Mientras unos meses antes de que llegue el momento de la actualización anual del alquiler, muchos inquilinos consultan con preocupación las calculadoras que permiten estimar el porcentaje de aumento, quienes quieren alquilar hoy se encuentran con que es muy probable que vayan a parar a una lista de espera, porque no hay propiedades disponibles. Esta realidad es consecuencia de que, entre otros factores, los propietarios prefieren alquilar de manera temporal a turistas antes de firmar un contrato con la ley de alquileres todavía vigente.
Para configurar este panorama, además de la ya mencionada prederencia por la renta al turismo, confluyen diversos factores: la implementación de una ley que desalentó a los propietarios y llevó a que varios sacaran sus casas o departamentos del mercado de alquiler, la ausencia de créditos para favorecer la construcción de nuevas propiedades, o una inflación que se acelera.
El presidente del Colegio de Corredores Públicos Inmobiliarios, Eduardo Rosta, comentó que en la mayoría de las inmobiliarias tienen lista de espera de gente precalificada. Es decir, que ya han presentado la documentación y deben aguardar a que aparezca una propiedad, porque la demanda sigue creciendo y la oferta no alcanza.
De todos modos, indicó que, de a poco, la situación ha ido mejorando, empujada por el contexto inflacionario mundial -el dólar se devalúa un 6% a un 8% anual-, que hace que haya quienes se vuelquen hacia el mercado inmobiliario como refugio de valor, aunque la rentabilidad no sea tan buena. Y con respecto a esto, también resaltó que ha mejorado bastante en comparación con el momento en que se implementó la ley de alquileres actual y se desplomó a los niveles históricos más bajos.
Rosta detalló que, entre quienes integran estas listas de espera, hay, sobre todo, jóvenes buscando irse a vivir solos, matrimonios jóvenes con uno o dos hijos, que buscan departamentos de dos dormitorios o casas pequeñas. Y en cuanto a los tipos de inmuebles de los que hay menor disponibilidad, comentó que la dificultad se extiende a todos, porque necesitan alquilar familias, personas que se separaron o divorciaron, adultos mayores que se quedaron con una casa muy grande cuando se fueron los hijos; lo que hace que la demanda sea alta para diversas tipologías.
Sí planteó que, cuando las propiedades se destinan al alquiler temporario para turismo, se ven particularmente afectados los estudiantes universitarios que llegan desde otras partes de la provincia a estudiar en las universidades del Gran Mendoza, porque buscan sobre todo departamentos de una o dos habitaciones, en el centro o cerca del parque General San Martín; zonas que también son atractivas para los visitantes.
“No tengo oferta”, fue la contundente respuesta de Diego Zeballos, de la inmobiliaria Zeballos, a la pregunta de si tenía inmuebles para alquilar. Y sumó que, en los últimos días, le llegó una casa de un dormitorio y ni siquiera la ofreció porque ya tenía tres pedidos. También un departamento, pero el futuro inquilino llamó para preguntar cuánto iban a pedir antes de que la ofertaran. E incluso una propiedad en Maipú, en la que la persona decidió esperar a que se hagan arreglos para alquilarla en cuanto esté lista.
Sobre el motivo de la caída de la oferta, señaló que influye el hecho de que los contratos duran ahora tres años, lo que ha frenado la rotación. Antes, sabía que iba a tener un buen número de alquileres nuevos -personas que no renovaban el alquiler, sino que buscaban otra propiedad, más grande o pequeña, en otra zona- en julio y en diciembre y enero. Estima que esto se debía a que para las familias es más sencillo mudarse en vacaciones.
Pero ahora, esa rotación no se produce cada dos años, sino cada tres, lo que implica que recién en julio de 2023 se terminarán los primeros contratos que se firmaron con la nueva ley. Pero también hubo decretos que extendieron, durante la pandemia, los que estaban vigentes, hasta marzo de 2021 inclusive, y esos se renovarán en marzo de 2024.
Zeballos señaló que, por otro lado, los propietarios que alquilaron en 2020 se encuentran con que el valor del alquiler está muy por debajo del actual de una casa o departamento similar; entre un 40% y 50% menos de lo que se está pagando hoy. Es que el monto mensual, subrayó, no se rige por la inflación, sino por el mercado. Y ante la ausencia de oferta, aunque el precio sea alto, la propiedad se alquila porque no se encuentran otras.
Además, quien alquila sabe que ese valor se va a quedar congelado por los próximos 12 meses y que la actualización, aunque roce el 100%, no va a llevar el monto al que tendrán los inmuebles que se alquilen dentro de un año. De ahí que muchos propietarios ya le han adelantado que, cuando se termine el contrato, no volverán a alquilar, porque la rentabilidad oscila entre el 2,7% y el 3,2% anual (esto último si no se tienen que hace ningún tipo de arreglo).