El Gobierno Nacional excluyó una nueva tanda de productos del listado de “Precios Máximos”, entre ellos: miel, vinos y espumantes. Estos últimos responden a un pedido de Bodegas de Argentina, desde donde expresaron la necesidad de “recuperar rentabilidad”. No obstante, el mismo organismo sugirió a sus socios “no aplicar subas superiores al 7%”.
La salida del vino y los espumantes del programa nacional se hizo oficial a través de la Resolución 118/2021, de la Secretaría de Comercio Interior, publicada ayer en el Boletín Oficial. La norma suspende hasta el 31 de marzo de este año los efectos de la resolución 100/200, que en marzo pasado congeló los precios de 18 categorías de productos; a partir de abril se reanudarán las conversaciones con las bodegas para mantener la medida.
La Secretaría fundamentó la decisión destacando que tanto la miel, como los vinos y espumantes “no forman parte de los (productos) que tienen relevancia en la satisfacción de las necesidades básicas de los consumidores y los usuarios”. Ya en noviembre de 2020 se había retirado del listado algunos vinos de primera línea por 750 cc (vino tinto blend Felipe Rutini; vino tinto Malbec Don Miguel Escorihuela; y vino tinto Merlot Primus Salentein, entre otros), además de los “vinos dulces para postres o espirituosos”; y en enero se sumaron otros vinos cuyos valor superaba los $ 600.
Con esta nueva medida, la Secretaría de Comercio Interior lo hizo extensivo a toda la industria. El lunes, el área que conduce Paula Español, dispuso la prórroga del control de precios hasta el 31 de marzo próximo, pero como consecuencia de las dos últimas modificaciones, varias categorías que lo integraban se sumaron a Precios Cuidados (se liberaron cerca de 400 productos, de un listado con precios de referencia que en marzo superaba los 2.300).
En la última extensión de “Precios Máximos”, no se autorizaron nuevos incrementos, por lo que estos siguen congelados con los valores de marzo, más los ajustes de hasta el 4% y 6% que se habilitaron en julio y luego en octubre de 2020, respectivamente.
Desde la Nación afirmaron que el programa es “temporario”, y la decisión de extenderlo hasta marzo resulta “necesaria, razonable y proporcionada con relación al desafío enfrentado”, pero se planteó también un desarme paulatino, en respuesta a las negociaciones con empresarios del sector que aceptaron incorporar más productos a Precios Cuidados. Este último programa es voluntario, a diferencia del control de precios vigente desde marzo de 2020.
Entre máximos cuidados
La presidenta de Bodegas de Argentina, Patricia Ortiz, explicó que la decisión de la Secretaría fue posible, también, gracias al esfuerzo de diez bodegas que se ofrecieron a incluir vinos con escasa o nula rentabilidad en Precios Cuidados. “Es un esfuerzo de nuestras empresas para que ganemos todos, productores de uva, bodegas y consumidores. Agradecemos a las autoridades por la decisión y capacidad de escucha”, destacó la empresaria.
“Estamos muy contentos con salir de las listas de Precios Máximo, porque eso nos ayudará a recuperar rentabilidad en el mercado interno. El retraso generado por el aumento de costos -tanto en el vino como en los insumos-, no se podía trasladar a los precios. Estaba generando mucha preocupación en el sector y complicaba la planificación de la futura vendimia”, indicó.
Con respecto a la liberación de precios, la titular de la entidad que agrupa a más de 200 bodegas de todo el país señaló que el carácter atomizado de la industria garantizará una recomposición prudente. “Hay cientos de bodegas ofreciendo vinos, más la competencia que tenemos con las bebidas sustitutas. Esto es una garantía para el Gobierno y para el consumidor de que nuestra recomposición de precios será prudente”, apuntó.
En la misma línea, desde la entidad les recomendaron a sus socios que, “si bien hay libertad de aplicar incrementos desde el punto de vista legal”, no superen el 7% en supermercados y mayoristas. “Es decisión de cada bodega aplicar incrementos mayores en el resto de los canales”, informaron.
El aumento prudente sugerido por Bodegas de Argentina coincide con la recomendación del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). El titular del organismo, Martín Hinojosa, señaló que se trata de “una excelente noticia para la industria, teniendo en cuenta que hasta ahora la industria había sido autorizada a aumentar solo un 4% y luego un 6%”.
Por otro lado, Mauro Sosa, gerente del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este señaló que la eliminación del vino de la lista de los Precios Máximos se plantea desde el mismo día en que se implementó. “El control de precios no es la solución. Esperamos que estas cosas no vuelvan a ocurrir, porque generan problemas de diversa índole en todos los eslabones de la cadena”, destacó.
Por otro lado, el representante de la zona este señaló que, a partir de ahora, “que las empresas mejoren sus precios puede reflejarse en mejores valores para el productor”.
Por su parte, Nicolás Vicchi, subgerente de Acovi, se mostró conforme con la decisión tomada por el Gobierno Nacional. “Nos parece positivo que el Gobierno haya hecho lugar a los pedidos para cuidar el precio que viene recuperando el pequeño productor. Si las bodegas no trasladaban sus incrementos de costos a la góndola, iban a trasladarlo al productor. Esto, entonces, permite mantener en alza el precio del vino”, afirmó.