El sector hotelero sigue atravesando una tormenta, buscando hacer pie entre la incertidumbre que generan las restricciones sanitarias y el peligro constante de quiebras. En Mendoza, hay más de una decena de hoteles de tres y cuatro estrellas que cerrarán temporalmente sus puertas, esperando a un mejor momento para volver a la actividad plena.
En tanto, desde la Asociación de Hoteles de Turismo (AHT) se estima que a nivel país se cerrarán 1.700 establecimientos y se perderían 170.000 puestos de trabajo. Con ese escenario a cuestas, hoy por la tarde las principales cámaras vinculadas a la actividad se reunirán con el Gobierno Provincial a agenda abierta.
Situación crítica
Desde marzo del 2020, la crisis de los hospedajes y hoteles cada vez es más pronunciada, partiendo de la facturación cero durante gran parte de la temporada pasada a funcionar -en el mejor de los casos- con promedios de ocupación del 20%. En nuestra provincia, tienen cerradas sus puertas el hotel Río Diamante y los apart Huassu y Andesol (San Rafael); el Hotel Confluencia (Gran Mendoza) y el hotel Pórtico del Valle (Uspallata), por citar algunos ejemplos. A estos, se sumará el cierre de más de diez hoteles de 3 y cuatro estrellas en las próximas semanas, según aseguraron fuentes del sector.
“La situación es difícil. Hay hoteles que han cerrado, pero no se sabe realmente cual es su situación. Algunos no han vuelto a abrir, otros esperan el momento del mercado para ponerse en alquiler o a la venta y otros, simplemente aguardan en stand by”, sostuvo Arturo González Martín, presidente de la Cámara de Turismo Mendoza. Desde el sector se espera por medidas fuertes, que les ayuden a soportar la crisis y no quedar en el camino. “El año pasado todos traíamos el respaldo financiero del 2019, pero este es más duro, porque venimos de una temporada con una facturación muy baja y no tenemos la misma disponibilidad financiera; arrastramos deudas”, puntualizó González Martín.
De todas formas, la realidad es muy particular en cada caso. No existe una media que envuelva al total del sector. El ex Hotel Intercontinental, por ejemplo, atraviesa una situación compleja, porque el año pasado se quedó sin marca –por la finalización del contrato- y aún no ha logrado concretar la llegada de una nueva franquicia de renombre internacional; mientras tanto le alquila dos pisos al hospital italiano para la atención de pacientes con Covid-19. “Los hoteles hospitalarios por ahora no le dan un respiro al sector. El Gobierno ha contratado a uno solo”, explicó la titular de la Asociación Empresaria, hotelero, Gastronómica y Afines de Mendoza (Aehga), Beatriz Barbera.
También compartió su opinión Arturo González, presidente de la Cámara de Turismo de Mendoza. “Estamos trabajando con una ocupación mínima. Por las restricciones no hay pasajeros corporativos y el turismos receptivo es casi nulo. No podemos hacer nada contra el miedo de la gente. Así no hay promociones que funcionen”, lamentó.
En relación a los cierres temporarios, González señaló que algunas empresas tienen apenas un 5 % de ocupación, lo cual los hace inviables. “Hay tres ventas en el corto plazo para evaluar a la actividad y poder tomar una decisión; la primera durante el fin de semana largo del 25 de mayo, la segunda en junio, con la Copa América, y la última durante las vacaciones de invierno”, apuntó.
Por su parte, Lorena Tomasevich, del hotel Aconcagua, advirtió que pronto habrá que afrontar el pago de la Ganancia Mínima Presunta (equivale al 1% de los activos de la empresa) y para muchas empresas será un gran problema, porque el año pasado casi no tuvieron facturación. “El turismo se ha sostenido hasta ahora gracias a su capital humano, pero es muy difícil persistir cuando se recibe el 60% del salario”, destacó.
“Desde el primer día se ha pedido al Gobierno Nacional que declare la emergencia del sector. Ya son 15 hoteles los que han cerrado en Mendoza y si no hay una respuesta rápida, quedaran solo edificios vacíos”, completó Tomasevich.