El Instituto Nacional de Vitivinicultura dio a conocer su pronóstico y este año se levantarán 17,9 millones de quintales, 24% que el año pasado, cuando efectivamente se cosecharon 14,5 millones de quintales. La provincia de Mendoza tendrá una mejora también en su vendimia y este año se prevé que se cosechen 11,9 millones de quintales, 28% más que en 2024.
San Juan y el resto de las provincias
Cabe recordar que a principios de febrero el Instituto Nacional de Vitivinicultura dio a conocer el pronóstico de producción de uva para el año 2024 en la Zona Norte de Argentina, como parte de un continuo trabajo en colaboración con instituciones gubernamentales y entidades privadas en todas las regiones vitivinícolas del país.
Así se espera que Salta coseche un 6% más que en 2024, Catamarca 19% más, La Rioja 9% más y San Juan incrementará su producción en 16%, eso significa una cosecha para la provincia vecina de 4,7 millones de quintales.
Según explicaron en el INV, dada la peculiaridad de la maduración temprana de las uvas en las provincias del norte argentino, se han presentado en primer lugar los resultados obtenidos en San Juan, La Rioja, Catamarca y Salta.
El análisis realizado en las regiones del norte arroja un incremento en la producción con respecto a la temporada anterior, reflejando un panorama alentador para la industria vitivinícola en esas provincias. Hasta la fecha de los informes, que corresponde al 24 de enero de 2024, se ha observado una notable salud en los viñedos de todas las provincias evaluadas.
Las estimaciones presentadas cuentan con un margen de incertidumbre del 5%, y se espera que el desarrollo de la temporada confirme estas tendencias positivas para el sector.
La pelea por los precios
Con una incipiente cosecha de variedades tempranas y sin un mercado formado aún, tanto en el Valle de Uco como en la Zona Este, asociaciones de viñateros han planteado lo que consideran “justo” para su producto.
La inflación de punta a punta en 2023 registró una suba del 211% y los productores aseguran que el valor de producto debería seguir ese dato, como concepto de mínima, no obstante algunos pedidos llegan dolarizados. El año pasado se pagó en promedio 10.000 el quintal de criolla de contado, las tintas B (Tempranillo, Bonarda, Merlot, Syrah) en promedio 15.000 el quintal, y las tintas A (Aspirant, Angelotta, Malbec y Cabernet) 25.000 el quintal. Vale recordar que en el 2023 se cosecharon 14 millones de quintales, la vendimia más baja de la que se tenga registro.
Para los bodegueros las condiciones cambiaron, reconocen que estamos a las puertas de lo que podría ser una cosecha general de entre 18 y 19 millones de quintales, superior a la de 2023 pero por debajo del promedio de los últimos diez años, admiten además que las perspectivas de venta son malas. Es que en 2023, las ventas en el mercado interno cerraron con una baja del -6,3% y las exportaciones se derrumbaron -25,7%. Así se espera que este año con recesión implique una caída en las ventas del mercado local, mientras que las exportaciones son una incógnita.
Bajo este escenario en la zona Este ya hay precios circulando de contado: uvas tintas A a ofrecen 35.000 pesos el quintal de uva, mientras que las tintas B cotizan a 25.000 pesos el quintal. Por otro lado, las uvas blancas B (Pedro Gimenez, Uniblanc) se habla de 18.000 pesos el quintal, con un contenido de 180 gramos de azúcar, y las uvas criollas se ofrecen a 16.000 pesos el quintal de contado.
Y los productores están pidiendo para las uvas criollas 37 centavos de dólar (cotización Banco Nación $ 845) es decir $31.000 el quintal, para las tintas A piden 0,70 centavos de dólar, es decir, $ 59.000 mil el quintal, en tanto para las tintas B 50 centavos de dólar, unos $ 42.000 el quintal.