Han firmado el check out del hotel, a su visita a Mendoza le quedan apenas unas horas, tiempo suficiente como para recorrer la ciudad y conocer un poco más. En el lobby, Federico Hardziej, Rodrigo Falco y Eugenio Díaz Lis esperan en los sillones. Esta plaza -por su calidad de vida- ha reunido las condiciones que imaginan para agregar valor a su propuesta. El día anterior ellos han inaugurado una oficina de la empresa en Olegario. “Es parte de un crecimiento orgánico”, dicen. El objetivo es la contratación de 30 profesionales locales en el transcurso de un año.
Patagonian es la empresa de tecnología más grande del sur de Argentina. Nació con la mística del “garaje”, con tres computadoras personales. Actualmente el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y el gigante Amazon son parte de su cartera de clientes, de partners.
La compañía nació en General Roca, Río Negro, en 2011 y desde entonces se ha especializado en el desarrollo de tecnología e innovación. Los socios fundadores han mezclando algo de romanticismo “Tec” y mercadeo. De hecho, afirman que se han posicionado más cerca de las “remeras negras de Steve Jobs” que de las “camisas blancas de Wall Stret”.
“Mendoza se eligió sola. Teníamos una persona trabajando acá y él trajo a un amigo. De pronto se armó una unidad que fue creciendo”, contó Díaz Lis, responsable del área de negocios de la firma que exporta el 90% de sus productos. “Cuando vinimos a visitarlos por primera vez nos quedamos muy sorprendidos con la ciudad, con sus paseos, con sus lugares. Al ver todo esto, empezamos a pasear y la decisión de instalarnos aquí fue de generación espontánea”, agregó. Patagonian abrió oficialmente en Mendoza luego de inaugurar una oficina en Cali, Colombia.
El desarrollo de la compañía se ha dado de manera natural. “No hemos dejado de emprender”, sostuvo Rodrigo Falco, el director técnico y uno de los fundadores de la firma. “El avance en un coworking soluciona muchos problemas para un arranque rápido, pero con el transcurso del tiempo deberemos buscar otro lugar”, explicó el ex Google. De todas formas, el empresario dejó claro que la idea del coworking como unidad de trabajo “no les desagrada”, ya que puede ser un vehículo para dinamizar el crecimiento. “Todavía somos una empresa pequeña. No llegamos a ser 100 personas”, puntualizó.
Socios en el desarrollo
Este año un programador de Neuquén se mudó a Mendoza como parte del programa “Living” (un plan ideado por Patagonian). Optó por las facilidades que la compañía brinda a sus colaboradores para radicarse en otra región de la Argentina, para mejorar su calidad de vida. “Dentro de los distintos beneficios que la empresa ofrece a sus profesionales, se encuentra el de relocalización en otra ciudad con mejores niveles de calidad de vida, o el ‘Workation’ para poder trabajar mientras se viaja a conocer otros lugares”, comentó Eugenio Díaz Lis.
La charla se detuvo un momento. Tras la pausa, Falco habló sobre el programa “Academy”, el área educativa que impulsa la compañía para brindar cursos y diplomaturas con rápida salida laboral, para gestionar nuevos profesionales en un conjunto de reconocidas universidades argentinas. “Es una propuesta gratuita y bastante llamativa”, indicó.
“El desafío es buscar que este programa sea autosustentable. Hoy Patagonian invierte capital para generar oferta para un mercado laboral que es muy demandante”, señaló el director técnico.
“En un primer momento pensamos en una diplomatura en la Universidad de Comahue, en Neuquén. Era para profesionales jóvenes para que aprendieran lo que busca el mercado y para que mejoraran un poco. Era presencial y con la pandemia lo hicimos igual pero de forma remota. En General Roca empezamos con gente que no sabía programación y vamos a incorporar a tres programadores de esa camada. Otros descubrieron que querían trabajar en esta industria”, contó Falco. De este programa la firma ha incorporado a nuevos profesionales este año. Hasta el momento la empresa ha trabajado en más de 400 proyectos (de los cuales 30 están activos) y apunta a terminar el año con una facturación mayor a U$S 3.000.000. Los empresarios saben que son una compañía en pleno crecimiento y comparten esta experiencia con sus colaboradores, facilitando nuevos desafíos y un entorno atractivo para desarrollarse.
“En cada lugar donde vamos, comenzamos el proceso de conexión con las universidades. La idea es hacer lo mismo en Cali y en Mendoza porque los polos tecnológicos están conformados por los privados, el gobierno y las instituciones educativas”, enfatizó Eugenio Díaz Lis.
Crecimiento y cash flow
Federico Hardziej, el CEO de la compañía, tomó su tiempo para intervenir. Su tono de voz es algo más reservado, íntimo. Al hablar sobre los comienzos de la compañía, contó que la inversión inicial fue la compra de dos o tres computadoras, a lo que sumaron su experiencia. “Todos hemos trabajado en empresas grandes, para proyectos en el exterior”, relató el antiguo consultor en IT. “Hemos trabajado en lugares cómodos y en otros que eran una picadora de carne, que sólo dejaron una mala imagen, expulsando a sus profesionales y conspirando contra el éxito de la propia empresa. Uno de los motivos por los que fundamos Patagonian es que queríamos construir un buen lugar de trabajo, en donde los profesionales solo tuvieran que preocuparse por su trabajo”, agregó.
“Hoy hemos desarrollado algunos productos que nos ofrecen otra espalda para pensar en el desarrollo. Transitamos el negocio con el cash flow propio (ndr: es la suma de todos los beneficios, amortizaciones y previsiones), y pensamos que la cultura de una empresa se debe derramar hacia todos los niveles”, explicó Hardziej.
El representante de Patagonian comentó que en la industria de la tecnología hay diferentes sectores que se pueden desarrollar de forma paralela, como el desarrollo de aplicaciones, el procesamiento de datos o la construcción de proyectos de inteligencia artificial, “Intentamos que las personas establezcan una relación de largo plazo con nosotros, porque esas relaciones son las más beneficiosas. Nuestros colaboradores han desarrollado sus capacidades; nuestro principal negocio es tener personas capaces trabajando”, puntualizó el empresario.
Por qué Mendoza
“La elección de Mendoza se debe en parte a los altos índices de calidad de vida que ofrece la ciudad y la alta capacidad técnica de los profesionales residentes. Estamos muy contentos de potenciar la sede en una de las ciudades más lindas de Argentina y orgullosos de poder abrir nuevos puestos de trabajo en este contexto. Lo vivimos como una gran oportunidad y de crecimiento para todos”, señaló el CEO de Patagonian.
En su página web, la compañía cuenta que el inicio de este proyecto de tecnología comenzó en un garaje, con dos ingenieros que no querían salir de su ciudad natal.
Desde entonces han transformado una idea, en la empresa de tecnología más grande de la Patagonia. “La región cuenta con un grupo de talentos sin explotar, con las mejores universidades y un ecosistema económico próspero. Es un lugar ideal para desarrollar la comunidad tecnológica que imaginamos, con el equilibrio perfecto entre el trabajo y la vida”, señalaron. En setiembre pasado, la empresa de tecnología inauguró una oficina en “Campus Olegario”, en nuestra ciudad, en la calle Andrade 315. Mendoza se sumará a los equipos multidisciplinarios que operan para la firma en Argentina, Colombia y Estados Unidos. La startup ofrece sus servicios a más de 15 países; entre sus clientes se encuentran el Banco Interamericano de Desarrollo, Amazon, Sesame Street, 4Logik, organismos estatales y otras compañías de tecnología. Los responsables han firmado el check out del hotel con la idea de volver. Esperan contratar a 30 profesionales locales en el transcurso de un año.
