Días atrás, el presidente Alberto Fernández señaló que los argentinos tiene que acostumbrarse “a ahorrar en pesos” y dejar los dólares para la producción.
Sin embargo, Miguel Ángel Pesce, titular del Banco Central, parece no haber tomado ese camino que recomendó el mandatario nacional. El responsable de endurecer las restricciones para la compra de moneda extranjera expuso que tiene una buena parte de su patrimonio en dólares, según la declaración jurada que le entregó a la Oficina Anticorrupción (OA) correspondiente al período 2019.
No solo eso, sino que además es el funcionario más rico, con bienes por $73 millones
El presidente del BCRA declaró una tenencia de 258.373 dólares repartida entre depósitos y, sobre todo, dinero en efectivo. Durante el transcurso de 2019, Pesce sumó casi 20.000 dólares a su patrimonio, todos depositados en tres cajas de ahorro. En cambio, mantuvo durante todo el año otros 203.000 dólares en efectivo.
Según expresa La Nación, los dólares son la principal inversión del funcionario, que es dueño de una serie de inmuebles en la Ciudad de Buenos Aires.
En las últimas semanas, Pesce se transformó en la cara visible de las restricciones a la compra de dólares, preocupado por el drenaje de reservas. Además, días antes de tomar la decisión de endurecer el cepo cambiario, el funcionario había declarado al dólar blue como “un mercado delictivo”. Hoy mismo, Pesce anunció distintas medidas para “evitar algunas acciones especulativas”.
No es la primera polémica que genera la declaración jurada de Pesce. A pesar de que su plazo se vencía 30 días después de asumir como titular del BCRA, en diciembre 2019, el funcionario nunca había presentado la documentación ante la OA. El organismo lo intimó en abril, pero no había tenido respuesta, informaron fuentes oficiales.
Los dólares, sin embargo, no son el principal activo declarado por Pesce. La herencia de su padre por $42 millones hizo disparar su patrimonio. El titular del BCRA comenzó el año con un patrimonio de $16 millones y lo finalizó con $73, un salto del 338%.
El funcionario declaró también ocho inmuebles por un total de $6,7 millones: 7 departamentos y una casa en la Ciudad de Buenos Aires más un terreno en la localidad bonaerense de Exaltación de la Cruz. Las propiedades fueron declaradas en base al valor fiscal, un número muy alejado de la cotización de ese mercado, que también se maneja en dólares. También informó tres autos: un Toyota Corolla, un Etios y un Ford Fiesta.
Con números menores, el funcionario también invirtió en los bonos argentinos Bonar 24 ($534.000) y compró algunas acciones de empresas locales como Cresud ($292.000) y Edenor ($264.000), Dedear Tenaria ($163.000) y Aluar ($128.000).
Otro de los dirigentes más rico del gabinete es Matías Lammens. El ministro de Turismo y Deportes informó bienes por $39,6 millones en 2019, un 65% más que el período anterior. El principal activo de Lammens son las firmas Ñuke Mapu SRL y Payac SRL, que conforman una distribuidora de vino cuyas acciones y acreencias suman $25,8 millones. El empresario es el accionista mayoritario de la firma, que funciona desde el barrio de Boedo y suele facturar más de $200 millones anuales con la venta de vinos por Internet.
Lammens, que fue presidente del club San Lorenzo hasta 2019, aportó $10,7 millones de su bolsillo a la institución. Aportó ese dinero en un fideicomiso creado especialmente para “la vuelta a Boedo”, el proyecto de la institución para recuperar los terrenos del Viejo Gasómetro. Se trata de un préstamo que el club le devolverá sin intereses en los próximos años, aclararon desde su entorno.
