El 2020 fue un año atípico en materia económica y mucho más aún en lo que respecta a salarios. Según estadísticas publicadas por el Ministerio de Trabajo de la Nación, algunos sectores locales perdieron más de 20 puntos de poder adquisitivo, llevando a Mendoza a ubicarse entre las diez provincias con peor nivel de ingresos.
En términos generales, la caída de los sueldos del sector privado registrado fue de cinco puntos a lo largo del año pasado. En detalle, los datos del Gobierno nacional indican que los mendocinos ganaban $ 31.839,61 netos en 2019 y percibieron $ 43.547,92 netos en 2020, lo que dejó como resultado una suba nominal del 37%, frente a una inflación del 42%.
Cabe aclarar que, tanto para los sueldos como para la inflación, se tuvo en cuenta el valor promedio de los doce meses de cada año. De esa forma, se evitaron las distorsiones por cuestiones estacionales. Otro punto a destacar, es que las estadísticas muestran la situación general de cada sector, incluyendo los ingresos de aquellos trabajadores que sufrieron suspensiones y, durante algunos meses, cobraron un porcentaje menor de su salario. Por ese motivo es que se encuentran algunos casos extremos, con pérdidas del poder adquisitivo muy marcadas.
Cómo le fue a cada rubro
Un análisis de las estadísticas desagregadas por sectores económicos, permite tener una lectura mucho más precisa de lo que ocurrió con la economía mendocina el año pasado. De acuerdo con el informe del ministerio, sólo tres rubros lograron sobreponerse a la inflación: la agroindustria, la construcción y el sector bancario.
Al que mejor le fue es al agro, que logró un ajuste salarial promedio del 55%, impulsado por la buena paritaria lograda por el sector vitivinícola. Sin embargo, el sueldo promedio de la agroindustria es uno de los más bajos de la provincia ($ 24.430,91 netos a fines del año pasado) y está muy lejos de la Canasta Básica Total (CBT), valuada hoy en $ 52.578,10.
Otro sector que logró ganar a la inflación fue el de la construcción. El sueldo de los empleados privados de esa actividad creció siete puntos por encima del IPC, apalancado por el crecimiento de las obras privadas, que remontaron 21% en 2020 con relación a 2019, de acuerdo con los datos publicados por la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP). La obra pública, en cambio, sufrió una estrepitosa caída del 40% en la provincia.
Finalmente, el tercer sector que pudo vencer a la inflación fue el de servicios financieros (igualó el porcentaje de suba del IPC) que, de acuerdo con economistas consultados, “no se vio demasiado afectado por la crisis”.
En el otro extremo, el rubro económico que mayor caída sufrió fue el de hoteles y restaurantes, cuyos salarios perdieron 25 puntos de poder adquisitivo en el período analizado. De acuerdo con los datos oficiales, los empleados de ese rubro ganaron $ 20.293,27 netos en promedio en 2019 y unos $ 23.798,67 netos en 2020, lo que se traduce en un ajuste porcentual del 17%, contra la inflación del 42%.
Carolina Montivero, secretaria administrativa de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra), explicó que “durante 2020 la premisa fundamental fue sostener los puestos de trabajo, ya que cerraron el 50% de las pymes del sector a nivel nacional”.
De todas formas, la representante sindical señaló que en octubre de 2020 se generó un aumento del 17% que ingresó al básico inmediatamente y aclaró que parte del terreno perdido se recuperará a lo largo de 2021. “Este año se firmó, con distintos convenios colectivos, un promedio del 34% (en 3 partes) de aumento, a partir de enero, de este año, la primera cuota”, apuntó. Las partes (sindicato y Cámaras) se comprometieron a volver a reunirse en mayo próximo para nuevas paritarias. “Esperamos que no nos cierren la actividad. Es la única forma de sostener las fuentes de trabajo y que vuelva a activarse de a poco el sector”, cerró Montivero.
Otro rubro económico que no le ganó a la inflación -de acuerdo con los datos del Ministerio de Trabajo- es el de explotación de minas y canteras (24 puntos por debajo del IPC). Dentro de ese ítem está contemplado el sector petrolero que, durante gran parte del año, sufrió suspensiones como consecuencia de la baja actividad (por eso se observa una diferencia tan grande). Las estadísticas del Gobierno nacional indican que, en Mendoza, la producción se contrajo 14,9% en Mendoza durante 2020 y las ventas de combustibles al público se desplomaron 11,8%.
Claro está, que los salarios de ese sector están en una posición sustancialmente mejor a la de otros rubros. En 2020 el ingreso medio de los empleados privados registrados petroleros fue de $ 128.409,05 netos en la provincia.
Gabriel Barros, secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Cuyo, dio más detalles de la realidad de ese sector. “Estamos en medio de la discusión salarial. Esperábamos una respuesta de parte de las Cámaras, pero nos pidieron unos 15 días más para negociar, algo que no fue aceptado por el gremio. Es por eso que decidimos lanzar una medida de acción de acción directa”, apuntó. “El año pasado los sueldos se ajustaron sólo un 15% y quedamos casi 40 puntos por debajo de la inflación, por lo que exigimos una recomposición”, comentó, sin dejar de reconocer que la actividad se resintió considerablemente. “El 2020 fue atípico para nosotros y tuvimos que poner el hombro, pero hoy las condiciones son bastante diferentes. Por eso estamos reclamando una deuda (de ajuste salarial) del año pasado”, dijo.
Siguiendo con el repaso por rubros, un sector que se destaca, por su importancia en el mercado laboral mendocino, es la industria manufacturera. Todas las actividades que están comprendidas dentro de esa rama, perdieron en forma conjunta cinco puntos de poder adquisitivo en 2020.
Dentro de ese universo, están comprendidos la mayoría de los trabajadores del sector vitivinícola que, si bien tuvieron una buena paritaria en 2020, se encuentran con ingresos considerablemente por debajo de la CBT, al igual que el agro. Según Foeva (Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines) el ingreso inicial de un obrero de viña es hoy de $ 27.500 y el de los operarios de bodega, es de $ 28.800.
De hecho, en las paritarias de 2021 (se están negociando) el gremio exige que los ingresos de los trabajadores del vino igualen como mínimo la CBT. Las empresas, por su parte, afirman que es inviable otorgar un incremento de casi un 100%.
La realidad es diferente para otras ramas de la industria manufacturera. Oscar Arancibia, secretario general del gremio de Aguas y Gaseosas de Mendoza, y también secretario adjunto de la CGT, comentó que en su caso no tuvieron bajas salariales en 2020 (por suspensiones o falta de ajuste).
“Afortunadamente hemos estado por arriba de la inflación. El año pasado tuvimos un aumento del 50%, con una asignación no remunerativa de $ 40.000 y este año logramos un ajuste del 40% de aumento con una asignación no remunerativa de $ 50.000, por lo que nuestro aumento es superior a lo que fue la inflación anual”, remarcó.
“En nuestra actividad tenemos varios sectores. No todos tienen el mismo salario, pero sí han tenido las mismas subas. Los aumentos no remunerativos empiezan a cobrarse en enero, en varias cuotas al igual que el porcentaje de aumento que se va incorporando en forma gradual al salario”, detalló el representante gremial.
Es válido destacar también el caso del comercio, dado que reúne a casi el 25% de los trabajadores del sector privado local. Ese sector cerró 2020 con un salario 40% mayor al de 2019, lo que significa que los empleados de ese rubro perdieron dos puntos de poder adquisitivo.
La actividad económica
Como se puede observar, hay diferencias notables en el comportamiento de los salarios entre unos sectores y otros. El economista Carlos Rodríguez explicó que esto se relaciona normalmente con el poder de negociación de cada gremio pero, en este caso, tuvo un gran peso también la forma en que la pandemia golpeó a cada actividad. “El resultado de hoteles y restaurantes es un claro ejemplo de esto. El avance de la pandemia obligó al Gobierno a restringir la actividad turística y las salidas recreativas durante varios meses, provocando grandes problemas económicos para los empresarios y llevando a una inevitable ola de despidos y suspensiones. En ese marco, el ajuste salarial se volvió inviable y los resultados están a la vista”, observó.
Se mostró de acuerdo Sebastián Laza, asesor del Ministerio de Economía de Mendoza. “Para el Gobierno era esperable que ocurriera una caída en los salarios (hace referencia al resultado general), porque la economía nacional se ha desplomado casi diez puntos en 2020. Lo positivo es que, en Mendoza, la retracción económica ha sido menor, aunque aún no hay datos oficiales que indiquen la baja del Producto Bruto Geográfico (PBG) con precisión”, apuntó.
El retroceso de Mendoza en el ranking nacional
Más allá de la situación de los salarios dentro de la provincia, resulta interesante analizar qué ocurrió hacia afuera. Es decir, cómo le fue a Mendoza en relación al resto del país.
De acuerdo al Ministerio de Trabajo de la Nación, a fines del 2019 el sueldo promedio de los mendocinos se ubicaba en el puesto número 13 del ranking nacional, de un total de 25 jurisdicciones (el Gobierno mide por separado Buenos Aires, Gran Buenos Aires y Capital Federal). Ya en ese entonces llamaba la atención que Mendoza era superada por provincias económicamente más chicas, como es el caso de San Luis, pero dentro de todo era una posición lógica, considerando que arriba se encontraban jurisdicciones con mucha fuerza en el sector petrolero, como Neuquén y Santa Cruz.
En 2020, sin embargo, la realidad salarial de Mendoza empeoró sustancialmente. Es que los datos del Gobierno Nacional revelan que ahora la provincia está en el puesto 17, con un salario promedio neto de $ 45.447, siempre hablando del empleo privado registrado. Ahora aparecen por encima provincias como Entre Ríos, Jujuy y Formosa, que remontaron varios lugares en relación a 2019.
En los extremos, se encuentran Santa Cruz ($ 101.031) y Santiago del Estero ($ 37.623). En tanto, San Juan ascendió al decimotercer lugar antes ocupado por Mendoza, con un sueldo de $ 47.076 y San Luis bajó un puesto, ubicándose en octava posición ($ 53.958).
Es válido aclara que en el análisis se tomó en cuenta el sueldo promedio de cada provincia en noviembre del 2020, debido a que es el último dato disponible publicado por el Ministerio de Trabajo sin aguinaldo de por medio. Es factible considerar la posibilidad de que Mendoza haya recuperado algún lugar durante el primer trimestre de este año, teniendo en cuenta la reactivación parcial del turismo -con sus respectivas paritarias- y de algunas otras actividades, que tardaron en cerrar sus negociaciones. De todas maneras esto podrá confirmarse recién cuando el Gobierno publique estadísticas más actualizadas.
Efectos adversos
Más allá de lo ocurrido con los asalariados del sector privado, el economista Carlos Rodríguez señaló que los más perjudicados han sido los empleados del sector informal, que no tuvieron protección de acuerdos gremiales ni fueron alcanzados por las medidas proteccionistas del Estado nacional, como la doble indemnización y la prohibición de despidos.
Por otra parte, el economista recordó que se perdieron cientos de empresas y miles de empleos en el último año. Las estadísticas confirman la lectura del especialista. De acuerdo con los datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), en Mendoza cerraron 750 empresas durante 2020 y se destruyeron 15.000 puestos de trabajo. “Son muy malos resultados. Se perdieron empresas, empleos y salarios”, analizó.
“A esto hay que sumar el problema más grave de todos, que es la enorme cantidad de gente que cayó bajo la línea de la pobreza”, alertó Carlos Rodríguez. Concretamente, la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que en 2020 Mendoza sumó 58.000 pobres nuevos, llegando a un total de 451.644 personas que viven en hogares con ingresos inferiores a la Canasta Básica Total.
De todas formas, esta tendencia viene desde mucho antes de la pandemia. Los mismos datos del Indec reflejan que en sólo tres años unos 202.000 mendocinos cayeron bajo la línea de la pobreza.
Qué esperar en 2021
Más allá de lo informado por los diferentes gremios, respecto de sus paritarias, el escenario económico no permite pensar en una rápida recuperación general.
Rodríguez advirtió que, más allá del rebote lógico que se puede esperar en la economía, es difícil que haya una recomposición salarial significativa en el corto plazo. “Las empresas están demandando poco empleo y el poder de negociación de los gremios ha caído mucho. Además, la inflación sigue siendo muy activa y continúa erosionando los salarios”, advirtió el economista. Fue más optimista la postura de Sebastián Laza. “El salario real se va a recuperar en función de la mayor actividad y de los indicadores de productividad. Este año la economía va a rebotar, por la sencilla razón de que en 2020 cayó mucho. Ese algo va a traccionar o va a dar algún incentivo a la mejora del salario real. Ahora bien, el tiempo que tarde la provincia en recuperarse es difícil de predecir” expresó.