Argentina se posiciona como un actor clave en la industria del cobre, con una ambiciosa lista de proyectos que podrían comenzar a producir en la próxima década. Según un informe publicado por CRU Group los proyectos El Pachón, Los Azules, Josemaría, Taca Taca y MARA podría aportar unos 4.000 millones de dólares anuales entre 2031 y 2040.
El impacto acumulado de estos desarrollos de minería podrían alcanzar los 47.000 millones de dólares para 2040, una cifra comparable al préstamo récord de 44.000 millones de dólares otorgado por el Fondo Monetario Internacional a la Argentina hace pocos años. Este impulso económico podría ser clave en la estabilización financiera del país y en la generación de empleo en las provincias del noroeste, donde se encuentran ubicados los proyectos.
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Un estudio internacional estimó que los 5 principales proyectos de cobre le generarían a la Argentina ingresos por más de US$ 47.000 millones
Inversión y minería: el rol del RIGI
Según el estudio, el régimen de incentivos a grandes inversiones (RIGI), promovido por el gobierno de Javier Milei, podría mejorar la competitividad de estos proyectos. Según el estudio de CRU Group, la aplicación del RIGI reduciría la tasa efectiva de impuestos de los proyectos de minería del 47% al 38%, lo que favorecería la atracción de inversores. Sin embargo, los especialistas advierten que este potencial transformador dependerá de la estabilidad a largo plazo y del fortalecimiento de capacidades locales para el desarrollo de estos megaproyectos.
El interés de grandes compañías mineras en Argentina con foco en la extracción de cobre se ha consolidado en los últimos años. Un ejemplo de ello es la transacción de 4.100 millones de dólares anunciada en 2024 entre BHP y Lundin Mining para el desarrollo conjunto de los proyectos Josemaría y Filo del Sol. Además, empresas como Glencore, First Quantum y McEwen Mining han demostrado un fuerte compromiso con la expansión del sector.
A diferencia de Chile y Perú, donde predominan las expansiones de minas ya existentes, en Argentina los nuevos desarrollos son mayoritariamente proyectos "greenfield". Dentro de este escenario, MARA se destaca como una excepción al ser un proyecto "brownfield" con capacidad de procesamiento e infraestructura ya instalada.
El desafío de la estabilidad regulatoria
Los autores estiman que si bien las proyecciones para el sector del cobre en Argentina son optimistas, persisten desafíos estructurales. La estabilidad regulatoria y fiscal será fundamental para garantizar el cumplimiento de los plazos y la concreción de estas inversiones. Las provincias del noroeste, principales receptoras de estos desarrollos, también enfrentarán el reto de gestionar el crecimiento económico y social que acompaña a la gran minería.
En un contexto global donde la demanda de cobre sigue en aumento debido a la transición energética y la electrificación de la economía, Argentina tiene la oportunidad de consolidarse como un proveedor clave del mineral. La próxima década será crucial para definir si el país logra capitalizar este potencial y transformarlo en un motor de desarrollo sustentable.