El ministro de Economía, Sergio Massa, anunció hoy la recompra de bonos de deuda pública por U$S 1.000 millones, cuyo objetivo es frenar la presión sobre el mercado de cambios a través del impacto que tendrá la medida en las cotizaciones bursátiles.
Los recursos pertenecen al Tesoro Nacional y resultan de una previsión de ahorro para 2023, especialmente en el área energética por aumento de tarifas, baja de precios de importación, y mejores condiciones de contratos.
“Vimos una caída de mil puntos o un poco más del Riesgo País de la Argentina. Eso significa una ventana de oportunidad”, sostuvo Massa al presentar la operación.
La decisión fue comunicada a primera y recibió una reacción positiva del mercado: a media rueda los bonos subían 6%, mientras que el “Blue” caía a $ 375, el MEP retrocedía a $ 341 y el Contado con Liquidación a $ 347,50.
“Queremos dar señales claras y mejorar las expectativas”, explicaron en el Palacio de Hacienda, donde el foco estaba puesto en una baja sensible especialmente del dólar MEP, que traccione sobre el “paralelo”.
Tras conocerse la medida, operadores de mercado cuestionaron que se haya realizado el anuncio antes de la apertura de la rueda y previo a su concreción porque suponía una clara ventaja para los tenedores de los bonos a recomprar.
“Lo hicimos porque es una buena práctica de mercado anunciar una acción de este tipo cuando lo hace el emisor”, se excusaron en Economía.
En esta primera etapa los bonos a recuperar son los que vencen en 2029 y 2030 emitidos en la reestructuración de 2020. De acuerdo a la cotización actual, la aplicación de los U$S 1.000 millones se traduciría en una reducción de deuda por valor nominal de U$S 2.500 millones.
La operación es ejecutada por el Banco Central en nombre del Tesoro Nacional (el dueño de los fondos) por lo que no afectará el balance de reservas.
“Nos concentramos en los bonos cortos porque es donde creemos que está la mejor oportunidad”, enfatizaron en el Palacio de Hacienda.
Al ser consultados sobre eventuales críticas sobre la utilización de ese dinero cuando se reclaman para importaciones, desde el equipo económico afirmaron que “es una estrategia en el manejo de pasivos con una visión más amplia que apunta al largo plazo. Queremos mostrar voluntad de que nos interesa volver al mercado”.
De acuerdo al resultado de este primer paso, en Economía no descartan realizar acciones similares en los próximos meses.
De hecho Massa espera avanzar en acuerdos de similar perfil con bancos privados.
“Un tiempo atrás tuvimos distintas ofertas de ‘repo’ pero que no nos convencieron, ahora esperamos volver a sentarnos y cerrar en mejores condiciones”, explicaron desde el equipo económico.
Básicamente un “repo” resulta la oferta de un tenedor privado al emisor (en este caso el Estado argentino) de un título de deuda a determinado precio.
Sobre una supuesta aprobación por parte del FMI, en Economía afirmaron que “no es necesaria porque está absolutamente por fuera del acuerdo vigente”, añadieron en el Palacio de Hacienda.
Como medida complementaria, el Banco Central subió en 200 puntos básicos la tasa para la operación de pases. La tasa de pases pasivos a 1 día hábil de plazo es de 72% mientras que para las operaciones activas a 1 día hábil de plazo es de 97%.
Con esta decisión, la autoridad monetaria también buscó apuntalar el descenso de las cotizaciones bursátiles.
Pese a que la estrategia oficial está concentrada en los bonos que vencen en 2029 y 2030, la Resolución que habilita la operación y fue publicada hoy en el Boletín Oficial define un total de 11 bonos elegibles.
Los bonos elegidos son globales en dólares con vencimientos en 2029, 2030, 2035, 2041 y 2046. También se inscribieron los bonos de la República Argentina en dólares y bajo ley argentina con vencimientos en 2029, 2030, 2035, 2038 y 2041.