Lejos han quedado aquellas paritarias en las que, en un momento del año, se acordaban los incrementos para los siguientes 12 meses. Para asegurarse de que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo, se realizan revisiones trimestrales o mensuales de los aumentos aplicados y se definen los del próximo período. La meta es que las subas salariales le empaten o le ganen a la inflación.
Sergio Giménez, titular de La Bancaria en Mendoza, detalló que vienen discutiendo el incremento salarial en forma mensual desde septiembre. Y que, en cada ocasión, se revisa el aumento del mes anterior y se estima el del siguiente para solicitar el ajuste. En noviembre, sumó, están esperando que el Ministerio de Trabajo los convoque, con los datos de inflación de octubre, que se conocieron el lunes.
Con esta modalidad, los empleados bancarios han tenido una suba acumulada en lo que va del año del 125%, cuando el IPC ha tenido una variación del 120%. Hacia adelante, señaló, deben acordar la pauta para noviembre y diciembre. Y resaltó que el gremio discute las paritarias futuras, en lugar de ajustar según la inflación pasada, lo que termina impactando en el poder adquisitivo.
Fernando Ligorria, secretario general del CEC en Mendoza (Centro de Empleados de Comercio), comentó que la paritaria se realiza en forma trimestral y que en abril, mayo y junio tuvieron una suba del 19,5% en tres tramos; en julio, agosto y setiembre, una del 27%; y para el periodo octubre, noviembre y diciembre, una del 47%. Asimismo, resaltó que, en cada caso, se revisan los incrementos aplicados y se ajusta el primer mes del trimestre -octubre, por ejemplo- porque es el que se toma de base de cálculo para los siguientes aumentos.
En cuanto a la suba acumulada, indicó que han logrado una suba acumulada del 119% a diciembre y que ese mes el básico de convenio de la categoría más común de los empleados de comercio será de $401.713, a lo que se suma adicionales. Además, en el convenio hay una cláusula para rever diciembre y ver cuándo se sientan a hablar sobre el último tramo de la paritaria anual, de enero, febrero y marzo.
Juan Carlos Aguirre, secretario gremial de Foeva (Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines), expresó que en la mañana de ayer habían estado reunidos en el marco de la revisión de noviembre y que presentaron un pedido de una suma fija mensual de $50 mil, desde este mes a febrero, que al final del periodo, pasaría una parte al básico y otra al ítem refrigerio.
Explicó que, en agosto, en la primera revisión, se acordó otra suma fija mensual, no remunerativa, también hasta febrero de $30 mil que, ese mes, pasará $20 mil al básico y $10 mil al ítem refrigerio. De llegar a un acuerdo con la propuesta más reciente -vuelven a reunirse el 24 de noviembre-, los trabajadores vitivinícolas percibirían un monto adicional de $80 mil mensuales. Y se llegaría a un salario de $280 mil como piso, al que luego se le suman adicionales y categorías.
Humberto Montivero, secretario general del Sindicato de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina, recordó que, en mayo, lograron una paritaria con un 120% de incremento, abierta a revisiones. Además, se establecieron tres sumas no remunerativas de $40 mil; la próxima con el salario de este mes. Con este acuerdo, indicó, han logrado estar en la línea de la inflación y acotó que, mientras lleguen turistas a la provincia, la situación seguirá siendo positiva para el sector.
Por otra parte, subrayó que, después de la pandemia, cuando apenas tenían 4 mil afiliados, ya que la mayoría de los trabajadores del sector hotelero y gastronómico trabajaba en negro, han llegado a casi 11 mil en toda la provincia (excepto San Rafael, que tiene su propia delegación), lo que evidencia una importante regularización.
