Las boletas de electricidad que pagan los mendocinos son las más caras del país para los hogares de ingresos bajos y medios, y las terceras más altas para los usuarios de altos ingresos. El dato surge del Reporte de Tarifas y Subsidios, de mayo, que elabora el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (de la UBA y el Conicet) en basa a los cuadros tarifarios de las distribuidoras.
En el caso de los hogares de ingresos bajos, la factura eléctrica promedio de todo el país para quienes consumen unos 300 Kwh/mes alcanza los $17.453. Sin embargo, en Mendoza, llega a los $35.624. Río Negro tiene una boleta similar para este segmento, de $35.474, pero la provincia que sigue, Santa Fe, cae a los $28.214. Se debe recordar que los N2 son los que tienen todo el consumo subsidiado.
Para los usuarios de ingresos medios la facturación promedio en el país es de $18.048, pero en Mendoza trepa hasta los $35.980. En el ranking nacional, también le sigue Río Negro, con $38.851, y Santa Fe, con $28.578. Los N3 tienen un bloque de consumo subsidiado -hasta los 400 Kwh bimestrales en la provincia- y pagan la energía que utilicen por encima de ese tope con tarifa plena.
Sólo en el segmento de los hogares de ingresos altos -N1, que ya están pagando toda la electricidad consumida sin subsidio- Mendoza cae un par de lugares, aunque sigue muy lejos del promedio nacional, que es de $42.877. Los mendocinos de este grupo reciben una factura de electricidad de $57.088 y sólo están precedidos por los neuquinos, con $65.202, y los rionegrinos, con $60.209.
Por qué hay diferencias
El Observatorio de tarifas y subsidios del IIEP detalla que, al hacer un análisis comparativo, se debe considerar que en el sector de distribución conviven empresas públicas (provinciales), empresas privadas y cooperativas, alcanzadas por marcos regulatorios nacionales, como en el caso de Edenor y Edesur, provinciales y municipales en el caso de cooperativas.
También plantea que la dispersión de tarifas es multicausal. “Es un proceso complejo de identificación de costos, que reflejan las características propias de la red y de la región en donde se presta el servicio. A su vez, responde no solo a diferentes estructuras tarifarias y a características estructurales propias del servicio público de distribución, sino también a factores exógenos, como la existencia de diferentes cargas impositivas y anomalías como la ‘captura regulatoria’, que altera artificialmente los niveles tarifarios en algunas jurisdicciones”.
Un factor que puede explicar en parte estas diferencias en las tarifas de la energía eléctrica es que en ciertas provincias el Valor Agregado de Distribución (VAD), que es el componente de la factura que refleja el costo de operación de las distribuidoras, no ha tenido actualizaciones. En Mendoza, en cambio, se aplica un ajuste trimestral, a través de una fórmula. También hay empresas, como Edenor y Edesur, que perciben un subsidio nacional, más allá de la bonificación directa a los usuarios.
El reporte subraya que, si bien una comparación de tarifas puede mostrar una foto del estado de situación en un momento determinado, para no llegar a conclusiones erróneas se deben analizar los factores que inciden en la determinación de tarifas en cada una de las jurisdicciones.