La permanencia de la mayoría de los vinos en el programa Precios Máximos, que congeló el valor de alimentos, bebidas, productos de higiene personal y limpieza en el valor que tenían el 6 de marzo de 2020, ha generado preocupación en el sector vitivinícola. Es que sólo se permitieron dos incrementos: uno del 4% en julio y otro del 6% en octubre, mientras el vino de traslado -el principal insumo de la industria- pasó de $8 a $22 en los últimos 12 meses.
Si bien se han ido quitando diferentes productos del extenso listado, por considerarse que no son de primera necesidad para los consumidores, hasta ahora sólo se han retirado muy pocas etiquetas de vino, de alta o media gama. Por otra parte, se esperaba que el programa terminara el 31 de enero, al tiempo que se reforzó Precios Cuidados, pero desde la Secretaría de Comercio de la Nación ya adelantaron que se extenderá un tiempo más.
De ahí que en el sector vitivinícola ha empezado a escucharse que, ante la cercanía de una nueva cosecha, en la que se anticipa que habrá costos bastante más altos, algunos elaboradores podrían empezar a restringir el stock por la incertidumbre sobre cuál será el valor de reposición.
Sergio Villanueva, gerente de la Unión Vitivinícola Argentina, señaló que la Secretaría de Comercio de la Nación ha acordado con las empresas de bebidas -cervezas, gaseosas la eliminación de sus productos de Precios Máximos cuando destinan algunas de sus marcas a Precios Cuidados. Este último programa, se debe recordar, pasó de incluir 400 artículos a 660 con su renovación el martes pasado.
Sin embargo, detalló que esto es mucho más complejo en el caso del vino porque hay una gran cantidad de bodegas, aunque las grandes elaboradoras, de etiquetas de consumo masivo, podrían tomar una decisión similar. Planteó que lo que está sucediendo es que, con la suba de los costos, en algunos casos ya no conviene vender, porque se anticipa que el valor de reposición de la mercadería será mayor. De hecho, resaltó que el precio de estos vinos está por debajo del de la cerveza.
Villanueva indicó que hay asociados que han empezado a restringir sus entregas a la espera de ver si se resuelve esta situación, ya que se sabe que en la cosecha de 2021 el valor de la uva va a ser más alto. Por eso están poniendo cupo a sus ventas, sobre todo las que destinan al canal supermercados, y existe preocupación de que esto pueda afectar los despachos.
Eduardo Sancho, presidente de Fecovita (Federación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas), comentó que se está trabajando para destrabar el tema de Precios Máximos y añadió que hay inquietud porque empieza a hacerse difícil que siga aumentando el valor del vino de traslado. “Lo que no se entiende a nivel nacional es que veníamos con un precio bajísimo, de ruina para el productor”, lanzó.
Si bien en el último año hubo una recuperación del valor que se paga al productor primario, Sancho indicó que esto tiene que seguir sucediendo y que en esta cosecha habrá una fuerte suba del precio de la uva, aunque aún se desconoce de cuánto y cuál va a ser el “costo Covid” (de implementar protocolos durante la tarea para evitar los contagios). Pero confió en que las autoridades nacionales entiendan el planteo y se liberen más vinos del congelamiento.
Insumo más caro
Francisco Do Pico, vicepresidente de Bodegas de Argentina, recordó que dentro del programa Precios Máximos –que, en el marco de la pandemia, retrotrajo los precios de numerosos productos de supermercados al que tenían el 6 de marzo- se permitieron dos incrementos, en julio y octubre que, para el caso de los vinos, fueron del 4% y 6%, respectivamente. En noviembre se eliminaron algunos pocos vinos de la lista y hace unos días, otros más. Pero resaltó que se trata de etiquetas con un valor superior a $600, que representan menos del 5% del volumen comercializado en el país.
El gobierno nacional decidió ir retirando de modo progresivo el programa, que había trascendido se eliminaría el 31 de enero, a la vez que fortaleció el de Precios Cuidados. Sin embargo, en este último no está incluido ningún vino. De hecho, las dos empresas que participaban -Fecovita y Peñaflor- se retiraron en octubre del año pasado, porque no podían sostener los precios.
Do Pico señaló que el precio del vino como insumo (en el mercado de traslado) ha tenido una suba muy importante -pasó de $8 en diciembre de 2019 a $22 en el mismo mes de 2020-, lo que hizo desaparecer la rentabilidad, sobre todo en el segmento de vino de mesa y de genéricos embotellados. También aumentaron, detalló, los costos salariales, por las paritarias, y de los insumos secos: cajas, botellas, tapones, etc.
Por otra parte, se acerca una nueva cosecha, con la certeza de que el precio de uva se actualizará, porque este año hubo una importante exportación de vinos a granel, lo que redujo considerablemente los stocks, luego de que la cosecha de 2020 fuera bastante acotada. A esto se debe sumar el costo de implementar restricciones para cuidar la salud de los trabajadores. Bodegas de Argentina ya ha solicitado una audiencia con la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, ya sea para acelerar el “deslistado” de los vinos de Precios Máximos o para permitir un nuevo incremento de los que siguen incluidos dentro del programa. Asimismo, esperan poder conocer cómo va a seguir la situación para poder decidir qué vinos elaborar, de cara a una nueva cosecha. A diferencia de Precios Máximos, donde se incluyó por resolución un buen número de alimentos, bebidas, productos de limpieza e higiene personal, el de Precios Cuidados es de adhesión voluntaria. Sin embargo, la aceleración de la inflación - en diciembre fue la más alta del año, con un 4%- ha llevado a que, si bien el gobierno manifiesta sacar de la lista de congelados aquellos artículos que “tienen una moderada relevancia en la satisfacción de las necesidades básicas de los consumidores y usuarios, y un mayor grado de sustituibilidad”, en la práctica se negoció el paso de una cierta cantidad de los retirados a Precios Cuidados.