Después de un derrotero de 7 años por entidades sectoriales vinculadas a la industria mendocina, Mauricio Badaloni (50) pasó a formar parte de la comisión directiva de la Unión Industrial Argentina (UIA), una de las entidades empresarias más importantes y representativas de la Argentina.
Badaloni es tercera generación y participa activamente en la empresa familiar, Andesmar, hace más de 30 años.
Comenzó la actividad sectorial dentro de la Asociación de Empresarios del Carril Rodríguez Peña (Aderpe) y al cabo de un año, junto a la familia Díaz Telli y otras instituciones de la provincia, volvieron a revitalizar la Unión industrial de Mendoza, institución en la que llegó a ser presidente.
El empresario es un convencido que no se pueden hallar soluciones para el sector privado si no hay un involucramiento directo y asegura que el lugar que ocupa dentro de la UIA le permitirá a Mendoza poner en primer plano en la búsqueda de alternativas para los problemas que enfrenta.
Como es su costumbre, Badaloni también envió un mensaje directo y sin filtro a la política, pensando en este proceso eleccionario en que está envuelta la Argentina: “Sin industria no hay país, todo parte de un proceso de producción, no de un proceso ideológico”.
¿Antes Mendoza había tenido un lugar así en la UIA o es la primera vez?
Es la primera vez este, por lo menos después de esos 25 años que no estuvieron participando, no lo sé anteriormente, pero esta es la primera vez y hoy por hoy prácticamente seríamos el único representante cuyano.
¿Cuál es el objetivo de estar ahí, en ese lugar?
El objetivo siempre es visibilizar, incluir, que se tengan en cuenta. A Mendoza en materia industrial la UIA la toma como el cuarto jugador en importancia de Argentina y no podía no tener un representante.
La importancia es que los temas ahí se ven en primera persona y en una mesa en las que están las principales compañías industriales de la Argentina, desde la más antigua o las más grandes y por otro lado también federalmente tiene una banca las provincias que tienen más peso. Y la importancia es esa, pertenecer a ese núcleo y enterarnos en primera persona y ver cuáles son las posibilidades que dentro de los distintos gobiernos se pueden ir dando a medida que uno va generando documentación, hay una gran información por ejemplo de cuáles son las asimetrías que tienen las distintas provincias en materia impositiva, logística, todo lo que sean servicios transversales y por otro lado el peso del Estado como lo afectan a la industria.
Teniendo en cuenta el peso que tiene la UIA a nivel nacional sobre todo a la hora de presentarse ante el gobierno de turno ¿cuáles son los temas qué hay que abordar desde Mendoza?
Como primera medida creo que es fundamental un ida y vuelta, por un lado el tema de correcciones asimétricas que vengan hacia Mendoza porque ahí está la información entonces todo lo que sea la discusión con los gobiernos provinciales tenemos que tomarla de los informes de donde emana y donde se contrasta con otras provincias y hay un trabajo desde Buenos Aires para acá muy importante.
Después de la parte de Mendoza hacia allá tiene que ver con todas las problemáticas que nosotros nos encontramos, logísticamente hoy estamos viviendo una gran complicación con los pasos fronterizos, tenemos problemas con la infraestructura vial, sin ir más lejos esos 90 kilómetros en el sur de Malargüe que son los únicos que no están asfaltados de toda la ruta 40 y judicializado. Siguiendo en el mismo ámbito, no tenemos la doble vía a San Juan que es un camino que permanentemente tiene una gran accidentología, o sea todo lo que es la conectividad, la energía fundamentalmente es un tema preocupa, no puede ser que San Juan esté creciendo en parques fotovoltaicos y Mendoza no esté creciendo en ese en ese tipo de desarrollo y tenemos tareas por hacer también en la provincia.
Tenemos temas como el petróleo en el que permanentemente todos los informes hablan que declina y no estamos hablando de crecimiento. Después tenemos las industrias las más importantes para Mendoza como es la agroindustria, y si bien tienen instituciones que los representan, es importante tener una persona que instale de alguna manera estas problemáticas en un ámbito como la UIA.
Pongo un caso testigo y de ahora, lo que sucedió con Plastiandino que se incendió la fábrica, es un tema que lo estamos llevando en la mesa chica de la UIA y hay cuestiones importantes, por un lado la ayuda para volver a ponerla en marcha, pero también y fundamentalmente estamos buscando una ley de emergencia industrial, así como tenemos la emergencia agropecuaria. Esto sería que todo lo que van a hacer ahora para Plastiandino, quede en una ley instrumentalizado para futuras eventualidades en las industrias.
Todo esto, si uno está en estas mesas de decisión, no digo que se pueda alcanzar y que sea muy simple, pero sí me parece que hay otro nivel de atención.
No quiero sobre evaluar la posición, pero me parece que es una buena oportunidad para poner en valor lo que Mendoza puede contribuir por la Argentina, en materia logística, todo lo que es la salida del Pacífico, en las industrias basadas en el conocimiento que también tenemos un gran potencial.
En la asunción de la nueva comisión directiva, Daniel Funes, el presidente de la UIA habló sobre la gran preocupación por la restricción de importaciones. ¿Es uno de los temas más preocupantes?
La verdad que sí. Indudablemente es un problema que no tiene una solución inmediata porque el problema es físico, no existen los dólares, y eso obstaculiza la industria porque un producto aunque sea una parte ínfima en todo un proceso, si vos no lo tenés, no podés terminar otro bien.
Entonces es muy complejo eso porque en mucho de los casos, por pequeños montos, pueden trabar la industria. En muchos casos uno importa un producto pequeño pero en el fondo termina vendiendo un bien con un alto valor agregado que termina representando un ingreso en dólares espectacular para el país, entonces ahí está un poco el juego, el tire de afloje permanente que se está viviendo hoy por hoy en este tema.
¿Qué visión hay del país y como analizan lo que puede pasar después de las elecciones?
Me parece que vienen algunos cambios que tienen mucho que ver con que sin industria no hay país, todo parte de un proceso de producción, no de un proceso ideológico.
Me parece que ahí hay una clave y que nosotros lo que podemos hacer dentro de la industria, es justamente poner en valor lo que somos, en muchos casos empresas grandes y en muchos otros casos empresas pymes y que las pymes tienen un valor espectacular en la cadena de valor, en la cadena de suministro, en la generación del empleo.
Me quedo más enganchado con esa parte y cómo la política empieza a tomar sentido del rol que tiene el sector privado.
Un sector privado que ha estado alejado, muy alejado de la política, y me parece que tenemos que tener una intervención en la política que nos ayude a cambiar el entorno político en los temas que nos competen a nosotros, o sea, el interés en la medida de tu acción.
Los sectores productivos, los emprendedores, que son en Mendoza superior al 20% o 25% de la ciudadanía, no importa si está en blanco o negro en este caso, no puede ser que no tenga representación propia, con gente que venga de ese palo.
Creo fervientemente en eso y creo que la Unión Industrial de Mendoza, de Buenos Aires, y demás, nos materializan la importancia que tienen las industrias, los comercios, los servicios, con documentación que están debidamente hecha y me parece que lo que hay que hacer es generar enlaces y no estar compitiendo por quién tiene la verdad y la razón, ahí veo una clave fundamental. Los países que saben leer esto, los que trabajan con la materia gris de sus jóvenes, los que estimulan el desarrollo económico y el empleo, son países más justos, más equilibrados.
Me parece que lo que nosotros tenemos que hacer de este lugar es poner eso en valor y no entrar en temas ideológicos que en el fondo perjudican la visión estratégica y veo que la política está cambiando, por lo menos su mensaje acá en Mendoza con los principales candidatos, con un fuerte apoyo a las actividades privadas, a la generación de empleo privado. Ya lo están diciendo y me parece que eso significa que están cambiando.
Muchas veces se habla de fomentar y proteger el desarrollo de la industrial nacional pero después se pagan los productos más caros, que uno igual que se vende en un país vecino. ¿Cómo es entonces?
Sí, en eso tiene toda la razón del mundo, pero no es el sistema proteccionista de la actividad industrial. Ahí hay un velo que hay que terminar de correr, y es el peso del Estado sobre los bienes y servicios.
Es simple, retrae impuestos y después decime si soy competitivo o no. Vos acá ningún bien te cuesta, impositivamente hablando, menos de un 50% a un 60% por ciento. Ahí está la diferencia.
Y como el que cobra es el sector productivo, ahí está el tema de donde todos se cuelgan, en cambio si eso lo cobra la política en forma directa, seguramente el cantar sería otro para la sociedad. Y eso hay que decirlo como lo estamos diciendo ahora, nosotros hacemos el trabajo de ir a buscar ese 60% de un bien que son impuestos para el Estado, mientras el estado después se hace el Robin Hood, pero eso no va a cambiar si nosotros no lo ponemos como corresponde sobre la mesa.
¿Dejaría una reflexión final?
Yo sé que son momentos complejos, que son momentos muy difíciles, que a veces cuando uno ve una solución la descree más que aprovecharla y me parece que también tenemos que creer un poco, cambiar un poco el chip y ver qué cosas nosotros podemos madurar desde otro lugar, haciendo cosas distintas, como esto que estamos intentando por acá.
No puedo asegurar que la gestión va a ser impecable y mejor que otras oportunidades, pero sí tener la posibilidad de estar cerca. Creo que eso es lo que nos hace ser emprendedores y en eso me parece que los emprendedores son la clave de la salida de un país. Son una gran clave porque son los tipos que creen, son los que tienen una idea, son los inquietos, son los poco conformistas y Mendoza tiene un gran potencial ahí.
Esto era un imposible hace siete años y hoy con esta posibilidad que se da, de estar en la UIA, tenemos que aprovecharla. Sentémonos, juntémonos y veamos las cosas que se pueden hacer, ocupemos los lugares y acompañémonos entre nosotros, en las buenas y en las malas.