En la comparación con el resto de las provincias, Mendoza es la que menor crecimiento en la recaudación de Ingresos Brutos, en términos reales, tuvo en los nueve primeros meses de 2021. En el acumulado enero-setiembre, apenas alcanzó el 3% de incremento, mientras que la media nacional se ubicó en el 14%.
Los datos se desprenden de un informe sobre “Las cuentas provinciales en la salida de la pandemia”, elaborado por la consultora Equilibra, que muestra que los números de las distintas jurisdicciones tuvieron una mejora en el primer semestre de este año (algunas estadísticas relevadas llegan hasta setiembre) en comparación con el mismo período de 2020.
Esto se explica, analizan, por una recomposición en los ingresos provinciales del 5,3% –a partir de un incremento en la presión tributaria- y una reducción en los gastos del 0,8% –como consecuencia de la inflación, que lo fue licuando-, por lo que concluyen que, en materia fiscal, las provincias saldrían de la pandemia en mejores condiciones de las que tenían al inicio. Pese a eso, advierten, los ingresos aún se encuentran un 2,5% por debajo de los niveles previos; principalmente, porque los recursos coparticipables están un 3,5% por detrás.
Diferentes realidades
Las situaciones son disímiles en cada región y en cada provincia. Así, Mendoza tuvo, en el acumulado de los primeros nueve meses de 2021, una suba en su recaudación de Ingresos Brutos de 3% en términos reales, lo que la ubica en la que menor crecimiento registró en todo el país. Le siguen Santa Fe, con un 4%; San Luis, con un 7%; y Río Negro, con un 8%; y a partir de ahí las restantes tuvieron variaciones positivas de dos dígitos –la media nacional fue de 14%- e incluso se llega a un 38% en Jujuy y un 44% en La Rioja.
Sobre esto, el subsecretario de Finanzas de la provincia, Víctor Fayad, (quien asumirá como ministro de Hacienda y Finanzas cuando Lisandro Nieri ocupe su banca como diputado nacional), detalló que, cuando se comparan distintas provincias, puede suceder que los porcentajes de variación sean diversos ya que, en algunos casos, la recaudación propia es tan pequeña, que es muy sensible a los cambios. Esto podría explicar por qué Jujuy y La Rioja presentan subas tan marcadas.
Por otra parte, señaló que el análisis toma como base de comparación 2020, por lo cual pueden observarse casos de “efecto rebote”. Sobre esto, planteó que, si una provincia no tuvo una caída tan fuerte en su recaudación, tampoco tendrá porcentajes tan importantes de recuperación posterior. Para el caso de Mendoza, acotó que las actividades comenzaron a liberarse antes que en otras jurisdicciones, en las que se produjeron caídas económicas más importantes el año pasado, por lo que tuvieron una reactivación más notoria en 2021. Sin embargo, resaltó, esto no implica que estén mejor que Mendoza.
Fayad también se refirió a las alícuotas y explicó que la recaudación de Ingresos Brutos puede subir porque aumenta la base imponible o porque se incrementan las alícuotas (y a la inversa). El informe de la consultora Equilibra menciona que muchas provincias aumentaron su presión tributaria.
Es que en 2017 empezó a regir el Consenso Fiscal, que establecía que debían ir reduciendo de modo paulatino las alícuotas de Ingresos Brutos. Sin embargo, con la pandemia, el acuerdo quedó sin efecto y la mayor parte de las provincias incrementó esos porcentajes, para responder a la crisis. En cambio, en Mendoza se decidió no seguir con el esquema de reducción, pero tampoco aumentar. Sí se aplicó una baja a las actividades más afectadas por la pandemia que son las que, resaltó el subsecretario de Finanzas, en 2021 están teniendo una mayor recuperación (porque son las que más cayeron en 2020).
Asimismo, señaló que ha habido un aumento de la mora en los contribuyentes de Ingresos Públicos con respecto a los promedios históricos. En este sentido, detalló que, si la facturación crecía 10%, la recaudación aumentaba un 10%; lo que implicaba que había un nivel de morosidad constante. En cambio, en 2020 y 2021, lo facturado ha aumentado cerca del 9% pero lo recaudado apenas un 5%.
Fayad expresó que en estos dos años han sido un poco más laxos, entendiendo la compleja situación producto de la pandemia, pero que en 2022 tendrán que ponerse un poco más rigurosos con los morosos, para ser equitativos con quienes pagan en término.
El economista Nicolás Aroma, del Centro de Economía y Finanzas de Mendoza, manifestó que venían advirtiendo esa diferencia entre las dinámicas de recaudación nacional y provincial, porque muestra que el crecimiento de la actividad económica sigue distintos ritmos.
Por otra parte, dijo que no le sorprende que el aumento real de la recaudación de Ingresos Brutos sea de 3%, porque el ministro de Hacienda mostró, en su presentación del presupuesto y las leyes impositivas, cómo se había modificado la matriz de financiamiento provincial, que cada vez se acerca más al 60% de recursos nacionales y al 40% de propios. Esto, cuando hace unos años estaban en 50% y 50%, y, más atrás en el tiempo, en 55% de fondos provinciales y 45% de nacionales.
Esta diferencia de velocidades, planteó Aroma, tiene que ver con el impulso a la actividad económica. Y señaló que, en 2021, ha habido en Mendoza una fuerte sub ejecución de la partida de obras públicas, ya que en setiembre apenas se había ejecutado un 30% y, con una proyección muy optimista, se cerraría con 50% de lo que el mismo gobierno había estimado; pese a que la inversión pública es un motor importante de la economía, que se traduce en recursos.
Aroma comentó que esto representa una alerta hacia el futuro, porque no sólo muestra que la recuperación de la actividad económica en la provincia está lenta en comparación con el promedio nacional, sino que tiene que acelerarse pronto, porque en 2023 se viene un vencimiento importante de capital de deuda en dólares y los fondos se deben reunir en 2021 y 2022.
Jorge Day, economista del Ieral (Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana, de la Fundación Mediterránea), señaló que la comparación con otras provincias es más precisa cuando todas mantienen las alícuotas.
Day acotó que se esperaría un aumento mayor en la recaudación provincial, pero que hay otros indicadores, como el empleo y el PBG, que muestran que la recuperación en Mendoza es más lenta que en el país. Esto puede deberse, analizó, a que el campo se vio beneficiado por los altos precios internacionales de la soja y el trigo, mientras que en la provincia el petróleo no tuvo un “boom”, como sí se dio Neuquén (con Vaca Muerta) y en el resto de las áreas sigue cayendo la producción; la exportación de vinos fraccionados crece, pero en el total hay caída, por una disminución de los graneles; se depende mucho del turismo, en particular del extranjero, y aún no hay una reactivación importante de ese sector. Son todo factores, concluyó, que juegan en contra.