Martin Rappallini, actual vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) y CEO del Grupo Alberdi, cuenta con una extensa trayectoria en el sector empresarial. Desde los años 90, ha liderado su empresa familiar dedicada a la producción de porcelanato y ladrillos, y a partir de mediados de los 2000, se enfocó en el desarrollo de parques industriales en el Gran Buenos Aires, donde impulsó proyectos de gran escala en la zona de Ezeiza.
Su compromiso con el sector lo llevó a participar activamente en cámaras sectoriales, y en 2016 asumió la presidencia de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires, desde donde dio el salto a la UIA, donde hoy desempeña un papel clave.
En la entrevista, Rappallini destacó la importancia de la Ley Pymes para fomentar el crecimiento y la formalización de nuevas empresas en Argentina, señalando que la presión tributaria y regulatoria actual dificulta la creación de más empleos. También resaltó la necesidad de un marco macroeconómico ordenado, con baja inflación y previsibilidad, como base para una reactivación económica sostenible. Aunque ya se ven indicios de reactivación en sectores como el automotriz y la construcción, Rappallini subrayó que la clave es trabajar en conjunto con el gobierno para construir un sector industrial más competitivo en el largo plazo.
-En un reciente encuentro de la UIA y otras camáras junto con legisladores nacionales se dio un fuerte impulso a la Ley Pymes. ¿Cuál es la importancia de esta ley para el sector?
-Es fundamental. La Ley Pymes es clave para poner sobre la mesa la problemática que enfrentan las pequeñas y medianas empresas en Argentina. Tenemos un déficit en cuanto a la cantidad de Pymes que nacen, y además, el marco legal y tributario que se fue generando a lo largo del tiempo no ayuda. Necesitamos más empresas que generen empleo, por eso la Ley Pymes es crucial. Hay que bajar impuestos, reducir regulaciones y apoyar tanto a emprendedores como a empresarios que quieren empezar. El país que queremos es uno con más empleo y más empresas.
-¿En la comparación con otros países cómo estamos?
-Argentina tiene alrededor de 600.000 empresas. Si lo comparamos con un país como España, que tiene la misma población, ellos cuentan con 1,5 millones de empresas. En nuestro caso, contamos con 60.000 empresas industriales, mientras que España tiene 250.000. El país que queremos debe ser uno con más producción, más exportaciones y más empleo. Ese es el camino para lograr un desarrollo sostenido.
En muchos casos, en Argentina lo que vemos es que debido a la gran presión tributaria hay mucha informalidad en el sector. Algunas propuestas apuntan a bajar impuestos, pero también a incorporar al sector informal a la formalidad. En principio, esto no debería impactar negativamente en la recaudación. A futuro, lo que esperamos es que, con una Argentina en crecimiento, más inversiones y exportaciones, podamos aliviar la carga que hoy tienen las Pymes debido al peso del Estado.
-¿Ya se nota la reactivación en algunos sectores? ¿Pensás que el ajuste fiscal y las medidas del gobierno están empezando a dar fruto, o creés que será un proceso más largo?
Lo primero que diría es que hemos atravesado un semestre de fuerte ordenamiento macroeconómico, con una devaluación que, naturalmente, generó una caída importante. Abril fue el mes más crítico, pero a partir de ahí empezó una tenue reactivación. En julio y agosto ya vimos signos de mejora en algunos sectores, como el automotriz y el de la construcción, que han mostrado una dinámica interesante. Hay sectores que están un poco más rezagados, pero en general hemos visto niveles de actividad bastante alentadores.
Ahora, como industriales, entendemos que no se trata solo de vender más o tener una alta demanda. Es crucial que esto ocurra dentro de un marco de orden macroeconómico. Si no, corremos el riesgo de que procesos inflacionarios nos generen grandes desajustes, y lo que ganamos por un lado lo perdemos por el otro. Por eso, necesitamos un país con previsibilidad, baja inflación y estabilidad económica. Transitar ese camino es clave, y es algo que desde el sector industrial debemos trabajar junto al gobierno para lograr una industria más competitiva.