Las pymes de varios sectores de Mendoza expresan la preocupación por la grave situación del comercio como los servicios y la industria. Esto sucederá hasta el momento que el impacto de las medidas propuestas por el nuevo gobierno sea real. Es decir, cuando el marco normativo quede establecido y principalmente, cuando se obtengan los dólares provenientes de la cosecha de la Pampa Húmeda, a fines de marzo o abril.
La preocupación pasa porque, además de venir de décadas de mala gestión económica y la correspondiente repercusión en las actividades, la nueva gestión aplicó un ajuste tan grande que ha dejado a todo el sector privado prácticamente paralizado. Éste no tiene otra opción que esperar y hacer lo mejor posible para atravesar el corto plazo.
Las pymes, aunque prevén en un futuro más ordenado, deben afrontar el día a día, lo que se hace sumamente difícil dado a la realidad que ya venían arrastrando: inflación imparable, muchas empresas al borde de la desaparición y a la mitad de la población en la pobreza.
Las medidas de shock han impactado directamente en el consumo. Cada vez más argentinos restringen sus gastos porque el dinero alcanza para menos. Con este criterio elige descartar compras menos urgentes como por ejemplo el esparcimiento, la indumentaria y calzado, la construcción que está ralentizada, aún más por el parate de la obra pública.
Según fuentes de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios la venta minorista ha sufrido una caída interanual del 14% y el consumo interanual ha marcado una caída de 4 puntos y es probable que esto continúe. Se están reconstituyendo paritarias por lo que los sueldos van a aumentar lo que va a profundizar la crisis. Por solo mencionar un sector.
Está claro que el presidente anunció permanentemente que no iba a subsidiar y por el contrario iba a dejar que el mercado fuera tomando su rumbo, pero, esto nos enfrenta a una realidad de estanflación que muchas pymes no podrán soportar. Varias, podrían optar por pasarse a la informalidad porque no se pueden pagar los impuestos y sin dudas, muchas otras corren el peligro de cerrar, con la consecuente pérdida de puestos de trabajo.
Un pantallazo por distintos sectores
Tras una consulta con nuestros asociados, podemos graficar la situación de la siguiente forma:
- La producción agropecuaria
Lamentablemente la vitivinicultura tendrá un 25% menos de la cosecha anterior producto de las heladas. “Sinceramente, la finca está para abandonarla –dice un productor- pero tendremos, en el momento pico, a 100 personas cosechando, no se puede dejar a gente sin empleo y no se puede dejar de cosechar”.
En cuanto a los cultivos en la Pampa Húmeda está se viene una buena cosecha. Viene lloviendo bastante bien, la cosecha va a estar arriba de las 100.000 toneladas más que el año pasado. El impacto se va a empezar a ver en marzo. Va ser directo y se va a derramar, acompañado por las medidas que se están implementando.
Por el momento la situación va a seguir tan grave como hasta ahora, por al menos un par de meses, salvo que haya un salvataje, pero no hay información al respecto.
Vemos cómo el humor social se va deteriorando y eso es un factor clave porque sufrimos una terrible devaluación que nos ha dejado con un PBI a la altura de países africanos.
- Ferreteria, materiales para la construcción
En las últimas semanas de enero hubo pocos pedidos porque no hay margen en la comercialización. Algunos proveedores pudieron bajar algún precio porque esperaban que la devaluación fuera mayor y viendo lo sucedido, pudieron ajustar los valores. Durante los últimos días de enero se está moviendo un poquito más.
Vemos en el gobierno una intención de dejar más ordenado el tema de la deuda de los importadores. Nos hicieron declarar las deudas al exterior y se comprometieron a suministrar dólares a precio oficial para poder honrarlas. Sería para quienes posean acreencias de hasta 50.000 en enero y de hasta 100.000 en febrero para cancelar e ir regularizando la relación con los proveedores, quienes con información podrán recuperar lentamente, la confianza.
- Hierros
Han caído las ventas, producto de que no se están haciendo obras públicas y las obras privadas poseen un nivel de actividad muy bajo.
- Turismo
En lo relativo a alojamiento, después de 10 de enero, la ocupación está entre el 15 y 40%. Los aumentos del último mes afectaron mucho. A su vez también están las plataformas que como competencia desleal ya que poseen bajos costos, sin necesidad de contratar empleados.
Los ajustes en los sueldos, productos de la paritaria, harán que se incrementen los gastos y si no mejora la demanda, serán muy difíciles de afrontar. A esto se suma el sinceramiento de las tarifas que también profundizan la crisis.
El transporte de turistas y el resto de las actividades comerciales relacionadas con esta industria, también se encuentran sufriendo el impacto por la baja de visitantes. Se espera que para los próximos fines de semana largos y con la Fiesta de la Vendimia esta situación pueda revertirse de alguna manera.
- Constructoras
La obra pública nacional se encuentra totalmente frenada.
La provincial tiene un panorama similar ya que cerca del 90% de las pymes constructoras están paralizadas. Hay muy pocas con actividad.
No se sabe cómo sigue el panorama para este año. Existe una preocupación muy grande por la mano de obra. El parate tiene un impacto directo en ella. Las pymes constructoras podrán soportar un periodo de tiempo para conservar al personal, pero es muy limitado. El fondo de desempleo es de un mes. La falta de actividad va a impactar en el empleo lo que acarreará un problema social muy importante.
No hay un panorama cierto para el futuro próximo.
- Transporte de carga
Este sector se encuentra frenado también, con varias unidades paradas.