- Mendoza, si bien no lidera, debe estar en el tercer o cuarto lugar en términos de polos de desarrollo tecnológico en el país. La gran ventaja de la tecnología es que podés desarrollarla desde cualquier lugar, sin importar la geografía. Ahora bien, para hacer negocios a veces es más complejo, porque los negocios tienen una componente de confianza que requiere reuniones presenciales o cierto nivel de proximidad.
Desde el punto de vista del talento, Mendoza tiene mucho potencial. Contamos con profesionales altamente capacitados y alineados con las necesidades del sector. Eso, combinado con nuestra capacidad para innovar y adaptarnos, hace que la provincia sea un lugar atractivo para emprender en tecnología.
- ¿Con este contexto económico en Argentina hay oportunidades para crecer?
- Nunca el clima de negocios ha sido tan favorable como ahora, y creo que lo que hace falta es animarse, tirarse a la pileta. Desde el punto de vista de la generación de negocios, Mendoza ofrece un panorama muy alentador. Además, si hablamos del talento, Mendoza no tiene nada que envidiarle a las zonas más pobladas del país. Nuestra gente tiene una gran capacidad para entender y desarrollar tecnologías.
Hoy en día, en Possumus contamos con un equipo de alrededor de 140 personas, de las cuales al menos el 60% está en Mendoza. Esto da una idea clara del potencial de la provincia. Por eso, estoy convencido de que Mendoza es un lugar excelente para pensar y desarrollar un negocio tecnológico.
Cómo retienen el talento
-¿Cómo están enfrentando el desafío de atraer y retener talento en un mercado tan competitivo?
-Primero hay que hacer una distinción. Durante la pandemia, vivimos una etapa de mucha confusión. Hubo un crecimiento explosivo en ciertas actividades, lo que generó una gran distorsión en el mercado laboral. En ese contexto, captar talento fue realmente complicado y caótico.
Sin embargo, eso ha cambiado. El mercado ha vuelto a ser más racional. Esto nos permite enfocarnos en contratar talento que esté alineado con los valores de nuestra organización. Además, la movilidad laboral se encuentra en niveles normales, lo cual considero deseable.
No queremos gente que se estanque en una empresa. Hay que recordar que el talento son personas, y las personas tienen aspiraciones, ganas de desarrollarse y planes de carrera. Muchas veces, estos profesionales planifican muy bien su desarrollo, y nuestra tarea como organización es ser parte de esos planes. Acompañamos al talento mientras nos eligen, y eso crea una relación positiva tanto para ellos como para nosotros.
-¿Cómo ha cambiado la inteligencia artificial las reglas del negocio de tecnología?
-Creo que depende mucho del prisma desde el cual mires el tema o a qué aspecto decidas enfocarte. La inteligencia artificial (IA) es, sin duda, el gran tema de la industria tecnológica en este momento. Pero también creo que ni siquiera hemos destapado el 1% de lo que implica y de las transformaciones que va a generar, no solo en los negocios, sino en la sociedad en general. Tiene implicancias que van desde lo tecnológico hasta lo legal, y termina impactando en cuestiones sociales.
El primer tema que siempre surge es: ¿cuánto va a reemplazar la IA los trabajos tradicionales? Esa es una pregunta que, para mí, todavía es difícil de responder. La inteligencia artificial tiene muchísimas aplicaciones, pero no creo que estemos aún en un estadio donde reemplace personas de forma masiva.
En el ámbito tecnológico, la IA ya se utiliza como una herramienta que aumenta la productividad. Te permite hacer un trabajo mejor, más rápido, con mayor calidad y menos errores. Hoy en día, la mayoría de las empresas de software están integrando procesos de inteligencia artificial en sus tareas de desarrollo.
Sin embargo, esto no significa, ni de lejos, que se produzca un reemplazo de personas. Tampoco comparto la idea de que "los programadores serán reemplazados por la inteligencia artificial", como se lee a veces por ahí. Creo que esa mirada es equivocada. La IA es una herramienta que complementa, no sustituye.
Inteligencia Artificial vs trabajo tradicional
-¿Cuánto creés que ha mejorado la eficiencia en tu empresa con la incorporación de inteligencia artificial?
-Todavía estamos en proceso de medirlo, así que no te puedo dar un porcentaje exacto. Lo que sí te puedo decir es que hemos notado mejoras, especialmente en la calidad y en la eficiencia de los costos. Hay procesos que antes eran bastante arduos para un desarrollador, que implicaban mucho esfuerzo y tiempo. Ahora, con el asistente de inteligencia artificial, toda la parte más mecánica y tediosa de esas tareas recae en la IA, permitiendo que el desarrollador se enfoque en actividades de mayor valor agregado.
Mariano Gurrieri
Mariano Gurrieri es mendocino y CEO de Possumus.
Estados Unidos y la expansión del negocio de la tecnología
La empresa se está expandiendo al mercado estadounidense, y para Mariano Gurrieri este movimiento es parte de una estrategia empresarial lógica y prudente. Según explica durante la entrevista la compañía ya tenía presencia en Estados Unidos. Sin embargo, lo que se hizo recientemente fue formalizar ese enfoque, estableciendo una presencia más fuerte en el mercado estadounidense.
La decisión de expandirse es vista como una forma de diversificación, buscando asegurar la presencia de la empresa en mercados con alto potencial. Gurrieri durante la entrevista subraya la importancia de tener presencia en distintas "canastas" para mitigar riesgos y garantizar un crecimiento sostenido.
En particular, la empresa ha dirigido su enfoque hacia el sur de Estados Unidos, concentrándose en estados como Texas, Georgia y Arkansas, regiones que siguen mostrando una alta demanda de trabajo nearshore desde América Latina, con Argentina como un actor clave. Además, menciona la "alineación cultural" como un factor determinante en el éxito de la colaboración, destacando la fluidez de la relación entre las culturas norteamericana y argentina.
-¿Este tipo de cambio representa una desventaja para exportar considerando que India es un mercado más barato que Argentina?
-Hay mercados para ambos tipos de servicios. El mercado indio tiene características muy específicas, y esas están asociadas a su precio. El valor de los servicios indios no llega a cubrir las expectativas de ciertos mercados, y su cultura no funciona bien en ese contexto. Es un mercado que tiene otra manera de manejarse. En cuanto al tipo de cambio, ahí es donde entra lo que mencionaba antes sobre la convicción. Nosotros estamos avanzando con esta decisión más allá de los vaivenes del dólar, más allá de si sube o baja. Lo que nos interesa es desarrollarnos y consolidar la empresa en esa región, independientemente de las fluctuaciones políticas y económicas. Por eso insisto en la palabra "convicción".
- Entonces, ¿creés que el futuro de la empresa pasa por ahí? ¿Por esta expansión en Estados Unidos, especialmente en el sur?
-Yo creo que el futuro de la empresa pasa por una expansión racional y prudente. En la medida en que crezcamos, vamos avanzando. En tecnología, resolver problemas tiene un enfoque particular: si podés postergar un problema hasta estar mejor preparado para enfrentarlo, siempre será una mejor estrategia. Entonces, crecer no solo es un objetivo, es la mejor manera de prepararse para los desafíos futuros.
Con respecto a Estados Unidos, trabajar allí significa entrar en el mercado tecnológico más competitivo del mundo. Es como ser un atleta profesional: ya no jugás por hobby, sino en una liga de alto rendimiento. Eso te obliga a ponerte a punto, a ser eficiente, competitivo y eliminar todo lo que no sea productivo.
Esa exigencia nos beneficia. Nos permite operar en un entorno que castiga el desperdicio y premia la productividad. Es un desafío que, aunque exigente, nos prepara para ser mucho más competitivos y agresivos en el mercado.