En poco más de 10 días, el “Mapa de abastecimiento de gasoil”, creado por técnicos de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), pasó de tener 7 provincias “en rojo”, es decir, con muy bajo o nulo suministro en las estaciones de servicio, a incluir 14. En principio, Mendoza formaba parte de la zona “naranja”, pero debido a que la escasez se generalizó en todo el territorio provincial, pasó a formar parte de las peor calificadas.
La muestra, detallan desde Fadeeac, fue tomada entre el 25 de mayo y el 5 de junio, a partir de más de 700 respuestas de conductores y propietarios de camiones. El mapa muestra que hay 14 provincias en rojo, en las que el bajo (o nulo) suministro genera demoras en la carga de más de 12 horas: Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Santa Fe, Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, Formosa, San Juan y Mendoza.
Otras cuatro provincias - San Luis, La Rioja, Catamarca y Chaco- tienen un suministro restringido, de 20 litros por unidad en promedio. Hay una en amarillo, La Pampa, en la que se cargan entre 51 y 100 litros, y sólo las provincias del sur (Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego) tienen un abastecimiento normal.
En el relevamiento anterior, había siete distritos en rojo: Jujuy, Salta, Formosa, Tucumán, Misiones, Corrientes, Entre Ríos; otros siete en naranja: Chaco, Santiago del Estero, Córdoba, San Juan, Mendoza, Buenos Aires y Capital Federal; y cuatro en amarillo: Catamarca, La Rioja, San Luis y La Pampa.
Además, el 29,6% de los transportistas consultados debió esperar más de 12 horas para cargar combustible; 28,9% entre 3 y 6 horas; 24,4% entre 6 y 12 horas; y 17% entre 2 y 3 horas. En la mayoría de las provincias hay un cupo menor a los 20 litros por unidad. Es bueno tener presente que un camión necesita entre 35 y 40 litros para recorrer 100 kilómetros. Por otra parte, el faltante de combustible se siente con mayor intensidad en las rutas nacionales.
“El panorama es cada día más complicado. Las producciones agropecuaria e industrial, que ya sufren demoras, se verán aún más afectadas si no se revierte la situación actual”, advirtió Roberto Guarnieri, presidente de Fadeeac. Y detalló: “No podemos cumplir en tiempo y forma con nuestros compromisos y se pierden trabajos a causa de la incertidumbre que genera la falta de abastecimiento normal. Los choferes resignan horas de descanso para hacer filas y ver si tienen suerte de conseguir algo de combustible. A pesar de las promesas del Gobierno, aún no hemos recibido confirmación alguna sobre la concreción de las importaciones anunciadas”.
Los directivos de Aprocam (Asociación de Propietarios de Camiones de Mendoza), acudieron ayer a Casa de Gobierno, donde los recibió la senadora nacional Mariana Juri, para analizar la problemática de la falta de abastecimiento de combustible y cómo se podría llegar a una solución. “Se confirma lo que ya sabemos: que en el corto plazo es difícil la situación y se depende básicamente de la importación”, concluyeron los transportistas. Carlos Messina, tesorero de la entidad, le había planteado a Los Andes que el transporte de mercadería resulta riesgoso, porque los camiones pueden salir de Mendoza con combustible, pero a veces no encuentran estaciones para cargar en el camino.
Producción y turismo
Desde Coninagro (Confederación Intercooperativa Agropecuaria) ya habían emitido, a principios de mayo, un documento en el que señalaban que, pese a haber planteado la problemática en varias reuniones con funcionarios, la falta de abastecimiento de gasoil no se resolvía, pese a las dificultades logísticas que ocasiona para el sector productivo en general y el cooperativo agroindustrial en particular. Asimismo, reclamaban que se garantice el suministro de combustible sin sobreprecios y que el 40% de la capacidad de producción de las aceiteras está ociosa, por lo que podrían producir biodiésel.
Ahora, la Cámara de Turismo de Mendoza también manifestó -en un comunicado y en una carta al ministro de Turismo y Deportes de la Nación, Matías Lammens- su preocupación ante la profundización de la falta de gasoil. Es que las unidades de transporte turístico deben destinar varias horas al día para conseguir combustible y, por supuesto, podría complicarse la llegada de turistas a la provincia.
Esta situación, resalta su titular, Arturo González, se repite a diario ya que, en caso de encontrar gasoil, sólo pueden cargar un cupo muy limitado, que resulta ser insuficiente para realizar una excursión de día entero a Alta Montaña o Valle Grande; las que, justamente, son las más solicitadas por los turistas.
Pero, además, planteó que muchos turistas que quieren venir a Mendoza están analizando si continúan con sus planes y que esto es muy preocupante, ya que falta una semana y media para el próximo fin de semana largo y menos de un mes para el comienzo de las vacaciones de invierno. “Si el abastecimiento no se normaliza a la brevedad, corremos un serio riesgo de que la actividad turística se paralice a corto plazo, provocando esto una gran pérdida económica para todos los mendocinos”, expresó.
Subsidios y dólar
Roberto Carnicer, director del Instituto de Energía de la Universidad Austral, explicó que el desabastecimiento actual se debe a que el 30% de la demanda de gasoil se abastece con importaciones y, hoy, el precio internacional está “extraordinariamente alto”, al igual que el de resto de los combustibles líquidos, el crudo y el gas natural.
Carnicer detalló que hay un precio final y uno real diferentes, por los subsidios, además de un doble tipo de cambio, que distorsiona particularmente las importaciones. Ante este panorama, consideró que YPF debe estar haciendo, como comunicaron, un esfuerzo para importar gasoil, pero es un proceso de que demora, porque requiere de cierta logística.
Asimismo, consideró que puede haber habido una mala estimación de la demanda industrial y agropecuaria para este invierno y a la que se suma que el combustible en nuestro país es barato, por lo que en los puestos fronterizos cargan camioneros de países vecinos.
Carnicer consideró que la única solución será importar más gasoil, pero que esto afectará la balanza comercial energética, como ya viene sucediendo en los últimos años, aunque con mayor dramatismo por lo elevado de los precios. El normalizar la situación implicará más déficit fiscal y salida de divisas, que no se recupera por el valor del combustible en el mercado doméstico.