Según datos del Emetur, la provincia cuenta con un promedio de 192 vuelos semanales, de los que 144 son de cabotaje y 48 internacionales. Esto implica que se recuperó el número de 2019. Desde el sector turístico aguardan la ampliación de la aeroestación Francisco Gabrielli, pero resaltan que también se necesita mejorar otras vías de conexión y trabajar de modo coordinado con los aeropuertos de San Juan y San Luis.
Durante la pandemia, la provincia perdió un buen número de conexiones áreas, que se fueron recuperando con el tiempo. Los empresarios turísticos insisten en la necesidad de seguir sumando vuelos directos a destinos nacionales e internacionales, sin tener que pasar por Buenos Aires. Ciertas desregulaciones en las que ha avanzado el Gobierno nacional, como los “cielos abiertos”, podrían favorecer esto.
En julio, se publicó el decreto 599/2024 en el Boletín Oficial de Nación, que habilitó el ingreso de nuevos operadores a los mercados aerocomerciales, desreguló los servicios de rampa en los aeropuertos -hasta entonces, sólo prestados por Intercargo y algunas aerolíneas para sus propios vuelos- y agilizó los procesos de otorgamientos de rutas. Asimismo, facilitó a los propietarios de pequeñas aeronaves que puedan operar (hasta ahora, tenían los mismos requisitos que las líneas áreas grandes).
Esto abre un panorama de posibilidades que no estaban disponibles, pero también demanda avanzar en ciertos aspectos para poder aprovechar ese potencial. Existe un cierto consenso en que el aeropuerto El Plumerillo “ha quedado chico” para el movimiento actual, ya que, aun cuando no hay demoras ni cancelaciones, la terminal y los locales de servicios resultan insuficientes para la cantidad de pasajeros en ciertos horarios. Aún más, para un crecimiento de la conectividad.
En febrero, en el marco del Foro de Inversiones y Negocios (que organizan en conjunto el Gobierno provincial y el Consejo Empresario Mendocino), el gobernador Alfredo Cornejo anunció que se estaba trabajando en un proyecto para ampliar la terminal en 2025, con el objetivo de sumar nuevos vuelos internacionales en un futuro y mejorar los servicios.
Los primeros días de mayo, el gobernador y la presidente del Ente Mendoza Turismo, Gabriela Testa, se reunieron con el secretario de Transporte de Nación, Franco Mogetta, para hablar sobre la necesidad de ampliación del aeropuerto El Plumerillo, la finalización de las obras en la estación terminal aérea de San Rafael y el mejoramiento del aeropuerto de Malargüe.
“Las ampliaciones en el aeropuerto internacional El Plumerillo permitirán duplicar su capacidad actual, pasando de tres mangas a cinco. Además, esta iniciativa contempla la incorporación de dos posiciones remotas adicionales, lo que elevaría el total a siete puntos de embarque. Mendoza se ha transformado en uno de los destinos turísticos más elegidos. Queremos seguir fortaleciendo esa actividad con estos proyectos que beneficiarán aún más el turismo en nuestra provincia y en el país”, detalló Cornejo en la red X.
El proyecto ejecutivo, elaborado por Aeropuertos Argentina 2000, debe ser financiado en parte por la empresa y en otra parte por los fondos que recauda el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna), del concesionario y de tasas aeroportuarias.
Las últimas licitaciones se lanzaron en 2022, entre las que están incluidas las obras en la aeroestación de San Rafael, que se suspendieron y se retomarían el mes próximo. Desde el Gobierno provincial entienden que, cuando se concluyan estos procesos y se avance en otros nuevos, el proyecto de El Plumerillo estaría entre los prioritarios, por tratarse del aeropuerto que recibe mayor cantidad de pasajeros internacionales después de Ezeiza y Aeroparque, y también de los nacionales, después de esos dos y el de Córdoba.
La propuesta de Aeropuertos Argentina 2000 contempla sumar 5 mil metros cuadrados a la terminal. Se debe recordar que la pista fue refaccionada en 2016, motivo por el que el aeropuerto estuvo cerrado durante tres meses y se implementó un sistema de traslados con taxis al aeropuerto de San Juan, como también de vuelos desde el aeroclub de La Puntilla.
Como contraparte, el aeropuerto de San Rafael tiene sólo un vuelo diario, desde y hacia Buenos Aires, pero la falta de un sistema de aterrizaje instrumental (ILS, por sus siglas en inglés), que guía al avión en su aproximación a la pista al momento del descenso, hace que los vuelos deban ser desviados a El Plumerillo cuando no hay buena visibilidad.
Fondos de Portezuelo
Como el anuncio del proyecto de ampliación del aeropuerto fue realizado por el gobernador durante el foro del CEM, Los Andes consultó al presidente actual de la entidad, Martín Clement, quien resaltó que la aeroestación es importante no sólo para el turismo, sino también para la generación de negocios y como un hub de cargas.
En este sentido, coincidió en que ampliar la terminal de pasajeros sería muy bueno, pero que también hay una idea que definir un sector para los vuelos privados, que necesitan de una infraestructura distinta a los viajeros de línea. Resaltó que el turismo VIP está creciendo en la provincia y requiere de un tratamiento diferencial.
Sumó que, en el marco de las comisiones del CEM, la de turismo ha planteado como posibilidad que se utilice parte de los fondos de Portezuelo para financiar esta ampliación. Aunque reconoció que el aeropuerto es una propiedad federal, no provincial, planteó que esta podría ser una opción, entendiendo el impacto que podría tener en la economía mendocina y la capacidad de repago con las tasas que pagan los pasajeros. “Sería algo virtuoso”, acotó.
La obra facilitaría alcanzar la meta de que El Plumerillo alcancen, en un futuro, los 50 vuelos diarios -hoy tiene menos de la mitad-, ya que el de Cartagena recibe 60, el de Lima 400 y el de Buenos Aires, 500.
Red de aeropuertos y de autopistas
Edmundo Day, titular de Aehga (Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines de Mendoza), detalló que la conectividad área es un tema de mucha importancia para quienes integran la entidad, por el papel determinante que tiene en la actividad, ya que facilita, sobre todo, la llegada a los mercados regionales, estadounidense y europeo. “Estamos convencidos de que es necesario concretar, lo antes que sea posible, la ampliación del aeropuerto actual para poder recibir y enviar vuelos de mayor porte”, añadió.
Precisó que hoy la estructura tiene limitaciones para resolver “cuellos de botella” que se producen, por ejemplo, cuando hay problemas meteorológicos, alguna huelga (bastante frecuentes por estos días) o distintas situaciones que hacen que, por momentos, la terminal se llene de personas, el estacionamiento de vehículos y resulten insuficientes los servicios.
Por otro lado, señaló que una infraestructura más amplia permitiría la llegada de aeronaves de mayor tamaño, lo que implicaría un incremento importante en el flujo de turistas. Actualmente, detalló, los vuelos que se reciben trasportan, en promedio, unos 200 pasajeros, pero hay aeronaves que superan ampliamente ese número.
Day mencionó también que lo lógico sería tener un aeropuerto más grande y con más servicios en Mendoza, pero que se complemente con los del Sur provincia, San Juan y San Luis. Explicó que las aeroestaciones regionales podrían recibir más vuelos nacionales, sobre todo de Buenos Aires y de Córdoba, y en particular de líneas aéreas low cost. Esto, sin embargo, demanda que exista una muy buena red de autopistas, que conecte Mendoza con San Rafael y Malargüe, como también con las provincias vecinas.
Diego Stortini, emprendedor turístico de Tunuyán y vicepresidente de la Federación Económica de Mendoza (FEM), comentó que la provincia es un corredor bioceánico estratégico, “pero su infraestructura vial y logística no está a la altura. En las últimas dos décadas, hemos perdido la oportunidad de consolidarnos como una provincia logística de peso debido a la falta de inversión en nuestras rutas”, planteó.
Consideró que, además de la mejora del aeropuerto, es prioritario invertir en la infraestructura terrestre, para asegurar una conectividad eficiente y sostenible. Sumó que el estado de las rutas terrestres es uno de los mayores desafíos, porque la mayor parte de la producción industrial y agrícola se transporta por carretera, pero muchas rutas, como la 40 y la internacional a Chile, están en condiciones deplorables. Y esto no solo afecta a la industria, sino también al turismo y el comercio.
Planteó que se podría implementar la misma estrategia que en San Luis y Santa Fe, de que la provincia gestione sus rutas nacionales, atrayendo inversión privada para mejorar la infraestructura vial y colocando peajes. Esto, al menos en las rutas 7 y 40.
De todos modos, indicó que la ampliación de la aeroestación permitirá mejorar la conectividad y atraer más líneas aéreas. Sin embargo, advirtió que esta expansión debe complementarse con medidas como la desregulación aeroespacial (cielos abiertos) y la reducción de los costos de vuelos, tanto comerciales como de carga.
Qué pasa en el Sur
San Rafael y Malargüe tienen aeroestaciones, que también están en concesionadas a Aeropuertos Argentina 2000 y formaron parte del pedido del Gobierno provincial al Ministerio de Transporte de Nación. Gabriel Brega, presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Agropecuaria de San Rafael, comentó que la obra de remodelación empezó en 2022, pero fue suspendida este año (junto con un buen número de obras públicas nacionales). Sin embargo, en octubre se retomarán los trabajos.
La obra, que ya tiene un buen grado de avance, incluye la refuncionalización de la pista, mejorando la capacidad de carga que pueda soportar la carpeta asfáltica sobre la que aterrizan las aeronaves, lo que permitirá recibir más vuelos y aviones de mayor porte. Como también, la remodelación integral de la terminal de pasajeros, para brindar más espacio y confort a los viajeros.
Brega indicó que, además, se necesita de un equipamiento, el ILS, para que puedan aterrizar aviones en días de poca visibilidad. Ya que, ahora, cuando las condiciones del tiempo no son buenas, los aviones deben viajar a Mendoza. Sumó que se había conseguido uno, pero durante la pandemia se derivó a otro aeropuerto y resaltó que la falta de este instrumento hace que algunas empresas, por protocolo, no puedan descender en esa pista.
También mencionó que han enviado notas a aerolíneas low cost, para invitarlos a que ofrezcan rutas a San Rafael, ya que, hasta ahora sólo tienen un vuelo diario de Aerolíneas Argentinas, cuyos pasajes cuestan el doble que a Mendoza; lo que entiende es un abuso. Por otra parte, el avión sale al mediodía a Buenos Aires y vuelve a las cinco de la tarde, lo que obliga a quienes tienen que viajar por gestiones a quedarse una noche allá.
El directivo de la cámara planteó que el costo de operación de ese aeropuerto es muy alto para tener un solo vuelo diario y que mucha gente debe viajar los 230 kilómetros hasta Mendoza para tomarse un avión. Indicó que deberían sumarse más frecuencias a Buenos Aires y que podría ofrecerse una conexión a Córdoba, desde donde hay rutas a diversos destinos, incluso internacionales.
El aeropuerto de Malargüe, comenta el secretario de la comisión directiva de la Cámara de Comercio del departamento, Eduardo Araujo, está habilitado para recibir distintos tipos de aeronaves y también vuelos internacionales; aunque, en ese caso, debe acudir personal de aduana, que no están en forma permanente en el lugar.
Sin embargo, reconoce que la capacidad para pasajeros es acotada y requeriría de una ampliación. La aeroestación ha sido puesta en la mira en los últimos meses, no sólo por la actividad turística -quienes van a Las Leñas suelen tomarse un avión a San Rafael y, desde ahí, recorren los 270 kilómetros al complejo-, sino también por las perspectivas que se están abriendo para la actividad petrolera y minera en el departamento sureño.
Araujo señala que llegan aviones privados, pero no tienen vuelos regulares y que el último lo operaba LADE, dentro de la ruta del petróleo, con escalas en Neuquén, Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia. Consideró que, con la industria petrolera y la minera que está comenzando a desarrollarse, contar con un vuelo frecuente sumaría un atractivo adicional, porque facilitaría la llegada de ejecutivos.
De todos modos, añadió que otra de las preocupaciones de la cámara tiene que ver con el desarrollo de infraestructura para Malargüe Distrito Minero Occidental, que involucra el ferrocarril -el tendido llega hasta la ciudad- y las rutas. Recordó que hay 80 kilómetros de la ruta 40 sur sin pavimentar y puentes, sobre el río Grande y el río Malargüe, que deben reconstruirse. Esto, resaltó, es fundamental para que las actividades puedan ser rentables.
