14 de marzo de 2025 - 15:34

Luz y riego: cómo impacta el aumento de estos servicios en la producción de Mendoza

La suba de la energía, el agua e Irrigación son parte de los costos fijos de los distintos sectores que deben ajustarse como pueden con poco margen de traslado a costos. El peso de las impuestos.

La Secretaría de Energía de Nación estableció nuevos precios a partir del 1 de marzo de este año con una variación promedio del 1%. Si bien el subsidio en esta área continúa para algunos segmentos residenciales, este incremento se suma a los del año pasado e impactan fuerte en los costos de la producción. Del mismo modo, muchos regantes recibieron sus boletos este mes con incrementos lo que –en el contexto actual- desbalancea a los diferentes sectores.

Así, con impactos que el año pasado implicaron un fuerte reacomodamiento de costos, los distintos sectores ven en servicios que más utilizan una suerte de talón de Aquiles. Es que aunque la mayoría se ha incorporado al esquema de gastos general, son muchos los casos en los que deben ajustar por otras variables –más allá de buscar el ahorro- debido a la inflación a la baja y a la recesión todavía en danza. Argentina todavía está cara en dólares, la mayoría de los sectores no puede trasladar los aumentos de tarifas porque necesitan vender. La inflación prevista para este año estará en torno al 30%.

Con respecto al boleto de Irrigación, desde esta entidad expresaron que el incremento pautado para 2025 fue en promedio del 164% interanual, igual que el de las Inspecciones y que esto último es votado en las asambleas por los mismos usuarios. Agregaron que el destino de lo que se paga es el siguiente: “Del total del boleto del canon de riego el 65% corresponde a las Inspecciones de Cauce y Asociaciones de Inspecciones, mientras que el 35% al DGI”. Desde Irrigación también expresaron que el otro componente que varía de un año a otro es el “reembolso de obras” ejecutadas en años anteriores y cuyo costo se distribuye entre los regantes beneficiados en uno, dos años y, en casos excepcionales, hasta cinco años.

Fabián Ruggeri, presidente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi), explicó que en relación al boleto de Irrigación la decisión general de aumento se decide en asambleas del mismo modo que los gastos de inspección que tiene que ver con mantenimiento. Desde el punto de vista de Raúl Giordano, presidente de la Cámara de Fruta Industrializada de Mendoza (Cafim), observó que más allá de las cifras específicas de los aumentos, no se ve un traslado a obras de relevancia y casi todo se va en la diaria o en el pago de sueldos. “Al final, el esfuerzo o el sacrificio siempre lo hacen los privados y no se ve que en el sector estatal pase lo mismo”, observó Giordano en alusión al ajuste que la casta política no paga todavía.

El remezón de la luz y los impuestos

La producción primaria y la industria de Mendoza son en general electrointensivas y la luz es uno de los principales costos después de la mano de obra. “El aumento fuerte fue en 2024 donde pasamos de pagar facturas de tres o cuatro millones en 2023 a 37 millones el año pasado”, ejemplificó Ruggeri al hablar de las bodegas. En 2025, sin contar el nuevo aumento anunciado para marzo, estos servicios serán superiores a los 50 millones de pesos. Diego Stortini, vicepresidente de la Federación Económica de Mendoza (FEM), expresó que el costo de la tarifa eléctrica es un T2 que es muy utilizado en pymes de Turismo, Hotelería y Alojamiento.

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Se trata de las firmas con demandas medias de entre 10 kW y menos de 50 kW. El empresario calculó que el cargo variable era de $39,86 en septiembre 2023 y que en enero de 2025 fue de $216,31, lo que implica un aumento de 440%. Al dolarizar este valor, el incremento ha sido del 90%, suba que no se ha dado en las tarifas de los hoteles que han tenido que bajar sus precios a costa de resignar rentabilidad y hacer ajustes en personal y otros. Marcelo Rosental, presidente de la Cámara de Hoteles de Mendoza, sumó que el impacto fuerte de luz se dio el año pasado, pero que el sector no ha logrado acomodarse debido a la fuerte baja en el turismo.

Con relación al precio de la energía, Stortini expresó que “el impacto es muy importante en la rentabilidad y Mendoza tiene una tarifa muy alta, una de las más altas del país”. Agregó que se trata de un tema donde hay que poner foco y trabajar. En el análisis del vicepresidente de la FEM, que además es empresario vitivinícola y turístico, el componente impositivo en la factura eléctrica es muy alto. Aquí se cuentan tributos provinciales como Ingreso Brutos, tasa fiscal y control, impuesto de sellos más los impuestos nacionales. Esto por no mencionar que los municipios en general fijan una tarifa fija. “Cerca del 40% de impuestos en el pago de un servicio regulado”, resaltó Stortini.

“Los mismos políticos que se presentan como defensores del liberalismo económico aplican una tributación excesiva sobre servicios públicos esenciales como la electricidad, donde el ciudadano no tiene alternativa de proveedor ni capacidad de negociar el precio”, comentó Stortini. En coincidencia, el presidente de la Cafim comentó que los aumentos en la energía han impactado muy fuerte en el sector agrícola ya que la producción ha tenido precios más bajos que el año pasado con una fuerte baja en la demanda. “El valor de la energía estaba atrasado, pero el hecho de que cerca del 50% de la factura sean impuestos provinciales, municipales y nacionales es algo que afecta fuerte”, reflexionó Giordano. El empresario observó que este peso es otro ejemplo de cómo la política no ha realizado el ajuste que todavía paga el sector privado y la ciudadanía en general.

Más ajuste

Cada sector hace su trabajo fino y busca eficientizar costos. Sin embargo, pese a una inflación equilibrada no es sencillo hacer cuadrar las cuentas con tarifas e impuestos en alza y demanda estancada. “Dentro de nuestra estructura de costos el más alto es el recurso humano y le sigue la electricidad ya que los hoteles somos electrointensivos”, relató Marcelo Rossental, también gerente de Vilaggio Hotel. El profesional comentó que debido a que las tarifas se han tenido que bajar a los precios internacionales, el sector ha comenzado a reducir carga horaria del personal así como a recortar servicios que antes se daban con el precio base como desayuno o cochera. Esto porque al menos este año no hay perspectivas de que la situación se modifique más allá de eventos puntuales o fines de semana que puedan traccionar más turismo.

Maximiliano Di Césare, presidente de la Asociación de Productores, Empacadores y Exportadores de Ajo (Asocamen), el sector agro exportador de Mendoza necesita hacerse más competitivo en los mercados externos y tanto la suba de la luz como del riego va en contra de ello. “En función del desarrollo de la macroeconomía argentina, ese incremento en la competitividad debe darse mediante una sustancial reducción impositiva y de cargas burocráticas en los tres niveles (nacional, provincial y municipal)”, subrayó Di Césare.

Fabián Ruggeri apuntó que son costos que no pueden trasladarse a precios por la baja general del consumo interno y porque los valores internacionales tienden a ser más competitivos. Desde el punto de vista de Diego Stortini, “si realmente se busca competitividad y eficiencia, el primer paso debería ser reducir la presión fiscal sobre estos servicios en lugar de ahogar a los usuarios con impuestos disfrazados de tarifas”.

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