El ministro de Economía, Sergio Massa, flexibilizó hoy el cepo para empresas pymes al habilitarlas a ingresar hasta el 25% de sus exportaciones a través del Contado con Liquidación (CCL), con lo cual consolida esta cotización como valor de referencia.
Esta es la cuarta decisión en el mismo sentido que lanzó el jefe del Palacio de Hacienda en los últimos días.
El primer antecedente de esta saga es la última versión del “dólar soja”, cuya vigencia fue ampliada hasta fin de octubre. Esta medida se sumó a la decisión del Banco Central de permitirle a las empresas a ingresar dólares por ese canal para deuda financiera, siempre y cuando utilicen la misma vía al momento de la salida del país.
A su vez, este miércoles se publicó en el Boletín Oficial la reglamentación que incorpora a las empresas de hidrocarburos al régimen que permite liquidar 25% de importaciones en el “contado con liqui” y el 75% a través del MULC (Mercado Unico y Libre de Cambio)
Más tarde, en un discurso en la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) anunció que desde el próximo lunes las pymes también podrán disponer de este beneficio.
De esta forma Massa intenta que el CCL aumente su volumen de oferta con el objetivo de atemperar su escalada. El CCL es el mercado por el cual las empresas se dolarizan y colocan las divisas en cuentas en el exterior.
En las últimas jornadas el CCL experimentó constantes aumentos y este miércoles cerró en $ 905,85, con fuerte salto de casi $80. Así acumuló en el año un alza de 163%, lo que demuestra la avidez de las empresas por poner dólares en el exterior a cualquier precio. La brecha con el dólar oficial, que se mantiene en $ 350, es de casi 160%.
En tanto, para contener el dólar MEP –donde el gobierno puede intervenir activamente mediante la operación con bonos- el BCRA gastó U$S 81 millones, según operadores de mercado, pero de todas maneras subió casi un 4% a $ 747,68.
Rueda tras rueda las intervenciones son cada más onerosas para las arcas del BCRA producto además del desplome del valor de los bonos. Los títulos soberanos sumaron caídas promedio de 1,5%, quedando en muchos casos en el orden de los U$S 27. En consecuencia el Riesgo País se elevó a 2.700 puntos básicos.
En este escenario el “blue” avanzó $ 35 y cerró a $ 845 en la City porteña, mientras que en interior del país se cotizó por encima de los $ 850.
El Banco Central sumó la segunda jornada de ventas, en esta caso por U$S 81 millones. Con esta merma, las reservas brutas caen a $ 26.500 millones y según estimaciones privadas las netas son negativas en U$S 5.661 millones.
Dólares y combustibles
La escasez de dólares que impacta en todos los sectores económicos ahora deja huella en el sector de combustibles plasmado en el desabastecimiento que se observa en algunas zonas del país.
El gerente de la Cámara de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA), Guillermo Lego, advirtió que uno de los motivos por los cuáles está faltando gas oil y diésel 500 es por la demora en la importación.
“Debieran estar arribando barcos para abastecer las refinerías pero al no haber dólares se está dependiendo que las casas matrices traigan los dólares y los barcos. Allí hay un atraso porque no llegan en el momento y forma en que se necesitan”, explicó.
La situación se está agravando día a día y hay temor por lo que pueda suceder el próximo fin de semana largo.
El Banco Mundial se sumó al pesimismo
El Banco Mundial se sumó a las instituciones privadas y públicas que empeoraron sus proyecciones respecto a la Argentina.
En su último reporte estimaron que la economía caerá 2,5% en 2023, medio punto más que el último informe.
No obstante, el economista jefe del banco para América latina, William Maloney, expresó hoy en conferencia de prensa desarrollada desde Washington que si bien el país pasa por un nivel inflacionario alto, todavía no ven un riesgo de hiperinflación. Sobre las posibles fórmulas para solucionar el tema, indicó que el objetivo es lograr superávit fiscal y mantener las cuentas fiscales disciplinadas.