Con el pronóstico de sequía extrema y severa para todas las cuencas de los ríos de Mendoza en mano, la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi) puso en marcha una propuesta para crear un Fideicomiso Provincial de desarrollo para la inversión hídrica. El objetivo es financiar planes de obras y proyectos a largo plazo, que normalmente están sujetos a la disponibilidad transitoria de un presupuesto, como una política de Estado.
Para financiarlo, según explicaron desde Acovi, la idea es integrar, de forma progresiva, los fondos correspondientes a partes de las regalías petroleras, gasíferas e hidroeléctricas (netos de la participación municipal) cualquier otro recurso extraordinario y también los fondos nacionales que debería invertir la nación por estar en una situación de emergencia hídrica (como el dinero para Portezuelo del Viento) para conformar un fondo fiduciario coadministrado por representantes del sector privado.
“Con la sequía prevista ya no podremos mantener las hectáreas implantadas, aseguró Eduardo Sancho, presidente de Acovi, quien calificó como “escenario grave” a la situación que atraviesa la provincia. El cooperativista y ex superintendente de Irrigación aseguró que es necesario trabajar sobre nuevos planes en donde la inversión pública sea el motor de desarrollo.
En este sentido, Sancho destacó que es imposible mejorar el riego intra finca si primero no se mejoran los sistemas por donde se conduce el agua: el 85% de los canales son de tierra por lo que los problemas de conducción del sistema y las ineficiencias son altamente preocupantes.
Desde Acovi están buscando desarrollar un proyecto que vaya desde las “fuerzas vivas” al Estado, pero que cuente con una Ley para lograr desarrollar un fondo Fiduciario de administración público- privado. Para Sancho es necesario que el dinero de Portezuelo, unos mil millones de dólares, vaya a este Fondo Fiduciario, a lo que se sumarían parte de las regalías hidroeléctricas y parte de las regalías por recursos no renovables como el petróleo.
“Hay que trabajar en un fondo de proyectos que permita determinar cuáles son las obras hídricas que necesita la provincia, priorizando aquellas que nos hagan ahorrar litros de agua, las que sean más eficientes. El modelo de selección debería ser en función de estos parámetros”, indicó a Los Andes, Eduardo Sancho.
Para el titular de Acovi, es necesario acordar entre todos los partidos políticos y las cámaras un plan obras hídricas hasta el 2050, para tener como política de Estado. “La sequía no puede entrar en la grieta. Tenemos que trabajar en mejorar el sistema, tanto para consumo humano como para riego”, subrayó.
Sequía extrema y severa
La semana pasada el Departamento General de Irrigación dio a conocer el Pronóstico de Caudales de los ríos de Mendoza para la temporada 2022-2023 y el reporte reveló que los seis ríos más importantes de la provincia tendrán un año que se presentará con sequías hidrológicas extremas y severas.
A saber: en el Río Mendoza se espera un derrame de 800 hm³, lo que representa el 58% del año normal, por lo tanto, enfrente hay una sequía hidrológica severa. Este el mismo caso del Río Tunuyán, en donde se espera un derrame de 435 hm³, lo que representa el 51% del año normal.
En tanto, para cuatro cuencas la sequía será extrema. Este es el caso del Río Diamante en donde el derrame será 400 hm³, lo que representa el 40% del año normal. A la lista se suma también el Río Atuel, donde el derrame será de 570 hm³, lo que representa el 52% del año normal. En el Río Malargüe se espera un derrame de 125 hm³, lo que significa el 41% del año normal. En tanto, en el Río Grande se estima que el derrame será de 1330 hm³ (42% de lo normal).
Desde Acovi aseguraron que hay que trabajar en desarrollar infraestructura que permita desarrollar el riego a demanda. Es decir, un cambio total sobre el concepto actual que es “a la oferta”.
“Se puede invertir en desarrollar represas comunitarias entre los productores. A eso se pueden sumar perforaciones públicas, donde los productores que ya tienen permiso definitivo de agua puedan acceder cuando la necesitan, con la posibilidad de que pague un extra por ese servicio”, indicó Sancho.
La participación del Estado
Para el presidente de Acovi, la obra de El Baqueano es un proyecto hidroeléctrico que debería financiar la Nación. “El Trasvase del Río Grande al Atuel debería ser prioritario en esa agenda. Nos permitiría usar una cuota de agua que nos pertenece y que en una situación de sequía extrema no estamos utilizando”.
Además, recordó que los productores siempre han aportado al mejoramiento del sistema hídrico. “Hace años existe financiamiento internacional que debería aprovechar la provincia. Siempre que sea para ahorro de agua, el BID financia obras. Tenemos que gestionar proyectos”, apuntó.