El desarrollo minero en Mendoza avanza a paso firme con la aprobación en el Senado de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para la exploración de cobre en Cerro Amarillo y los avances en el proyecto Hierro Indio. Si bien eso levantó los ánimos en un departamento minero por excelencia como es Malargüe, el sector empresario de la zona ha puesto reparos.
Así, empresarios sienten que desde el ámbito gubernamental los hicieron a un lado, ya que no cuentan con información concreta de los proyectos, además de que se están generando “expectativas desmedidas” con iniciativas que tienen un avance lento. Esta situación “hace ruido”, afirmaron, ya que el temor principal es que les cierren las puertas a posibles proveedores o mano de obra local.
“Es importante que avancen los proyectos y sobre todo dentro de la ley 7722, para demostrar que en Malargüe se puede desarrollar la minería, pero tiene que ser con expectativas reales”, dijo Gustavo Miras, presidente de la Cámara de Comercio local. El empresario también sostuvo que acompañaron cada proceso de la minería en la provincia, pero “ahora notamos un trato muy cerrado, inclusive cuando vino el gobernador al departamento, que estuvo en Hierro Indio, no fuimos invitados”.
Los proyectos mineros en Malargüe han tomado impulso y se pueden observar avances significativos. La aprobación reciente del Senado mendocino de la DIA para Cerro Amarillo (pasó a Diputados) hace pensar en un futuro promisorio en la explotación del cobre y principalmente porque está enmarcado completamente en los parámetros establecidos por la ley 7.722. Los datos iniciales hacen prever que la inversión inicial para extraer el material rondará los 4.000 millones de dólares.
Por otro lado, Hierro Indio dejó atrás los avatares legislativos hace tiempo y se encuentra de lleno en la etapa de exploración. Para llegar a la zona donde se encuentra el yacimiento ferroso, la empresa a cargo invirtió en la construcción de 5 kilómetros de caminos nuevos y reacondicionó otros 29 kilómetros. Además avanzaron en la perforación de 6 pozos sobre 45 proyectados dentro de la etapa exploratoria.
Precisamente, el gobernador Rodolfo Suárez estuvo el jueves pasado recorriendo ese yacimiento junto al ministro de Economía y Energía de Mendoza, Enrique Vaquié, el intendente malargüino Juan Manuel Ojeda, los inversores privados y el propietario del yacimiento Hierro Indio, Guillermo Re Kuhl, entre otros integrantes de la comitiva. “Se trata de un proyecto vital para el crecimiento de la matriz productiva de Mendoza con potencial para abastecer el 30% de todo el hierro que hoy Argentina importa desde el exterior”, señaló Suárez en ese entonces.
Más allá de los anuncios auspiciosos que realizó el mandatario mendocino, en el sector empresario la noticia cayó como un balde de agua fría. Según afirmó Miras, desde la Cámara de Comercio de Malargüe se sintieron excluidos por completo de un tema en el que “siempre estuvimos acompañando” y el análisis final al que arriban es que a este ritmo van a quedar “afuera de todo”.
“No queremos que nos pase como con el fracking porque lo que menos generó fue mano de obra en el departamento y tampoco se generó un desarrollo de proveedores”, lanzó el dirigente malargüino.
Una de cal y una de arena en la minería
Gustavo Miras consideró que “vemos de positivo que esto avanza dentro de la ley 7722 y vamos a poder mostrar que se puede hablar de minería en Malargüe en su primera categoría, en todo lo que son los recursos minerales metalíferos, y también abre las puertas para mostrar cómo se trabaja”.
Después de explayarse sobre todos los beneficios que traería aparejado el desarrollo minero en el departamento sureño y en las arcas del Estado provincial, el empresario puso algo de paños fríos a todas las noticias y anuncios que hay alrededor de los proyectos, incluido también Potasio Río Colorado.
“Lo que hay que tener acá en cuenta y es muy importante es que este es un proceso lento, que lleva su tiempo. Hemos leído que Cerro Amarillo va a mejorar las exportaciones de la provincia cuando primero hay que hacer exploración, ver qué material hay, qué cantidad y de que calidad”, enumeró. En este punto, Miras sostuvo que “hay expectativas” pero “lo que tenemos que generar son expectativas justas, reales”, directamente relacionadas con la toma de mano de obra y el proceso de desarrollo de proveedores locales.
Para el dirigente, el año electoral en curso es propicio para realizar anuncios con bombos y platillos, pero también se corre el riesgo de provocar una reacción inversamente proporcional si no se plasman en la realidad. “Creemos y confiamos totalmente en que Cerro Amarillo y Hierro Indio son dos proyectos importantes, lo que pedimos que haya más cautela en cuanto a las expectativas que se generan porque somos una ciudadanía muy golpeada y por supuesto que vamos a reclamar también la toma de manos de obra local y un proceso serio de desarrollo de proveedores locales”, insistió.
Los temores que menciona Miras cobraron mayor fuerza luego de la visita de Suárez al yacimiento Hierro Indio: “Vemos un trato muy cerrado, cuando vino el gobernador no fuimos convocados a acompañar siendo que la Cámara es quien defiende la actividad fuertemente. Creemos que debemos fomentar el diálogo y sobre todo en cuanto a información para que podamos invitar a nuestros proveedores a que sean parte, que conozcan del proyecto, qué es lo que se va a necesitar y así poder ofrecer tantos productos como servicios”.
“Siempre está el temor que vengan empresas de otros lugares con su personal tomado y Malargüe no reciban ningún beneficio, que es lo que estamos necesitando, más allá de las regalías que generan”, agregó el presidente de la cámara sureña.
Cerro Amarillo
- Es una formación que se encuentra a 60 kilómetros de Malargüe ciudad.
- El proyecto prevé trabajar en el marco de la Ley 7722, con un sistema que no afectará cursos de agua ni glaciares.
- El cobre que se podría extraer tiene una demanda en crecimiento de países como china y Estados Unidos.
- Si es factible el proyecto, la inversión en la obra civil demandará entre 3.000 y 4.000 millones de dólares.
- Se estima que se podrían generar más de 4.000 empleos directos durante la construcción y más de 1.000 empleos durante la explotación.