Tres décadas después del su explosión inicial en el mercado mendocino, el pádel regresó al centro de la escena con fuerza. Tras la apertura de las actividades deportivas post-Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO). multiplicó la cantidad de sus jugadores amateurs en torno al 100% e incrementó 30% la cantidad de parejas federadas. La demanda aceleró inversiones en infraestructura, proyectándose la inauguración de 40 canchas en 2020 y la mejora de los servicios de los clubes existentes.
En la provincia hay 150 canchas activas distribuidas en poco más de 30 clubes registrados por la Asociación Mendocina de Pádel (AMP). En lo que va del año se han inauguraron canchas en los departamentos de Tunuyán, Luján de Cuyo y Guaymallén. Según han señalado fuentes del sector está planificada la construcción de 20 nuevos proyectos que ampliarían la oferta que existe en el mercado, y que se sumarían a las 20 que ya fueron inauguradas en el transcurso de la temporada. Actualmente, para construir una cancha de blindex se debe invertir alrededor de $1.500.000, aunque el monto puede llegar a $2.000.000, dependiendo de la mejora en materiales.
En la década del noventa –esta disciplina nacida en México- llegó a ser la segunda actividad deportiva más practicada en el país, lo que le permitió a Argentina convertirse rápidamente en una potencia internacional para este deporte. Desde las cancha de Paddle Patricias, en Las Heras, a las del complejo Dunkan en Malargüe, la demanda de los practicantes alentó la construcción de infraestructura y la mejora de los servicios en los clubes. Un ejemplo de ello es el crecimiento del 30% en la base de parejas participantes, alcanzando en febrero un promedio de 200 duplas por campeonato.
Desde la apertura
La apertura de actividades, tras el aislamiento del año pasado, alentó el nuevo “boom” de la actividad. “Nos ayudó bastante la apertura de las actividades, porque al continuar muchas disciplinas cerradas, la gente buscó hacer un deporte y se acercó. El pádel es una actividad fácil de realizar. Es un deporte divertido y a la gente le ha gustado”, señaló el jugador y también organizador de torneos, Leonardo Moretta.
El responsable del complejo Tolentino, en Godoy Cruz, indicó que en el Gran Mendoza hay cerca de 30 clubes, además de las que existen en los otros departamentos. “El club más chico tiene dos canchas y el más grande cinco. A groso modo en la provincia hay 150 canchas, más las que se han agregado de blindex”, indicó.
Sobre estos datos, el también jugador y organizador de torneos, Adrián López, destacó que esta temporada “se sumaron 20 canchas nuevas que ya están trabajando, más otras 20 que están en construcción”. Al ser consultado sobre el valor de la hora de juego, el propietario de Green Club de pádel, destacó que se está cobrando entre $500 y $600.
Nuevas esperanzas
En Tunuyán, en enero, inauguró el complejo de canchas Armando Lio. Javier Sevillano, uno de los responsables del emprendimiento contó: “Tenemos dos canchas de fútbol cinco y dos de pádel de vidrio templado, son las primeras del Valle de Uco; actualmente estamos construyendo un quincho, baños y vestuario, para poder brindar ese servicio también. La idea a futuro es agregar más canchas de pádel y si se pudiera una de tenis, con el objetivo de que este complejo sea atractivo para todos. Desde que abrimos, tenemos todos los turnos de pádel cubiertos”.
Por su parte Rafael Garro, del Arena Pádel en Villa Nueva, señaló que en los últimos meses hubo un aumento en la demanda de turnos. “Hubo un impulso con la apertura de las actividades después del aislamiento. Con un grupo de amigo montamos este complejo de cuatro canchas techadas; somos jugadores de distintas categorías y nuestra idea era formar a nuevos jugadores. A fin de mes abriremos una escuelita para chicos a partir de los 6 años, con cupos limitados para respetar el protocolo”, indicó.
Dese lo deportivo, hay tres escuelas en funcionamiento en el Gran Mendoza y una en el Este, pero también hubo un crecimiento en la demanda de clases particulares para nivel inicial y avanzado; cuyo pack ronda los $2.400, dependiendo de la cantidad de clases y del tiempo. En tanto que Federico Hertlein, propietario del pádel Alem de Godoy Cruz, remarcó que los clubes se sostienen de acuerdo a la cantidad de jugadores que pueden albergar. “Tras la pandemia hubo una mayor demanda, pero con los meses se fue estabilizando, quedando una remesa cercana al 30%. Hay un movimiento suficiente como para poder llevar adelante el club”, celebró.
Oportunidad de crecimiento
Los propietarios de las canchas coincidieron en que depende de ellos poder generar continuidad entre los practicantes. “Los que tenemos concesiones de los clubes, esperamos la tendencia se mantenga. Con la habilitación de todos los deportes, la demanda no cayó y quedó un remanente muy grande de gente que volvió a jugar, que se ha comprado una paleta para quedarse en el deporte”, destacó Adrián López.
En el escenario tallan nuevos participantes, que por los sistemas de competencia o simplemente por hobby, decidieron tomar la paleta. Algunas marcas de ropa deportiva ofrecen sus productos para este universo cada vez mayor de jugadores: Adidas, Wilson, Head, Dunlop, Bullpadel, Nox, Babolat, Star View y Royal Padel. En los catálogos una paleta puede costar desde $4.000 hasta $60.000, sin contar las zapatillas o remeras. Algunos comienzan alquilando los elementos en las chanchas (paletas y pelotas) y simplemente juegan. Es allí donde existe el potencial del crecimiento para el mercado. Quienes vieron la veta se animaron a invertir y hoy son parte de la oferta.