Las canteras de Mendoza tienen una riqueza importante, porque geológicamente tenemos la ventaja de que abunda la piedra, su dureza y pureza es superior en relación a otras regiones del país.
A su vez, Mendoza tiene el defecto de que sus arenas poseen altos contenidos de partículas de polvo. Este último componente resulta ser un promotor de la humedad en los hormigones lo cual, dependiendo de su cantidad, puede afectar la calidad, y el cliente corre el riesgo de tener problemas en el futuro.
Hoy el rubro de canteras genera en la provincia más de 300 trabajos registrados (fuente: serie de empleo trimestral INDEC), aunque entendemos que es superior, porque no existe un relevamiento serio y hay mucha minería no registrada.
Cada vez que hablamos de una cantera no hablamos de megaproyectos de 10 ó 30 años de ciclo de vida, como si sucede en otros tipos de proyectos. La escala de producción es pequeña, por lo tanto, existen campos que tiene una vida útil de 50 a 100 años de utilidad. Por dar un ejemplo, en la localidad de Barrancas de Maipú, hay una cantera que ha sido explotada por al menos 3 empresas. Para entender de lo que hablamos, resulta que la vida de las empresas suele ser más corta que la vida útil de los yacimientos.
A la hora de implementar un proyecto de cantera, el estudio de suelos pétreos es muy sencillo y la tarea de exploración lleva muy pocas semanas de investigación; la puesta en marcha puede ser en cuestión de días con equipamientos pequeños. En este sentido y conociendo la demanda, Mendoza tiene bancos muy importantes de arena y ripio aptos para la construcción, suficientes como para ser explotados durante miles de años.
Regulación del Estado
Los mendocinos deben saber que nuestra actividad se encuentra regulada desde los años 90 por varios actores de la Administración Pública como la Dirección de Minería, la Dirección de Protección Ambiental, la Dirección de Hidráulica e Irrigación, Municipios y otros.
En relación a otras provincias nos encontramos muy atrasados, ya que la legislación es antigua, desordenada y la falta de visión estratégica por parte de todo el arco político, ha reducido la discusión a que el término minería es igual a la extracción de metales preciosos como el oro o el cobre.
Como la opinión pública condena esta minería, por el gran empleo del agua, los diversos gobiernos han reducido año a año todos los organismos de control, propiciando el desarrollo de minería (no metalífera) de manera ilegal para quienes “son vivos” y minería irregular, para quienes nos encontramos inscriptos y deseamos hacer todo en regla. Quedamos en posiciones grises porque nuestros expedientes quedan truncos; ante la falta de personal, una habilitación de minas puede durar 20 años en aprobarse.
Por ello, desde el sector pedimos que reordenen estos estamentos para garantizar una competencia leal, y se establezcan nuevos canales de diálogo para mejorar el acceso a financiamiento. También le damos las garantías a la comunidad mendocina, ya que para realizar nuestra actividad no es necesario el empleo de agua.
Ripiera Letard
Nuestra empresa, con más de 50 años dedicada a los servicios relativos a la construcción, comenzó con el transporte de materiales, luego continuó con servicios a constructoras y municipios, participando del aporte de áridos para la construcción de obras icónicas como el Hotel de Penitentes, hospitales como el Notti, autopistas como la 7 y la 40.
Tras muchos años de esfuerzo, los hermanos Pedro y Daniel Letard, nuestros fundadores, lograron comprar su primera cantera en los años 90, ubicada en la localidad de Barrancas, Maipú.
Para llegar a buenos niveles de excelencia, en la década del 2000 nuestra empresa instaló una de sus bases en Tupungato, donde extraemos el mejor material, conocido como Arena de Anchoris.
En la actualidad nos diferenciamos de nuestros competidores de la zona porque explotamos un yacimiento que cuenta con las mejores especificaciones técnicas, dándole garantías a nuestros clientes de que los porcentajes de polvo son los más reducidos, para evitar así la promoción de la humedad en los hormigones.
La década pasada la empresa fue transformándose y hoy tenemos el orgullo de que la segunda generación de la familia está conduciendo la empresa, haciendo frente a los nuevos desafíos que se propone la construcción, brindado cada día materiales de mayor calidad y mejor atención en la entrega de áridos. Tenemos la fortuna de poder combinar la experiencia y el prestigio de “nuestros viejos” con el empuje de nuestra generación, que busca modernizarse y penetrar en nuevos mercados.
Para eso estamos ampliando los sistemas de comunicación e información, renovando flotas de camiones y máquinas, y jerarquizando nuestras canteras, para dar un servicio de excelencia. A su vez, continuamos el legado de mantenernos trabajando a la par de nuestros empleados, los cuales consideramos que son parte de una gran familia.
Esta combinación de factores nos da un valor adicional, porque nos permite todos los días sentir que estamos buscando los mejores estándares, pero manteniendo el principio de que trabajo dignifica y nos hace mejores todos los días.
Nos sumamos a también al compromiso por la lucha contra el cambio climático. Entendiendo que nuestra actividad genera un gran impacto medioambiental, nos propusimos hace 10 años atrás que nuestros cierres de mina generen un valor positivo en el futuro. En este sentido, decidimos realizar proyectos económicos rentables en aquellos lugares donde ya habíamos usado el máximo potencial del yacimiento. Así se crearon 10 hectáreas de Malbec, en la cantera de la localidad Barrancas, Maipú. Como consecuencia y para nuestra sorpresa, hemos obtenido como producto una uva con altos estándares de calidad por la ubicación geográfica.
Para finalizar, en este Día de la Minería queremos enviar un especial saludo a nuestros colaboradores, nuestros empleados: ellos son un ejemplo para la provincia, hacen que la minería sea una actividad digna de ser empleada y cuidada como cualquier otra actividad, pensando en que el fruto del trabajo diario les de herramientas para que nuestros hijos crezcan y se desarrollen de manera próspera en esta maravillosa tierra mendocina.
