El ministro de Economía, Martín Guzmán, pidió oficialmente hoy que se “explore” la posibilidad de que los países desarrollados puedan reasignar los recursos que reciban desde el Fondo Monetario Internacional (FMI) próximamente a naciones pobres o emergentes como la Argentina.
El “mangazo” de Guzmán fue expuesto en la reunión de ministros de Finanzas del Grupo de los 24 (creado en 1971), donde países en crisis pidieron por una recuperación equitativa en el contexto del Covid-19 y denunciaron el reparto inequitativo de las vacunas contra esta enfermedad infecciosa en todo el mundo.
Del otro lado de la pantalla había representantes de Argelia, Brasil, Colombia, Ecuador, Costa de Marfil, Egipto, Etiopía, Filipinas, Gabón, Ghana, Guatemala, India, Irán, Líbano, México, Nigeria, Pakistán, Perú, Sudáfrica, Sri Lanka, Siria, Trinidad y Tobago y Venezuela.
En un comunicado oficial, el G24 instó al Fondo a modificar la política de sobrecargos de tasas de interés para ayudar a la recuperación económica de los países. “Dado que éste es el año para que el FMI revise sus políticas de límites de acceso y de sobrecargos de tasas de interés, instamos al Fondo a corregir el carácter regresivo y procíclico de la política de sobrecargos y a considerar medidas específicas, como suspender dichos sobrecargos en este momento para ayudar a la recuperación económica de los países. Alentamos al FMI a seguir considerando una reducción permanente significativa de los sobrecargos o su eliminación”, dijo el G24.
Este es un pedido que había iniciado en solitario Guzmán dos meses atrás. Para el funcionario, la política de sobrecargos en los créditos el FMI “es desigual, porque afecta de manera desproporcionada a los países emergentes y de ingresos medios con las cuotas más bajas, y es procíclica, porque impone condiciones más duras a los países que tienen condiciones de mercado más adversas”.
Este lunes Guzmán insistió con su tesis. Y dijo que el primer paso necesario para una recuperación sostenible y equitativa es garantizar el acceso a vacunas de manera equitativa. “La divergencia en el acceso a las vacunas es preocupante, tanto en términos de consecuencias humanitarias como económicas. Agrega asimetrías a las asimetrías existentes que ya son grandes”, sostuvo.
Y amplió: “Si no cambiamos la situación en la pos-pandemia, se va a presentar un mundo aún más desigual, con más inestabilidades económicas, sociales y políticas. Por lo tanto, debemos trabajar juntos para lograr cambios en este asunto crucial”.
En segundo lugar, el funcionario dijo que un paso necesario para una recuperación inclusiva es una mayor liquidez para los países en desarrollo. Por ello, celebró la nueva asignación general de Derechos Especiales de Giro (DEG) por un monto de 650.000 millones de dólares. Y felicito el “liderazgo positivo y efectivo” de Kristalina Georgieva por tal logro.
En ese contexto, pidió “una exploración de opciones que permitan reasignar voluntariamente DEG no utilizados a todos los países en desarrollo que necesitan liquidez, incluidas las economías emergentes y de ingresos medios”.