Tras una larga negociación se vendió la planta que la marca alemana tenía en La Matanza. Allí, Mercedes Benz fabricó su Sprinter. ¿Qué se planea para el futuro de la empresa?
Hace 74 años se inauguró la planta de Virrey del Pino, la primera fábrica que Mercedes Benz abrió fuera de Alemania.
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Tras varios meses de negociación, un grupo empresario compró la planta de Mercedes-Benz en Argentina. La operación incluye el traspaso de la fábrica en Virrey del Pino, en La Matanza, donde se produce el utilitario Sprinter. Además la licencia para importar y comercializar los autos de alta gama de la marca alemana.
Para la operación de la planta de Mercedes-Benz, el grupo local sumó a Daniel Herrero, ex presidente de Toyota Argentina, que tiene un gran prestigio en la industria automotriz. El grupo comprador está encabezado por el empresario Pablo Peralta, que es uno de los socios del Holding ST, con inversiones en el mundo de las finanzas y los seguros. Además, Peralta es dueño de más de 20 concesionarios a nivel nacional.
En el futuro próximo la planta de Virrey del Pino, la primera fábrica que la automotriz abrió fuera de Alemania en 1951 (hace 74 años), se mantendrá en funcionamiento. El plan incluye mantener la producción del utilitario Sprinter y hacer crecer a la marca en el segmento de autos de lujo.
Mercedes-Benz lleva producidas en La Matanza más de 400.000 unidades del Sprinter desde 1996. Modelo que se exporta a varios países del continente, incluido los Estados Unidos.
Sin los camiones y chasis de buses, que serán fabricados desde 2026 en la fábrica que la nueva división está levantando en Zárate, la planta de Virrey del Pino quedó con una pata menos para continuar caminando.
Si bien el grupo que se queda con la planta de Mercedes-Benz está encabezado por Pablo Peralta, uno de los socios fundadores del holding ST, el grupo no guarda relación con esta compra. Por fuera de las inversiones financieras, Peralta además es dueño de concesionarias de autos de las marcas Chevrolet, Peugeot y Geely.
Por su parte, Herrero es un activo muy interesante para los nuevo dueños de la planta de Mercedes Benz, porque durante su gestión como presidente de la filial Argentina de Toyota concretó un ambicioso proyecto de expansión en su planta de Zárate y se consolidó como una de las compañías líderes del mercado automotriz local.