Luego de que el bolsillo de los argentinos sufriera una fuerte devaluación tras las elecciones PASO de agosto, los datos que surgieron de la Remuneración Imponible de Trabajadores Estables (RIPTE) indican que los salarios formales de octubre le ganaron a la inflación de ese mes (8,3%,) con una suba del 11,7%. Sin embargo, desde la agencia Noticias Argentinas señalaron que, en la medición anual, las remuneraciones siguen por debajo.
El dato revelado por el Ministerio de Trabajo de la Nación aportó que el salario bruto (sin los descuentos de Jubilación y Salud) promedio fue de $420.706,55 durante el décimo mes del calendario 2023. En el acumulado del año, el alza fue de un 116,66%, mientras que la inflación en el mismo periodo alcanzó el 120%.
La devaluación del tipo de cambio oficial tras las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) de agosto que disparó la inflación a dos dígitos durante ese mes y septiembre, siguió teniendo injerencia en la brecha con el RIPTE de octubre, a pesar de que el IPC oficial del décimo mes del año tuvo un notorio descenso.
Así queda reflejado al comparar los últimos 3 meses, donde la inflación fue del 37,2% y los salarios formales subieron el 29,5%, lo que implica una diferencia desfavorable para los ingresos de los trabajadores registrados de 7,7 puntos menos.
Al contrastar los salarios actuales frente a los que existían a fines de 2015, el RIPTE acumula una pérdida del 25%, de los cuales 20 puntos corresponden al Gobierno anterior y 5 puntos al actual Gobierno.
Teniendo en cuenta la aceleración inflacionaria de noviembre junto con una nueva devaluación esperada para diciembre en un porcentaje aún mayor al de agosto, la brecha entre el alza de precios y las remuneraciones formales sería aún más grande.
La remuneración analizada corresponde al salario promedio sujeto a aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que perciben los trabajadores que se encuentran bajo relación de dependencia y que han sido declarados en forma continua durante los últimos 13 meses, por lo que excluye las remuneraciones de los nuevos empleos y solo cuantifica los componentes remunerativos del salario (imponibles al sistema de seguridad social). Es por esto que para la cartera laboral, el RIPTE “no refleja necesariamente la evolución de los salarios del empleo registrado privado”.