El empleo privado registrado de Mendoza acumula 14 meses con valores positivos y en mayo logró el repunte más alto desde el inicio de la pandemia. De acuerdo a los especialistas, la recuperación económica y la incidencia del turismo -que en 2021 tuvo actividad casi nula- explican la mejora en la provincia.
Sin embargo, antes de entrar de lleno en la lectura de los números, es importante aclarar que no todo es “color de rosa”. Por el contrario, aun resta un largo camino por recorrer para recuperar todo el terreno perdido desde la llegada del Covid-19.
En detalle, en mayo de este año se contabilizaron en Mendoza 237.904 trabajadores del sector privado registrado, un 3,8% más que en igual mes del año pasado. Eso significa que en los últimos doce meses consiguieron empleo formal unas 8.672 personas.
No obstante, una rápida mirada hacia atrás permite comprobar que el tamaño del mercado laboral sigue siendo bastante más chico de lo que debería. Es que en mayo de 2019, último año antes de la crisis sanitaria, en Mendoza había 246.698 trabajadores en el sector privado registrado. Es decir que aún se deberían crear otros 8.794 empleos formales para borrar por completo el desastre que provocó la pandemia en el mercado.
¿Más informalidad?
Al momento de analizar los resultados publicados por el Ministerio de Trabajo, es prudente tener en cuenta que se están considerando únicamente a los trabajadores privados registrados. Por tanto, no sería correcto asociar esas estadísticas con las tasas de ocupación y desocupación que publica trimestralmente el Indec. En ese último caso, se toma en cuenta también la realidad del sector informal y de los trabajadores autónomos.
Aun así, la comparación de un informe con otro permite hacer algunas asociaciones interesantes. Si bien el último dato de ocupación que publicó el Indec es un poco más viejo (corresponde al primer trimestre de 2022), ya permitía ver una tendencia de recuperación marcada en el mercado laboral total. Hasta marzo la tasa de ocupación venía creciendo y se ubicaba en 47,3%, un valor bastante más alto que el 42,7% que había en 2019, antes del inicio de la pandemia.
También la desocupación mostró mejora de una punta a otra, pasando de 8,4% en el primer trimestre de 2019 a 6,5% en los primeros tres meses de 2022.
Ahora bien, ¿por qué la comparación 2019-2022 es mala para el empleo privado registrado y positiva para la tasa de ocupación? La respuesta es simple: los puestos de trabajo se están recuperando, pero la gran mayoría están siendo generados por un sector que el Ministerio de Trabajo no toma en cuenta: el informal.
Este no es un problema nuevo, y mucho menos exclusivo de Mendoza. De hecho, a nivel país el 80% de los empleos recuperados desde el inicio de la pandemia son empleos informales.
Detrás de los números
La mirada de distintos economistas consultados por este medio explicaron el crecimiento del empleo por sectores como el turismo y también por seguir la tendencia general del aumento de la actividad económica después del primer año del Covid 19.
“No podría identificar un único factor que explique este crecimiento. Me parece que está dentro de una tendencia general de recuperación, porque los sectores como hotelería y construcción se van recuperando y eso impacto en el empleo registrado de esos sectores”, comentó Carlos Rodríguez, economista y docente.
Rodríguez recordó que para el mes de mayo había una cierta estabilidad en el país, “una pequeña tranquilidad”, después de que Argentina firmara el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y cuando Martín Guzmán todavía era ministro de Economía. Esa calma era favorable a inversiones, y sectores como turismo y construcción tienen una dinámica que implican mucha mano de obra. Las dudas que tiene es si esta recuperación es sostenible o no, y será importante analizar la tendencia.
Por su parte, Sebastián Laza, economista asesor del Ministerio de Economía y Energía de Mendoza, afirmó que “la economía mendocina viene creciendo a buen ritmo de la mano de una reactivación generalizada en casi todos los sectores, a pesar de las condiciones macro desmejoradas del gobierno nacional (inflación)”.
Como sectores involucrados en este crecimiento, Laza destacó “en especial el turismo, el comercio y los servicios basados en el conocimiento, entre otros”. En cuanto a políticas públicas, este economista mencionó el aporte del programa Mendoza Activa de reintegro a las inversiones, los programas Enlace y Enlazados vinculados a capacitación y empleo en blanco; y en general “el rol dinamizador del gobierno provincial”.
Fue más crítico el economista Daniel Garro, CEO de Value International Group, quien remarcó que, aunque el interanual de mayo haya crecido, en abril de este año había más personas registradas: sin desestacionalizar, serían 234.322 de mayo versus 242.292 de abril. El hecho de que en febrero, marzo y abril hubiera más puestos registrados (situación que se repitió en 2021 y que se vincula al turismo y las cosechas) es un llamado de atención sobre empleos que son temporales y no estructurales.
“La persona entra a trabajar un mes pero después no queda, no son puestos de trabajo estructurales, sino que son empleos endebles”, apuntó Garro. Según sus cuentas, si a nivel nacional se descuentan los empleos públicos de los últimos 5 años (”un desempleo encubierto”), se le suma el desempleo y el subempleo, “la tasa verdadera” de desempleo sería cercana al 35%. “Mendoza no debe ser muy diferente, quizás un poco menos porque el gobierno comete errores menos graves que los de la Nación”, disparó.
El empleo hacia adelante
Al hablar sobre empleo y desempleo, es común verlo “dentro de una misma bolsa”, pero lo cierto es que existen muchas categorías a tener en cuenta. Por un lado está el desempleo estructural que deviene del shock tecnológico, cuando la incorporación de tecnología desplaza la mano de obra. La pandemia y la incertidumbre actual vendrían a generar un desempleo coyuntural, que es cuando influye el contexto.
En ese sentido, ¿qué se puede esperar para los próximos meses? Carlos Rodríguez explicó que cuando la economía está en contracción o recesión las empresas no toman gente, aunque se incorporen nuevos postulantes en el mercado laboral (gente que terminó sus estudios y quiere trabajar). “Hay serias dificultades de mantener la recuperación del empleo, porque hay poca gente dispuesta a invertir”, señaló este economista y docente.
A eso se debe agregar que el aumento de las tasas dispuesto por el Banco Central, el pasado jueves, encarecerá el financiamiento para consumos y nuevos proyectos. “Muchos proyectos productivos pasan a ser inviables por el costo del financiamiento. Además, en épocas de incertidumbre, la gente prefiere herramientas financieras en vez de arriesgarse a un emprendimiento privado, con enormes problemas burocráticos”, advirtió Rodríguez.
Al preguntarle por su expectativa a mediano plazo, Sebastián Laza afirmó que hasta julio inclusive la economía “siguió bien en Mendoza”, y mencionó como ejemplo que las vacaciones de julio tuvieron una ocupación hotelera casi plena. “A futuro, es incierto si se desmejora mucho la macro. El gobierno provincial está haciendo grandes esfuerzos de promoción y seguirá en esa senda”, afirmó el asesor del Ministerio de Economía y Energía.
Por su parte, Daniel Garro no tiene buenas expectativas: “Esto no cambia, empeora. El sector privado expulsa gente porque lo que se viene es durísimo. El aumento de la tasa del BCRA es un barbaridad, en cualquier momento las leliqs son un bono... ¡hay que subirse a los botes e irse ya!”
El CEO de Value Internacional Group explicó que a nivel general el mundo enfrenta un panorama difícil con altos índices de inflación y endeudamiento no pagable, con problemas que pueden durar de 2 a 3 años. “Va a ser un vuelo recontra movido, con cinturones ajustados y alguna mascarilla de vez en cuando. A eso agregale que el propio avión de argentina se va quedando sin motores, y los políticos y algunos ‘econochantas’ no avisan que el tren de aterrizaje no funciona”, concluyó Garro.