Aunque habrá que esperar una semana más para que el Indec difunda los datos de inflación del mes de marzo (los dará a conocer el viernes 14), los analistas privados anticipan que estaría en el orden del 7%. Esto significa que el plazo fijo tradicional, que había superado levemente a la suba de precios en meses pasados, ya no sería la herramienta adecuada para evitar la pérdida de poder adquisitivo de los ahorros.
A mediados del mes pasado, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) incrementó en 300 puntos básicos la tasa de política monetaria, con lo que el interés que pagan los plazos fijos subió del 75% al 78% nominal anual (TNA). Esto fue luego de que se conociera que el Índice de Precios al Consumidor había sido de 6,6% en febrero. De esta forma, los plazos fijos tradicionales de hasta $10 millones de pesos pasaron de rendir un 6,25% a 6,5% mensual para los depósitos con vencimiento a 30 días, mientras que la tasa efectiva anual (TEA) es de 112,9% anual.
Lo curioso fue que si bien el promedio de inflación nacional fue del 6,6%, en Mendoza se ubicó unas décimas por debajo. La Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE) indicó que el nivel general del Índice de Precios al Consumidor registró en febrero una variación del 6,2% en comparación con enero. Esto significa que los ahorristas mendocinos que optaron por el plazo fijo tradicional tuvieron un rendimiento positivo; situación que no se dio en otras partes del país.
Sin embargo, si las estimaciones privadas se confirman y la inflación de marzo es del 7%, la tasa del 6,5% resultaría insuficiente. Claro que habrá que esperar a ver qué decisión toma el Banco Central una vez que el Indec difunda los datos oficiales, ya que viene ajustando el interés periódicamente para favorecer los depósitos en pesos.
De no suceder esto, el plazo fijo UVA, que se ajusta por la evolución del Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), más el 1% anual, podría ser una opción más rentable, sobre todo si se cumplen los pronósticos de que la inflación se seguirá acelerando en los próximos meses. Esto, porque, de alguna manera, el ajuste de tasas se produce después de que se conoce el dato de que el depósito tradicional perdió. Pero para algunos, el hecho de tener que inmovilizar los fondos durante 90 días -el tiempo mínimo para el plazo fijo UVA- puede resultar difícil ante un contexto de tanta incertidumbre.