En una época cuando se discuten paritarias y aumentos salariales, un informe del Ministerio de Trabajo de la Nación revela que, para fines de 2020, los sectores en Mendoza con peores sueldos mensuales en promedio eran hotelería y restaurantes ($25.633 brutos, valor cuestionado por referentes), agricultura ($30.638) y la enseñanza ($32.115). En el otro extremo se ubicaban finanzas ($96.680), electricidad, gas y agua ($122.616) y explotación de minas y canteras ($139.760).
Los datos corresponden al último “Boletín Mensual de Remuneraciones Provinciales”, elaborado por el Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial (Oede) del ministerio. Reúne datos de salarios brutos hasta setiembre del año pasado y tiene como fuente principal a los registros administrativos del Sistema Integrado Previsional Argentino.
Si bien los números pueden variar por actualizaciones en los últimos meses, los datos sirven para analizar el panorama de cada sector. Curiosamente, los top 3 de rubros peores y mejores pagos están integrados por los mismos sectores que el año pasado, aunque los peores en un orden distinto (antes, era agricultura, enseñanza y hotelería).
Otro dato a destacar es que el valor medio de los sueldos en Mendoza se registró en $50.473 brutos. Aparte de los ya mencionados, por debajo de ese valor también se ubicaron servicios inmobiliarios, empresariales y de alquiler ($40.401), servicios comunitarios, sociales y personales ($45.805), comercio ($47.665) y construcción ($48.872). Por encima, figuraron servicios sociales y de salud privada ($55.718) e industria manufacturera ($57.411).
Si se quiere comparar a nivel general con otras provincias, la que menos pagó a fines del año pasado fue Santiago del Estero ($41.554) mientras que la que mejor remuneró fue Chubut ($93.522). De menor a mayor, Mendoza estaría en el puesto número 11, por debajo de la media nacional que fue de $64.735 y por detrás de las cuyanas San Juan ($52.008) y San Luis ($58.864).
Retomando con los sectores, uno de los que menor pago tuvo fue enseñanza, que en setiembre de 2020 pagó en promedio $32.115 mensuales. Desde el sindicato que reúne a los docentes de escuelas privadas, Sadop Mendoza, su secretario gremial, Jorge Fiore, comentó que “aparte de ser un mal año por la pandemia, 2020 fue uno de los peores años para el salario docente privado, porque hubo un cero por cierto de aumento provincial”.
El único aspecto positivo que ven los docentes, de 2020, fue el regreso de paritarias a nivel nacional (cuyos aumentos sugeridos del 25,7% no fueron aplicados en Mendoza) y el aumento del Fondo de Incentivo Docente (Fonid), que no había aumentado en cuatro años. “La paritaria nacional duplicó el Fonid, con un monto extra de $1.200 todos los meses. El único incremento que tuvo el docente privado fueron esos $1.200 por mes”, señala el secretario gremial de Sadop.
Vale aclarar que los docentes de escuelas privadas tienen su salario vinculado al de los de escuelas públicas (son docentes públicos de gestión privada). Por eso Fiore marca su crítica al Gobierno provincial: “Directamente no les importa la paritaria, no les importan los docentes ni los trabajadores. Hace cinco años que no hay negociación y es todo por decreto, sólo lo que el gobierno dice. En 2020, lo que han tenido que poner los docentes, de sus computadoras, de su celular, el internet, ¿eso quién lo paga? Ese gasto no fue recompensado para nada”.
Mejor pero insuficiente
El sector agricultura, ganadería, caza y silvicultura presentó en Mendoza un pago mensual de $30.638 (un año antes, en setiembre de 2019, tenía el salario provincial más bajo, con un valor de $ 20.130).
La vitivinicultura es la principal referencia en esta área, aunque se aclara que la producción en bodegas se contabiliza aparte. Eduardo Senra, coordinador general de la Unión Vitivinícola Argentina (UVA) y representante del sector patronal en paritarias, analiza que “el sector primario es el que está más golpeado. Para un productor, la mano de obra representa un 68 % del costo de la finca. Dependiendo de cómo venda la uva podrá pagar un poco mejor o estancarse”.
Calculadora en mano, Senra enumera que en setiembre el sueldo básico inicial estaba en $23.635, a lo que debe sumarse $2.527 en concepto de refrigerio y $2.850 como aportes no remunerativos: en total, $29.012. “El básico inicial es para quien ingresó hoy a trabajar y tiene tareas muy reducidas. La gran mayoría de los trabajadores que están estables y permanentes, pasan a cobrar más y tienen como mínimo ente 3 y 4 años de antigüedad, por lo que las diferencias son sustanciales”, detalla el coordinador de la UVA.
Desde la parte gremial, Guido Álvarez, secretario general de Foeva delegación Mendoza, aseguró que en los últimos años el sueldo fue “cayendo hasta ser el más miserable de la provincia”, pero desde el cambio de conducción gremial a fines de 2019, trabajan para revertirlo. “El año pasado se logró un aumento del 43,5 %. Fue un buen porcentaje pero igual es insignificante comparado con todo lo que hemos perdido estos años. Queremos seguir trabajando para recuperarlo”, indicó Álvarez.
En ese sentido, en el gremio consideran que el aumento de consumo del vino y de las exportaciones les dieron una buena base para negociar otro incremento a mediados de 2020, además de proponer otras mejoras laborales, como llevar la jubilación a los 57 años, actualmente en trámite en la legislatura.
Senra considera que los aumentos superiores de 2020 se hicieron como una forma de reconocimiento: “Fue un poco reconocer al trabajador que fue todos los días a la finca a trabajar mientras gran parte del país se quedaba en casa haciendo home office. También nos ayudó el seguir trabajando en la molienda y la elaboración. El optimismo de que los precios mejorarán, generó esto”.
Con la próxima paritaria a la vuelta de la esquina, Álvarez sostiene que buscarán otro incremento que permita seguir recuperando el salario y discutirán para blanquear aumentos que se dieron en negro. “Creemos que ha sido un año fantástico para la vitivinicultura y que el crecimiento debe ser general para todos. Hoy día salimos a buscar y encontrar la recuperación de los salarios de nuestros trabajadores”, señala el representante local de Foeva.
Dudas en hotelería y gastronomía
Si uno sigue los números del informe, hotelería y gastronomía es uno de los sectores peor pagos de la provincia, promediando en setiembre de 2020 un sueldo de $25.633. Sin embargo, desde Uthgra Mendoza y Ucim cuestionaron esos números, sin negar de todos modos que la situación fue crítica durante 2020 y lo seguirá siendo por varios meses más.
Carolina Montivero es la secretaria administrativa de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra) Seccional Mendoza. Analizando al sector, explicó que, considerando salarios en blanco, como toma el informe, a fines de 2020 el sueldo básico de un peón (función lava copas) por 8 horas era de $28.500 y el de un mozo era de $36.300, sin contar los adicionales que se suman para calcular el bruto.
De todas formas, para Montivero el año pasado fue crítico por la pandemia, al punto que frenó las paritarias nacionales que suelen realizarse en mayo: “La parte hotelera está muy mal, sobre todo en el centro mendocino donde se encuentran los hoteles 4 y 5 estrellas. Por lo tanto hay mayor cantidad de trabajadores sin su fuente laboral estable. Las paritarias del sector se suelen cerrar en mayo y, con una crisis de este tamaño, cuando estaba todo acordado, no se podía pelear un aumento ya que los establecimientos cerraron sus puertas en un alto porcentaje”.
Otro que puso en duda la cifra de los $25.633 mensuales fue Daniel Ariosto, empresario turístico y presidente de la UCIM (Unión Comercial e Industrial de Mendoza). El empresario sostiene que, con la crisis que atraviesa el sector desde marzo del año pasado, no se pueden pretender grandes aumentos: “Nuestro sector está tomando créditos y vendiendo activos para poder sobrevivir. Hay empresas que ya cerraron y otras van a llegar a un año entero con facturación cero”.
Ariosto critica también el nivel impositivo. “No podemos pagar porque no tenemos ingresos, eso es lo que reclamamos. No es que haya mala voluntad. Que se fijen a través de la AFIP qué es lo que estamos facturando”, apuntó. Con una ocupación en el centro que ronda entre el 7% y el 10%, se pregunta: “Hemos cerrado el hotel todo el año, ¿de qué aumento de sueldo podemos hablar si nos estamos endeudando y vendiendo lo que tenemos? La situación del sector es más que dramática”.
Montivero agregó que desde fines del año pasado ya se aplican nuevos números para las escalas salariales y que este año planean realizar una nueva paritaria en junio, ya conociendo la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores. “Ante la enorme inflación que sufre el país, necesitamos actualizar los salarios de manera urgente”, enfatizó. Además, seguirán en lucha contra la informalidad y el mal pago por afectar tanto a los trabajadores como a los empleadores que sí blanquean y sufren competencia desleal.
Finalmente, otro punto en que concuerdan Ariosto y Montivero es en la preocupación por la continuidad de los ATP (la asignación compensatoria de la Anses) para los salarios del sector. “La CAME y la CAC se han unido para pedir al gobierno que, por favor, los extiendan de seis a ocho meses más. La situación es la misma que en diciembre”, señaló el presidente de UCIM.
Sectores mejor pagados
Si se cambia el foco de análisis hacia los sectores mejor pagados, el tercero de ellos es el de Servicios Financieros, con un sueldo en 2020 de $96.680 brutos. Este número es el promedio de los empleados de tres subcategorías: intermediación financiera y otros servicios ($114.638), seguros ($76.318) y servicios auxiliares a la actividad financiera ($59.545).
El segundo mejor pago es electricidad, gas y agua, con un sueldo correspondiente a $122.616. El sector se subdivide a su vez en una subcategoría con el mismo nombre: electricidad, gas y agua ($139.110) y otra subcategoría llamada captación, depuración y distribución de agua ($86.136).
El economista senior de Ieral Mendoza, Jorge Day, explica que los salarios dependen de muchos factores, como lo que venden las empresas y su productividad (mientras mayor sea, más podrán pagar). A nivel general, con la pandemia, muchas empresas redujeron sus ventas, pero mantuvieron costos fijos. Por ello, era difícil que aumentaran los sueldos.
“El empleo ha ido cayendo, sobre todo el informal, y cuando hay más desempleo es difícil presionar para que los salarios suban. Medidas del gobierno como la doble indemnización y la prohibición de despedir protegen al empleado, pero hacen difícil que una empresa pueda tomar más gente”, agrega el economista.
Para explicar la diferencia entre salarios y sectores, Day habla sobre qué tan intensivo es el capital: “Supongamos que uno quiere recorrer una distancia. Corriendo, se podría ir a 10 kilómetros por hora, mientras que en bicicleta se llegaría a 30 kilómetros por hora. En Economía, el capital aumenta la velocidad. Cuando hay sectores muy capitalizados, generalmente son muy productivos y pagan buenos salarios”, comentó.
En ese sentido, finanzas y energía son sectores que demandan una gran cantidad de equipo y capital. Por ende, sus sueldos serán mejores que otros menos intensivos. “Actividades que tienen más capital intensivo son más productivas, manejan inversiones con cifras que son difíciles de pensar, como todo lo que es maquinaria para generar electricidad y distribuirla. La banca tiene mucho capital financiero”, detalló Day.
Otra característica es que son sectores que no demandan tanta cantidad de gente pero sí un nivel de especialización mayor, además de incluir aspectos de riesgo. “En la banca, quienes ganan más tienen que estar especializados en la parte financiera. En energía, hay que manejar variables como tarifas, electricidad y un nivel avanzado de computación”, ejemplificó el economista.
Petróleo, en la cúspide
Un año más, la categoría con mejores sueldos en la provincia es explotación de minas y canteras ($139.760), empujada sobre todo por la subcategoría extracción de petróleo crudo y gas natural ($145.490) con su complemento “explotación de otras minas y canteras” ($57.620).
Emilio Guiñazú, subsecretario de Energía y Minería del Gobierno de Mendoza, entiende que, cuando se define cuánto se pagará en cada sector, aparecen muchos parámetros. En este sector, se dan tres que pocas veces están juntos: dificultad del trabajo, alta especialización y capital intensivo.
“Uno de los parámetros es que son trabajos complejos, duros, que requieren que la gente se desplace, pase muchos días fuera de su casa y trabajen en esquemas de turnos que no se dan en todos los sectores. A eso se suma que son sectores con una alta capacitación y que en muchos casos los técnicos y profesionales tienen oportunidades laborales no sólo en Mendoza, sino en otras provincias y países, por los cuáles los salarios tienen que competir en un mercado bastante más amplio que en otros sectores más tradicionales”, apuntó Guiñazú. El tercer parámetro que mencionó el funcionario, es el de capital intensivo, con lo cual el salario, en proporción al resto de costos, no es tan alto.
En una línea similar, desde la Cámara Mendocina de Empresarios Mineros (Camem), que no incluye petróleo pero sí otros tipos de minería, su presidente, Raúl Rodríguez, afirma que el alto nivel de salarios se relaciona con el conocimiento que se requiere para desempeñar esas labores. Se trata de empleados con un alto perfil de capacitación y dispuestos a asumir responsabilidades importantes.
“El sector minero requiere siempre profesionales de alta capacitación. Esta especificidad en el trabajo a desarrollar es lo que también justifica estos salarios tan altos. También tiene mucho que ver que la mayoría de las empresas que desarrollan la actividad minera son empresas internacionales, acostumbradas a mantener buenos niveles salariales”, señaló.