El sector de la construcción en Mendoza no vive su mejor momento, se trata de la provincia con mayor caída de trabajadores formales de la construcción, si se considera el periodo comprendido entre los años 2019 y 2023 (-15,7%).
De acuerdo a estadísticas elaboradas por el Instituto de Estadísticas y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric), la situación de la provincia se agravó en el año 2020 y aun no logra recuperarse. Es que, si también se considera la cantidad de empleadores (constructoras y contratistas): “sobresale, con una merma del 23,7%, seguida por La Rioja con una baja del 20,5%”, desde el inicio de la pandemia y hasta la fecha.
Del otro lado, San Juan, Formosa y, sobre todo, Catamarca, fueron las provincias más dinámicas en materia de incorporación de nuevos empleadores”, aclara el Ieric.
Mendoza, menos empresas y menos trabajadores
En concreto, Mendoza cuenta con 747 empleadores (657 constructoras/contratistas y 90 subcontratistas), y hace un año atrás el número era de 763 (654 constructoras y 109 subcontratistas).
En cantidad de trabajadores, en tanto, en enero de 2023 se contaron 12.445, y aunque ese número es inferior al registrado antes de la pandemia, el dato positivo es que es un 29% superior al del año anterior.
Para la Unión Obrera de la Construcción (Uocra en Mendoza), la caída se relaciona con la merma en la obra pública y, por eso, este lunes iniciaron la semana con una reunión con el Ministro de Infraestructura de la Provincia, Mario Isgró, quien se comprometió con ellos en trabajar en la situación.
“Tuvimos una caída muy grande durante la pandemia, y estamos en alrededor de 6.000 desocupados en el rubro. El año pasado recuperamos un poco con la obra privada, pero sigue habiendo mucha necesidad”, señaló al respecto Miguel Ponce, secretario general de la Uocra en Mendoza.
“Visitamos al ministro justamente por eso, le hemos pedido un informe de las obras que se van a realizar este año, y se comprometió a entregárnoslo en unos pocos días”, agregó el representante gremial.
“Están haciendo el esfuerzo, pero como ya sabemos, hay muchos retrasos por la situación económica del país en general y del que Mendoza es parte. Esperamos que antes de junio podamos tener alguna obra ya para ir charlando”, sumó Ponce.
En cuanto a lo privado, el gremialista, contó que en el mes de junio del año pasado se comenzó a movilizar, “hubo un repunte, pero todavía no alcanza a cubrir la cantidad de mano de obra que quedó vacante”.
“Hay muchos obreros que buscan empleo y hasta que no inicien nuevas obras públicas, no se va a ver el movimiento que se necesita”, comentó.
Nueva redeterminación de precios
Desde la Confederación de Pymes Constructoras de la República Argentina (CPC), su presidente, Gerardo Fernández, señaló que en una época de aceleración inflacionaria como la actual, las empresas se encuentran con que pierden dinero al momento de cobrar un avance de obra.
“Las redeterminaciones de precio no han seguido los valores reales del mercado. Un contrato que dura un año y se paga mes a mes, por certificaciones de obra, termina mostrando diferencias negativas para las empresas que, en muchos casos, las lleva a la quiebra o a que desistan de seguir en la actividad”, explicó.
De hecho, esta semana, el ministerio de Infraestructura notificó un cambio al respecto, “se va a acortar el plazo de cálculo de las variaciones de precios para las empresas constructoras que estén a cargo de obras públicas en cualquier rincón de la provincia”. De este modo, se intenta acompañar a las firmas para paliar los efectos adversos de la inflación y que las intervenciones no sufran demoras de ejecución”, informaron.
Actualmente, los pagos de las redeterminaciones de los certificados emitidos por las contratistas demoraban entre 45 y 60 días en concretarse. Y con esta modificación, basado en un listado de 150 ítems correspondientes a insumos de la obra que procesará y publicará la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas todos los días 15 de mes, las empresas constructoras podrán “compensar” todos los meses las variaciones de precios, hasta que se realice la planilla completa de redeterminaciones una vez concluida la obra.
Para Fernández, esto es una especie de “reconocimiento de la DEIE” de que los pagos no venían siendo acordes a la realidad. “Vamos a ver qué resultado da a futuro, tenemos la esperanza de que funcione, pero hasta ahora, se ha generado una descapitalización de las empresas”, agregó.
Para el titular de CPC, obra pública hay, pero sin las condiciones adecuadas, las empresas que han resignado capital (vendido activos) para seguir funcionando, encontrarán muchas dificultades para hacer frente a una reactivación mayor.
“Hay una contradicción, hay trabajo, pero no se está cobrando lo que corresponde. Y en cuanto al empleo, continuamos con el problema de la competencia interna de los Planes Sociales y para lograr que un trabajador quiera estar en blanco, a veces se deben pagar sobresueldos, y eso también es una complicación”, cerró Fernández.
Reflejo de la actividad económica
De acuerdo con Nicolás Aroma, coordinador del Centro de economía y Finanzas Mendoza, “lo que pasa en el sector construcción, no es diferente con lo que se viene observando con el mercado laboral en general de la provincia”.
Es decir, las dificultades que se cuentan en Mendoza para la generación de empleo registrado y para que este alcance los niveles anteriores a la pandemia, tienen que ver con que la economía en general no crece. “Los motores de la economía mendocina no están funcionando. La contracara de las políticas de austeridad, los paga la dinámica de la economía y la generación de empleos”, agregó.
En enero de este año, quien también es el asesor del PJ recordó que, al mes de noviembre de 2022, la inversión en obra pública alcanzaba el 60% de lo presupuestado para ese año ($11 mil millones), frente a intereses de deuda que debieron abonarse, por 18 mil millones (63% más que la inversión señalada).
“Se habla también de generar condiciones para que el sector privado crezca, pero la cantidad de empresas (del sector construcción y otros sectores) no paran de caer. Si lo que se gasta anualmente en pagar intereses de deuda supera por mucho lo que se invierte en Obra Pública e infraestructura, Mendoza va a seguir cayendo. No hay trucos en esto. Este es el indicador que debería tener en cuenta el próximo gobernador”, cerró Aroma, también en esta oportunidad.
El salario en la construcción
En lo que se refiere al salario real por provincia, en base al informe del IERIC, elaborado con datos del Indec, Ospecon y Seguro de Vida Obligatorio, a enero de 2023, se observa una variación interanual positiva del 7,4%, por debajo del promedio nacional del 10,6%.
Así, en promedio, los trabajadores de la construcción en Mendoza alcanzan un salario de $136.784,70 (el promedio nacional es de $153.840,50), por encima del salario promedio de Córdoba ($131.710,30) Misiones ($128.530), Chaco ($118.072,20) y Tucumán ($109.666), pero muy por debajo de las provincias que elevan el promedio general hacia arriba, como son Santa Cruz $ 288.105,40 o Tierra del Fuego ($231.375,50) y Chubut ($219.580,90).
