico sostenible y el incremento de los recursos destinados al sistema previsional.
De esta manera, el FGS pretende convertirse en un impulsor del financiamiento de proyectos productivos y de obras de infraestructura de largo plazo, tanto a nivel nacional como provincial.
Así, las operaciones no sólo fomentan el desarrollo del mercado de capitales argentino, sino que también contribuyen al incremento de los recursos del sistema previsional al impulsar y estabilizar el nivel de la actividad económica y el empleo.
La premisa es que el FGS preserve y potencie tanto la rentabilidad directa de los activos que administra, e internaliza la rentabilidad indirecta que generan los proyectos destinados a fomentar la economía real. La consecuencia sería el incremento del empleo registrado (que se traduce en mayores aportes al sistema) y el aumento de la recaudación impositiva, para que a través de diferentes impuestos (IVA, Ganancias, combustibles, monotributo), retorna a las arcas públicas.