El cierre de 2022 mostró una nueva caída en la relación salario-inflación para el sector formal de la economía. Así, de acuerdo con el informe mensual RIPTE (Remuneración imponible promedio de los trabajadores estables), con un aumento del 5% estimado para diciembre ($ 184.210,25 en noviembre, último dato disponible), el mismo se ubicaría en $193.400, el más bajo desde 2014.
A valores constantes (actualizado por inflación), en mayo el salario era más alto, cuando rozó los $203.800, y si se lo compara con el registro de febrero de 2020 (antes de las cuarentenas por pandemia), el salario se acercaba a $215.000. De esta manera, el salario cae un 10%, de acuerdo con lo publicado por Ruben Ramallo en Iprofesional.
Siempre actualizado por inflación, los salarios que se muestran en la serie histórica que inició en 2014, en noviembre de 2017 las remuneraciones promedio equivalían a $240.300 actuales, lo que daría, a la fecha, una caída del 20%.
Por el contrario, en dólares, se observa cierta recuperación frente a los mínimos de fines de 2020, cuando la remuneración promedio bajó hasta 332 dólares, golpeada en parte por la pandemia, y el indicador en el último mes de 2022 se ubica en 593 dólares. De todas maneras, mayo fue el mejor mes de esta variable, cuando el salario llegó a 648 dólares, y si se toma como referencia la serie, en octubre de 2017, rozaba los $1.458 dólares (cayó 60%).
Techo a las paritarias 2023
La ministra de Trabajo, Raquel Olmos, confirmó que el Gobierno busca impulsar una pauta de paritarias para este año en torno al 60%, porcentaje proyectado para la inflación 2023 en el Presupuesto Nacional. La funcionaria aseguró que se avanzará con la “bendición” de la CGT.
“Hay una conciencia de los sectores gremiales que de algunos sectores empresarios que por su capacidad de concentración, muchas veces acceden a aumentar la nominalidad, se dan vuelta y lo vuelvan a precio”, agregó la funcionaria en declaraciones radiales.
Ahora bien, la ministra de Trabajo comentó, en diálogo con radio AM 750, que lo anterior es parte de una misión encabezada por su par de Economía, y el entendimiento implicaría subas semestrales en torno al 30%, con cláusulas de revisión.
Salarios y expectativas de inflación
Para saber si se llega a un acuerdo que tenga éxito, las primeras pruebas tendrán lugar la próxima semana, cuando los empleados de comercio, con más de un millón de afiliados, reclamen adecuaciones salariales para este año, luego será el turno de los bancarios y los empleados estatales nacionales.
Es que el último año, hubo acuerdos que se renegociaron y terminaron el año con un aumento del 100% anual (para empatar la inflación), tales como la UOCRA, UOM y Gastronómicos, según reveló la consultora Synopsis.
En este marco, desinflar las expectativas inflacionarias será la clave para que los gremios abran paritarias con pedidos moderados. Sin embargo, el mercado ya habla de números mayores, el último Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central (con 38 participantes entre consultoras nacionales e internacionales y economistas de los principales bancos), dejó estimaciones superiores al 98% (por encima del 100% para el top 10 de los economistas más certeros), y recién en 2025 cabría esperar un número cercano al presupuestado para este año.
Ahora bien, durante noviembre y diciembre, los índices dieron por debajo del 5%, y el ministro de Economía de la Nación, Sergio Masa, aseguró en una entrevista periodística la última semana una desaceleración constante (3 puntos mensuales de abril en adelante), y de ser así, los salarios podrían cerrarse, al menos en una primera instancia en el porcentaje presupuestado.
“El objetivo es poner el tres adelante en abril”, aseguró a diario Perfil, el funcionario nacional.
“El peor enemigo del salario es la inflación. Uno puede tener una paritaria que puede tener el número que uno quiera, pero si la inflación está por encima, entonces nuestra principal responsabilidad es bajar la inflación para que el salario le gane a la inflación y recupere poder de compra”, agregó.
Sin embargo, se mostró a favor de un aumento en los salarios, como motor para reactivar el consumo: “Nosotros tenemos que entusiasmar a nuestras empresas, a nuestras pymes, pero en el que también tiene que haber capacidad de compra del mercado, y eso es recuperación de salario y recuperación de la capacidad de crédito. Y no dejemos de prestarle atención a ese tema, porque en realidad gran parte del problema a saltar como sociedad de consumo tiene que ver con devolverle la capacidad de crédito a la gente, a la pyme, pero sobre todo a la clase media”, dijo al mismo diario.