El sector inmobiliario en Mendoza atraviesa una etapa de expectativas positivas según los resultados de la Jornada Inmobiliaria Nacional de Estrategias y Desafíos, que se llevó adelante esta semana en Universidad de Congreso y contó con destacados expertos del sector.
Santiago Debé, uno de los expositores, Corredor Inmobiliario y delegado de Capra Mendoza explicó a Los Andes que aunque reconoce que el cambio no es inmediato, las condiciones actuales representan una mejora significativa en comparación con el panorama de hace un año. “Evidentemente, las cosas no se solucionan de un día al otro, pero de lo que era la situación inmobiliaria hace un año a lo que es ahora, el cambio es notable”, señaló Debé, enfatizando que con una economía estable y sin obstáculos para el gobierno, el sector podría experimentar un impulso notable.
Enrique Abatti, presidente de la Cámara de Propietarios de la República Argentina, otro de los expositores celebró la derogación de leyes que, según él, llevaron al sector de alquileres a una profunda crisis de oferta. “Fue un cambio copernicano”, afirmó Abatti al referirse a la nueva legislación impulsada por el DNU 70-23, que entró en vigencia el 29 de diciembre del año pasado. Este decreto derogó leyes como la 27.551 y la 27.739, que, en palabras de Abatti, “fueron nefastas para el mercado y perjudicaron especialmente a los inquilinos”.
Para ilustrar la gravedad de la situación previa, Abatti recordó que, en Buenos Aires, la oferta de alquileres se desplomó drásticamente desde el inicio de la vigencia de la ley 27.551 en julio de 2020. “La oferta normal de alquileres en la Ciudad de Buenos Aires rondaba entre 15.000 y 20.000 unidades, pero con esta ley, en junio de 2023, solo había 1.300 viviendas disponibles para alquilar”, explicó. Según el representante, la posterior ley 27.739 agravó aún más la situación, y en noviembre de ese mismo año la oferta cayó a menos de 100 viviendas, lo cual calificó como “un desastre total”.
Uno de los factores clave para el optimismo de Debé es la estabilidad del dólar. Según el representante de Carpa, la previsión de que el dólar se mantenga estable en el próximo año brinda seguridad a los inversores. “Eso es fantástico para la inmobiliaria porque la gente está segura de lo que puede invertir y cómo lo puede invertir”, indicó. Además, considera que una inflación baja abriría la posibilidad de levantar el cepo cambiario, lo cual permitiría el regreso de créditos hipotecarios a tasas accesibles, algo que considera esencial para revitalizar el mercado.
Precios de alquiler y perspectiva de inversión
En términos de alquileres, Debé sostuvo que el precio promedio de un departamento de dos dormitorios en una zona del microcentro puede variar dependiendo de las características del inmueble. Al respecto, añadió que, con un dólar estable, estos precios también se mantendrían firmes, lo cual resulta beneficioso para aquellos que ahorran para adquirir una propiedad. “Cuando está el dólar clavado, los precios se clavan también y entonces la persona que ahorra para comprar un inmueble no está sentada arriba de un tobogán que se mueve para todos lados”, explicó. La estabilidad cambiaria, en su opinión, permitiría a los futuros propietarios planificar sin la incertidumbre de devaluaciones repentinas, un aspecto que considera típico de los mercados avanzados.
Debé también se refirió al contexto económico general y al impacto de las políticas en el sector inmobiliario. Afirmó que, para fomentar el desarrollo, es necesario permitir al gobierno implementar sus políticas sin interferencias. “Con paros, con esas cosas, no se soluciona absolutamente nada”, opinó, recordando los efectos negativos de las constantes manifestaciones y cortes en el país.
Proyectos en marcha y visión a futuro
En cuanto a la actividad de construcción, Debé observa un marcado interés por parte de los desarrolladores inmobiliarios en generar nuevo stock, anticipando una recuperación sostenida de la economía. “La gente, los desarrollistas, prevén que la situación económica va a ir creciendo cada vez más. Y entonces ya están preocupados en hacer stock”, comentó. Según él, si bien la situación no es perfecta, los avances en comparación con los últimos 20 años son notables, y confía en que con estabilidad política y económica, el sector puede seguir creciendo.
De cara a fin de año, Abatti se muestra conforme y cree que el mercado se seguirá estabilizando, brindando más opciones a quienes buscan alquilar. “La perspectiva es que el mercado se va acomodando”, aseguró, confiado en que el crecimiento de la oferta permitirá precios cada vez más accesibles y una mayor competencia entre propietarios.
Debé expuso su preocupación sobre el rol de las franquicias en el mercado inmobiliario, señalando que algunas de ellas operan sin el conocimiento técnico necesario. “No puede ser que la franquicia esté compuesta por gente que no tiene estudios ni preparación”, subrayó. Considera que el ejercicio profesional en este sector debería estar respaldado por estudios y capacitación continua, destacando la importancia de la formación universitaria y la experiencia para asegurar la calidad del servicio en el rubro inmobiliario.