Los sindicatos petroleros están en negociaciones por la venta de áreas por parte de YPF

Después de un paro el 20 de marzo, lograron que la empresa bajara sólo 5 de los 17 equipos que planeaba dejar sin actividad. También acordaron un pago para quienes quedan en espera.

Los sindicatos petroleros están en negociaciones por la venta de áreas por parte de YPF
Los sindicatos ligados al sector petrolero están en alerta por la venta de áreas convencionales por parte de YPF

Esta semana, se conocieron cuáles son las 55 áreas petroleras convencionales que YPF quiere vender en todo el país. En Mendoza, hay 14 bloques que quedaron a la venta, agrupados en tres clústeres. Desde el sector sindical plantearon su preocupación por cómo se concrete el traspaso, pero también su expectativa de que esto implique un incremento productivo.

En la provincia, las áreas están divididas en tres grupos: Mendoza Norte, que se encuentra sobre la cuenca cuyana e incluye seis bloques (Barrancas, Río Tunuyán, Ceferino, Mesa Verde, La Ventana y Vizcacheras); Mendoza Sur, en la cuenca neuquina y contiene también seis áreas, algunas compartidas con la provincia de Neuquén (El Portón, Chihuido de la Salina, Altiplanicie del Payún, Cañadón Amarillo, Chihuido de la Salina S y Confluencia Sur); y Llancanelo, sobre la cuenca neuquina, con dos áreas (Llancanelo y Llancanelo R).

Gabriel Barroso, secretario general del Sindicato de Petróleo, Gas y Biocombustibles Privado de Cuyo, detalló que fueron a una medida de fuerza el 20 de marzo, porque no llegaban a un acuerdo con YPF con respecto a cómo se iba a desarrollar el traspaso o cesión de áreas maduras. Añadió que pedían que la petrolera estatal no se fuera de la provincia, como era su intención inicial.

El también secretario general de la Federación Argentina Sindical de Petróleo, Gas y Biocombustibles explicó que, en un primer momento, el flamante director de YPF, Horacio Marín, les había manifestado su intención de retirarse de todas las áreas de la provincia, salvo el sector de la lengua norte de Vaca Muerta, al sur de Malargüe, donde están haciendo las exploraciones para conocer el potencial del petróleo no convencional (y, que, hasta ahora, están arrojando muy buenos resultados).

Sin embargo, solicitaron que no vendieran la zona de Gran Malargüe, que para el sector es muy importante, ya que sólo el sindicato de los privados tiene unos 800 trabajadores (no sólo de YPF, sino también de otras operadoras, como El Trébol, PCR y Emesa). Además, pidieron que las áreas que sí se venderán continúen operativas -la empresa estatal había planteado empezar a bajar equipos- para que los posibles compradores conozcan el activo laboral y porque, una vez que se interrumpe la producción, cuesta mucho recuperar el ritmo; algo que ya vivieron durante la pandemia.

También le plantearon a Marín que se deben mantener no sólo los puestos de trabajo, sino las condiciones laborables actuales. Pese a eso, en el acta que se firmó cuando se levantó la medida de fuerza, se acordó que se reducirá la actividad de cinco equipos que estaban haciendo abandono de pozos en Mendoza Norte. Estas personas se van a quedar en “stand by”, en sus hogares, con el 80% del salario e irán rotando, porque se estima que el proceso puede llevar unos dos a tres meses.

Barroso indicó que, en las 14 áreas maduras que salieron a la venta hay más de 3 mil trabajadores, no sólo del sindicato de privados, sino también del personal jerárquico y profesional, y del SUPE (Sindicato Unidos Petroleros del Estado), que pasarán a ser privados cuando se concrete el traspaso, y también camioneros.

Asimismo, indicó que les preocupa que, en otras provincias, como Chubut y Santa Cruz, el Gobierno provincial está trabajando en conjunto con los gremios, mientras que no han logrado lo mismo con el Ministerio de Energía y Ambiente, para contribuir al sostenimiento de la producción y los puestos de trabajo. Sumó que ya han manifestado su desacuerdo con que la ministra, Jimena Latorre, esté “de los dos lados del mostrador”, como funcionaria provincial y como miembro del consejo directivo de YPF. En este sentido, señaló que la medida de fuerza también buscó llamar la atención del Gobierno para que sea garante de que la empresa cumpla con lo que dice que hará.

Añadió que la petrolera se ha comprometido a darles la posibilidad de monitorear mensualmente cómo va el proceso y cuáles son las compañías que empiezan a perfilar como posibles compradoras, para que el sindicato pueda ir teniendo acercamientos y despejar dudas que surjan sobre los trabajadores.

De todos modos, Barroso resaltó que la idea de la venta es que los compradores vayan realizando inversiones progresivas, con lo que no debería haber una baja en la actividad, sino una suba. En cuanto al panorama de posibles inversores, manifestó que no ven, por el momento, empresas con capacidad operativa similar a la de YPF que puedan hacerse cargo de la explotación de las áreas como hasta ahora, por lo que están en estado de alerta permanente.

Julián Matamala, secretario general del Sindicato del Personal Jerárquico y Profesional del Petróleo, Gas Privado, Químico y Energías Renovables de Cuyo y La Rioja, indicó que ven con buenos ojos que otras empresas tomen las áreas de YPF, mientras la gente no se quede sin trabajo. Y resaltó que los trabajadores que queden en “stand by” recibirán un 80% del suelo, no remunerativos, por lo que el monto se incrementa.

Añadió que, cuando se empezó la negociación con la petrolera estatal, se iba a bajar 17 equipos y se terminó bajando sólo 5, con lo que 12 quedan operativos. Si hubiera sucedido lo primero, unas 4 mil personas habían quedado sin trabajo, mientras ahora serán unas 1.000 a 1.500, estimó. Asimismo, subrayó que se mantendrá la producción, de 2.100 metros/día, sobre todo en las áreas más productivas, como Barrancas, La Ventana y Vizcacheras.

Matamala planteó que les da tranquilidad que, al firmar esto, la gente no se queda sin un ingreso durante el tiempo que tome la transición -el acuerdo de pago es hasta julio o agosto- y sumó que la semana que viene viaja para empezar a discutir la paritaria y lo que se defina se tomará como base de cálculo para el 80%. También comentó que trabajarán para que las empresas que compren las áreas tomen a todos los empleados actuales.

En cuanto a la posibilidad de que pymes puedan hacerse cargo de la operación, el dirigente gremial reconoció que, cuando una empresa pequeña ingresó a una de las áreas (en una licitación anterior), tuvieron dudas, pero que la operación fue un éxito y tomaron más gente. Sumó que hay trascendidos de que algunos interesados plantean pasar de los 2.100 metros de producción a unos 3 mil. Asimismo, mencionó que ya han tenido charlas preliminares con Aconcagua Energía y una UTE que se conformó en la provincia.

Desde YPF señalaron que están en un diálogo permanente con todos los sindicatos, en las distintas partes del país donde se está danto este proceso de venta, que es inédito, para llegar a acuerdos que permitan que la transición sea lo más tranquila posible.

El banco Santander, que está realizando la venta, envió un documento con información preliminar a posibles interesados en participar de la compra. Cuando manifiestan el interés en adquirir uno o más clústeres convencionales de petróleo y gas, deben firmar un acuerdo de confidencialidad, lo que les permite acceder a datos técnicos y económicos. A partir de eso, tienen un plazo para realizar una oferta y comenzará la evaluación, en la que no sólo intervendrá YPF, sino también los Gobiernos provinciales.

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