Los supermercados y autoservicios mayoristas buscan que sus números de ventas repunten de manera positiva. El sector, aseguran los directivos, enfrenta una paradoja: para lograr esa mejora, apelan a todo tipo de promociones que, según sus cálculos, deterioran su rentabilidad.
Con la intención de consolidar el proceso de incremento de ventas, la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (Cadam) organizó el primer Black Week Nacional Mayorista, que se desarrollará entre el 18 y el 25 de este mes. Se trata de “terminar de la mejor manera posible los balances del año”, detalló la entidad en un comunicado.
“Hay más competencia de precios, todos piden cuotas sin interés y promociones bancarias o de plataformas de cobro, eso implica que el comercio está resignando rentabilidad, pero levantaron las ventas y ya se ven números positivos en las últimas semanas”, manifiestan los mayoristas, al dar las razones del evento de la semana próxima.
“Será un esfuerzo conjunto de toda la cadena tradicional del comercio, porque el Black comenzará desde el origen, con decenas de industrias que apoyan la iniciativa de los mayoristas, que abastecen a los almacenes y supermercados de barrio (140.000 perfumerías y comercios de cercanía en todo el país), llegando a los consumidores en cada rincón”, dicta el texto enviado a La Nación.
Hasta el momento, son más de 150 las sucursales mayoristas que ofrecen productos masivos de primera necesidad (alimentos, bebidas, perfumería y limpieza) y que confirmaron su participación. Entre ellas, Maxiconsumo, Makro, Nini, Dai Nippon, Hipermay, Oscar David, Isabel Martinelli, Caromar, Ramon Buj Mayorista, Facor, Masivos, El Indio, Nueva Era, Micropack, Tadicor, Parodi S.R.L, Autoservicio Mayorista Líder, Redolfi S.A., El Emporio, Maxiofertas, Hipermercado, Ruta 25, Colmark., Casa Florian, Doan, Basualdo, La Maravilla, Autoservicio Mayorista Lamadrid, MaxiComodín y Dulcenter, que tienen locales en varias provincias del país.
“El ajuste generó cambios en las estrategias de ventas y en las tendencias de consumo, desde el crecimiento de las ventas de las marcas B hasta la definición de compras en base a las ofertas o promociones. A su vez, hay productos específicos que las familias fueron resignando como el aceite de oliva, snacks, golosinas, yogures, postres y bebidas.
También los artículos de tocador y cosmética sufrieron bajas significativas. En cuanto a los elementos de limpieza, se redujo el mix de productos, y se orienta la demanda a los básicos, como lavandina y detergente, mientras que las ‘compras de impulso’ se vieron cada vez más restringidas, señalaron los comerciantes. Esperan que con esta iniciativa se consolide la recuperación de la demanda.