El Foro de Energía 2024, que se realizó esta tarde en la Facultad de Ciencias Económicas de la UNCuyo, fue un espacio planteado desde la universidad para que el sector público, el privado y la academia pudieran analizar en conjunto el nuevo escenario energético y qué oportunidades y desafíos tiene Mendoza en este contexto.
En el encuentro se coincidió en la necesidad de avanzar en la generación de energías renovables, como también en el aprovechamiento sostenible de los recursos no renovables, que pueden ser motor del desarrollo económico. Esto, sin olvidar la importancia de la infraestructura que posibilite el aprovechamiento en ambos casos.
La rectora, Esther Sánchez, planteó, en la apertura del foro, que Mendoza debe diversificar su matriz productiva y energética, y maximizar las oportunidades que ofrece la transición energética. Asimismo, resaltó que la UNCuyo tiene una carrera de energías renovables, que permitirá contar con técnicos y expertos capaces de liderar este proceso. Y aprovechó la oportunidad para defender la universidad pública, gratuita e inclusiva, que favorece este “trabajo colaborativo para construir una Mendoza y una Argentina mejores”.
Daniel Montamat, ex secretario de Energía de la Nación y ex presidente de YPF, analizó el panorama energético argentino y se enfocó en cómo maximizar la renta del negocio petrolero, y qué cambios han planteado el RIGI y la Ley Bases. Explicó por qué las distorsiones en los precios generaron una caída en la producción convencional y en las reservas de hidrocarburos. “Basta de barriles criollos”, lanzó.
Transición energética
En un panel del que participaron la ministra de Energía y Ambiente, Jimena Latorre, Carlos Tassaroli, de Tassaroli SA, y el vicerrector de la UNCuyo, Gabriel Fidel, el sector público, el privado y la academia hablaron sobre sus aportes respectivos a la transición energética, y cómo la sinergia puede asegurar el éxito.
Pablo Magistocchi, presidente de Emesa, encargado de coordinar el bloque, mencionó que el proceso ya está en marcha, por la velocidad del cambio tecnológico, que ha hecho posibles cosas que diez años atrás eran impensables, como que el GNL (gas natural licuado) sea un commodity, que el precio de los paneles solares sea muy competitivo o que mejoraran los sistemas de almacenamiento hasta permitir los vehículos eléctricos. Pero también, por la necesidad de descarbonizar la matriz energética y ser menos dependientes de los combustibles fósiles.
Consultada sobre cuál es el aporte del Gobierno a esta transición, Latorre respondió que se explica por el hecho de que el ministerio engloba hidrocarburos, minería y energía, con la mirada transversal del cuidado del ambiente. Resaltó que Mendoza tendrá, en dos años, parques solares con una potencia instalada de 700 MV, lo que a San Juan le tomó 15 años. Y mencionó la importancia de la infraestructura que permita transportar esa energía y distribuirla a los usuarios mendocinos.
La ministra indicó que “no es cuestión de bajar un interruptor para desenchufarnos de los fósiles”, porque se tienen que “terminar de explotar los recursos que aún quedan en el subsuelo”, haciendo referencia tanto al petróleo convencional como al no convencional. Asimismo, hizo referencia a la minería como una actividad que puede aportar los minerales -el cobre- que demanda el mundo para la transición, la necesidad de ampliar las reservas petroleras y de generar más energía solar e hidroeléctrica.
Tassaroli es una empresa familiar con más de 70 años de trayectoria, que nació como una industria metalmecánica que presta servicios al sector petrolero y minero, e incorporó el desarrollo de parques solares a su negocio. El empresario recordó que, cuando en 2016 recibieron una carta de Camessa que les decía que para 2025 el 20% de la energía que usaran debía ser renovable, comenzaron a estudiar el tema y, como no podían competir con los chinos en la fabricación de equipos, decidieron ser generadores, con la construcción de dos pequeños parques (de 10 megavatios en total). Añadió que han certificado los créditos de carbono.
A su turno, Fidel señaló que la universidad pública tiene tres funciones principales: la enseñanza, la investigación y la vinculación y extensión. Resaltó que la innovación es lo que posibilita el progreso tecnológico y dar saltos de calidad, y que para innovar es necesaria la investigación. Sin embargo, es fundamental que ese conocimiento llegue a la sociedad, al Gobierno, al sector empresario. En este sentido, indicó que el desafío es poder vincularse para provocar transformaciones.
Volver a ser una provincia productora de energía
El gobernador Alfredo Cornejo llegó al foro con la vicegobernadora Hebe Casado, para saludar al CEO de YPF, Horacio Marín, cuya disertación cerró el encuentro, y habló sobre “La importancia de la energía como palanca de crecimiento de Mendoza”. En un breve repaso, recordó cómo la provincia supo tener protagonismo en el panorama energético, pero la falta de inversión en infraestructura condujo a una pérdida de relevancia.
También señaló que la aparición de Vaca Muerta provocó que las empresas se concentraran en la explotación no convencional y las cuencas convencionales cayeran en todo el país. Sin embargo, mencionó que están trabajando con YPF e incorporando pymes a la actividad “con resultados alentadores”: una tímida mejora en la producción petrolera en 2023 y una sostenida en 2024.
Cornejo indicó que apuntan a que Mendoza vuelva a ser productora de energía y destacó las inversiones en energía solar; entre ellas, YPF, con su parque El Quemado, el primer proyecto en ingresar en el RIGI en todo el país. También señaló que la provincia tiene un superávit energético, porque produce más de lo que consume (aunque la distribución sea definida a nivel nacional).
Foco en el no convencional
Para el cierre, Marín presentó los avances y desafíos del Plan 4x4 que puso en marcha en YPF y también detalló diversas innovaciones en la gestión, que han permitido incrementar la rentabilidad. Lanzó que si logran que las exportaciones lleguen a los US$ 31 mil millones en 2031, al día siguiente renuncia, porque considera que sería un ciclo cumplido.
Expresó que, enfocándose en Vaca Muerta, quieren incrementar la producción para ampliar la torta. Y que la empresa perdió valor por invertir en no convencional, cuando en el mundo no lo hacen las grandes compañías, sino las pequeñas y medianas. Con el cambio de mirada, indicó, la acción pasó de valer US$ 15 dólares a US$ 40, y planteó que podría seguir aumentando. “Espero que todos hayan invertido en acciones de YPF porque subieron un 400%”, lanzó al auditorio.
Además, detalló los pilares estratégicos que han definido, como enfocarse en lo más rentable (Vaca Muerta), realizar una gestión activa del portfolio (deshacerse de campos maduros y de subsidiarias que no dan buenos resultados), maximizar la eficiencia y desarrollar el GNL, que entiende podría generar millones en exportación y cuyas reservas son muy superiores a las de petróleo.