A mediados de abril el Directorio del Banco Central dispuso aumentar las tasas de los Plazos Fijos, y estos instrumentos volvieron a despertar interés en la población, con rendimientos del 3,8% mensual, o del 46% anual. Sin embargo, con proyecciones de inflación cercanas al 6% mensual (5,7% según EcoGo), es probable que vuelvan a retrasarse como instrumentos de ahorro.
Así, como señalamos anteriormente, con un salario promedio de bolsillo de un mendocino de $75.000 (a enero de 2022), colocado a plazo fijo, se obtendría en 30 días un capital total de $77.850. Es decir, una ganancia de $2.850, o un 3,8% de interés.
Si durante el mismo mes la inflación superara los 5 puntos, la tasa del plazo fijo tradicional ya no sería tan atractiva, y en este contexto de incertidumbre vienen subiendo los Plazos Fijos en UVA, como opción para asegurarse de ganarle sí o sí a la inflación. Es que, como instrumento la contemplan y, además, suman un rendimiento del 1%.
De esta manera, con $75.000 de inversión, y una inflación del 5% mensual, se obtendrían en 90 días, $7.575 de rentabilidad (+5% mensual a 90 días, +1%). De todas maneras, esta es una simple proyección y variará según el aumento de los precios generalizado que marque el Indec.
Evolución de los Plazos Fijos UVA
Los depósitos a plazo en Unidades de Valor Adquisitivo (UVA) crecieron desde fines del año pasado, con una fuerte aceleración a partir de marzo. Estas colocaciones –sumadas las tradicionales y las precancelables– alcanzaron a fines de marzo un saldo de más de $250.100 millones, posicionándose a precios constantes en un nivel similar al de mediados del año pasado, cuando habían registrado el máximo valor. Ambos tipos de instrumentos ajustables por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) se incrementaron en el último mes (promedio móvil a 30 días): la subida fue de 7,8% para las colocaciones tradicionales y de 12,8% para las precancelables, con datos al 19 de abril.
Los tipos de instrumentos a plazo ajustables por el Coeficiente de Estabilización de Referencia que existen son los tradicionales y los precancelables. Los primeros se instrumentan en pesos y se convierten en UVA al momento de la colocación. Al finalizar el plazo de inmovilización se calcula el interés devengado y se convierte el capital actualizado según el valor del UVA del momento (cuyo precio se actualiza continuamente en función del CER). El plazo mínimo de colocación de este instrumento es de 90 días.
Los depósitos a plazo en UVA con opción de cancelación anticipada tienen también un plazo de 90 días, pero el ahorrista puede hacer uso de la opción de precancelación a partir del día 30. La tasa que pagan estos instrumentos es diferente si se precancela o si se mantiene hasta su vencimiento. En el primer caso, la tasa de interés nominal anual es fija en pesos y actualmente se ubica en 41% (la tasa efectiva anualizada es de 49,66%). En el segundo caso, y de tratarse de personas humanas, se paga una tasa de interés mínima garantizada de UVA + 1%.